'Expediente X': un éxito paranormal
El fenómeno Expediente X ha sido, y todavía es, algo tan increíble en el mundo de la televisión como los propios fenómenos paranormales que constituyen buena parte de su trama.
Hasta 217 episodios repartidos a lo largo de once temporadas… de las que las dos últimas se rodaron catorce y dieciséis años después de la novena. Dos largometrajes estrenados en la gran pantalla que, a diferencia de lo ocurrido con otras series, no se derivaban del argumento televisivo, sino que formaban parte de él, lo que obliga ba a los fans a verlos para entender en su totalidad las tramas de la temporada siguiente; fans que, lejos de poner alguna objeción, estuvieron encantados de pasar por taquilla. Un cuarto de siglo con los mismos protagonistas y el mismo cerebro creador detrás de la serie. Y uno de los títulos más buscados en las plataformas de streaming. El fenómeno Expediente X ha sido, y todavía es, algo tan increíble en el mundo de la televisión como los propios fenómenos paranormales que constituyen buena parte de su trama.
El planteamiento de la serie, cuyo primer episodio piloto se estrenó el 10 de septiembre de 1993, es sencillo: el agente del FBI Fox Mulder, cuya hermana fue presuntamente abducida por los extraterrestres años atrás, trabaja en el Departamento de Expedientes X, en el que se investigan los casos con componentes paranormales o inexplicables. Su entusiasmo provoca que sus superiores, para controlarlo, le impongan como compañera a la agente Dana Scully, doctora forense y escéptica radical, que sólo se fía de la evidencia científica. Pero estas diferencias de carácter se complementan a la perfección cuando comienzan a investigar todo tipo de sucesos extraños, y más aún cuando descubren una conspiración del Gobierno para esconder todo lo relacionado con el fenómeno extraterrestre y la llegada de ovnis a la Tierra.
Los expedientes son un fest ín para los amantes de lo paranormal; no todos sus episodios están relacionados con lo oculto, pero sí la mayoría de ellos, y es difícil encontrar un fenómeno que no haya sido investigado en algún momento: extraterrestres y abducciones en primer lugar, desde luego, pero también telepatía, telequinesis , criaturas monstruosas, mutantes o experimentos genéticos. Por no faltar, no falta ni la consabida conspiración gubernamental para ocultar la existencia de los alienígenas, que poco a poco se va convirtiendo en el tema principal de Expediente X.
No es necesario creerse ninguna de esas cosas para disfrutar de la serie, cuyo éxito prolongado y descomunal no se puede explicar sin la calidad de los guiones y la puntería de su creador, Chris Carter, a la hora de elegir a los protagonistas: David Duchovny y Gillian Anderson, que encajaron perfectamente el uno con el otro, destilando la química característica de las grandes parejas de la pantalla. A pesar de esta tensión, Carter nunca quiso que Mulder y Scully desarrollaran una relación romántica, convencido de que eso precipitaría el final. En el primer episodio apareció también una misteriosa figura que, con el tiempo, iría ganando protagonismo como el responsable de todas las maniobras para tapar la verdad sobre los alienígenas; este “hombre que fuma”, como se le conoció, se ha convertido en uno de los personajes principales, aunque solo aparece en 43 episodios.
La serie concluyó su primera andadura en 2001, con nueve temporadas y una película en su haber. La octava y novena solo contaron con la presencia esporádica de Duchovny, que se había cansado de su papel, y fue reemplazado por el agente John Doggett (Robert Patrick). De hecho, Carter estaba convencido de que la serie sería cancelada al final de la séptima temporada, cuando concluía su contrato y el de los actores, así que escribió el episodio Requiem como un posible final. Pero su éxito mundial hizo que la Fox accediera a una renovación. Y, aunque teóricamente concluyó en 2018 y sus estrellas andan muy ocupadas en otros trabajos, nunca se sabe si podría volver; a fin de cuentas, la verdad sigue ahí fuera.