¿Quién no ha soñado alguna vez, puede que en sus alocados años de juventud, con salir un día de casa y marcharse a recorrer el mundo en busca de fama, gloria y aventuras? Lo cierto es que, sobre el papel, la idea suena muy bien pero en la vida real no todo es tan fácil. Para emular esas experiencias nacieron los juegos de rol y, con el paso del tiempo, los videojuegos RPG (Rol Playable Games).
En libros, cómics, películas, canciones… Aquellos soportes que cuentan una historia suelen tener como principal objetivo no solo el entretener al público, sino hacer que se crea lo que se le está contando. Si una narración consigue que las personas se introduzcan en ella y la vivan realmente (empaticen con los personajes o les afecte lo ocurrido) es mucho más probable que acaben por disfrutarla e incluso les marque como una de esas epopeyas inolvidables que todos hemos leído en algún momento. Pero esto no siempre se consigue y, puede que para acercar al público a la historia, surgieron y se popularizaron los juegos de rol y similares.
La imaginación es un arma poderosa y si se usa de la manera correcta, puede hacer cosas asombrosas. Los juegos de rol como el popular Dragones y Mazmorras son aquellos en los que la intervención y libertad del jugador van mucho más allá de lo habitual ya que se le anima a formar parte de la historia, a introducirse en ella. Este tipo de juegos de mesa tuvieron su máximo apogeo en las décadas de los 70 y los 80 y podrían considerarse una actualización de los juegos que todos practicamos de pequeños en los que interpretábamos un papel (un rol). Otro ejemplo de estas técnicas por las que el usuario forma parte de la historia son los libros del tipo “Elige tu aventura”.
Con el paso del tiempo y la aparición de nuevas formas de entretenimiento, los videojuegos acabaron por ver las posibilidades de adaptar el estilo de los juegos de rol a su mundillo. Un videojuego, al fin y al cabo, permite al jugador participar en una historia ya establecida pero ¿y si además se le permitiera decidir por donde quiere que vayan las cosas o reescribirla? Así nacieron los RPG y lo hicieron para quedarse (así lo confirma el éxito de Dark Souls, Skyrim, Pokémon, World of Warcraft, Final Fantasy o The Witcher).
Centrándonos en los RPG fantásticos, hemos querido recopilar una receta general de los principales elementos que caracterizan y hacen memorable a un videojuego de rol.
Imagen: Black Desert
Personalización
Uno de los puntos fuertes de los RPG es que potencian la inmersión del jugador en la historia para que se sienta como si realmente fuese él quien estuviera viviendo la aventura de turno. Permitir diseñar a un personaje desde cero a través del sexo, el aspecto físico, el peinado o la voz es algo básico en este tipo de juegos. Y si nuestro personaje ya viene de serie, siempre se puede conseguir con la personalización de otros elementos como armamento, mascotas, monturas… Lo importante es que el jugador haga suya la historia.
Imagen: Sergey Galyonkin (Flickr)
Un elegido multiusos
Uno podría pensar que en el inmenso mundo en que acaba de sumergirse al empezar un juego RPG será el último en la fila de todo, pero nada más lejos de la realidad. La trama de estos juegos avanza como la de cualquier buena historia, a través de conflictos a solucionar y qué casualidad que el personaje del jugador siempre será la persona indicada. En el RPG seremos líderes militares, héroes legendarios, poderosos magos, despiadados asesinos… Todo girará en torno a nosotros.
Imagen: iStock Photo.
Un malo malísimo, o varios
Y al igual que nosotros seremos los grandes protagonistas de la historia, necesitaremos a alguien a quien hacer frente y oponernos. Los antagonistas de una historia son ese lado oscuro que muchos disfrutamos y al que, al final del día, tenemos que derrotar por lo que los enemigos a los que nos enfrentemos resultarán tan importantes como nuestros aliados. Lo normal es que haya un jefe final que nos irá mandando a sus esbirros y lugartenientes antes de ponernos él mismo en aprietos.
Imagen: iStock Photo.
Clases
Este elemento es herencia directa de los juegos de rol como Dragones y Mazmorras. En ellos, cada personaje pertenecía a una clase concreta que establecía su papel dentro de la partida, sus estadísticas, fortalezas y debilidades. Los videojuegos RPG han mantenido han mantenido y potenciado este rasgo tan suyo ya que, además de contar con las clases de siempre (guerrero, mago, clérigo, pícaro…) también pueden permitir que sea el jugador quien vaya potenciando sus habilidades y construyendo una clase propia.
Imagen: iStock Photo.
Elecciones
No de las que tienen urnas, sino de las que tienen varios caminos y el jugador solo puede tomar uno. Dado que el RPG intenta potenciar la identificación del jugador con su personaje, el añadir encrucijadas en las que debe optar por una opción u otra sirve para que este sienta que está jugando la partida que él quiere y no la que le han dado. Desde que arma o armadura llevar, dónde ir, qué misión hacer en cada momento o quién vivirá y quién morirá, todo cuenta en un RPG.
Imagen: iStock Photo.
Mejoras, niveles y estadísticas
En el emocionante mundo del aventurero errante también hay sitio para los números. En los juegos de RPG las habilidades del personaje, los objetos que puede utilizar o los enemigos a los que se enfrenta se puede cuantificar a través de parámetros establecidos. Esto facilita el que un jugador pueda hacerse más fuerte al aumentar estas estadísticas subiendo de nivel o mejorando el equipo que lleva.
Imagen: Youtube.
Árboles de habilidades
Este es otro de los muchos elementos que aumentan la personalización y libertad del jugador. Como su propio nombre indica, los árboles de habilidades son sistemas ramificados en los que se decide que mejoras o nuevos poderes adquiere el personaje según los gustos o estilo de juego de quien lo maneja. Estos suelen desbloquearse conforme el jugador avanza en la trama y gana experiencia.
Imagen: iStock Photo.
Mazmorras
Otro elemento directamente sacado de los juegos de mesa. Las mazmorras son construcciones laberínticas, normalmente bajo techo, compuestas por una enorme sucesión de salas y plagadas de puzles, trampas y enemigos que habrá que superar para poder salir de ella y para hacerse con los valiosos tesoros que suelen esperar al final del camino. Las mazmorras resultan perfectas para los juegos RPG e incluso han dado lugar a su propio estilo de videojuegos.
Imagen: iStock Photo.
Misiones secundarias
Algunos títulos RPG son conocidos porque para completarlos al 100% es necesario dedicarles muchas (muchas) horas. Si bien es cierto que el peso del juego recae sobre la trama de misiones principales, las misiones secundarias aportan la chispa necesaria a estos juegos y sirven para alargar el tiempo de juego, hacer más fácil la subida de nivel del personaje y dar muchos matices a la experiencia en general.
Imagen: iStock Photo.
Armas, armaduras y monturas
En lo referente a estos elementos (que nos ayudan a combatir, defendernos y avanzar más rápidamente en el juego) pueden darse dos escenarios: o bien los distintos objetos y criaturas que podemos emplear no se diferencian unos de otros y solo aportan un extra estético o el juego ha sido desarrollado de forma que las armas por las que optemos, la armadura que llevemos o la montura que nos sirva de transporte influyan en la jugabilidad y desarrollo de la historia.
Imagen: iStock Photo.
Loots
En nuestro diccionario gaming para principiantes explicamos que loot es como se conoce al botín o las recompensas que los enemigos derrotados sueltan en los videojuegos y que lootear es la acción de matar a muchos enemigos con el único fin de hacerse con su botín. Pues bien, en los RPG esta es la forma más extendida y asequible de conseguir nuevos ítems.
Imagen: Marco Hazzard (Flickr)
Comercio, recolección y crafteo
Estos son tres principios que están fuertemente relacionados y que han ido ganando presencia en los RPG. En el vasto mundo por el que se desenvolverá el jugador irá encontrando objetos de valor y materiales que podrá utilizar directamente, emplear como ingredientes y piezas para crear pociones y nuevas armas o vender a algún comerciante local para sacarse un extra.
Imagen: iStock Photo.
Un mundo rico que explorar
La historia trepidante y los personajes carismáticos no sirven de mucho si no están en un mundo amplio, atractivo y que actúe como escenario de fondo. Las posibilidades de crear un continente desde cero abren un inmenso abanico de paisajes y lugares que explorar y la cada vez mejor calidad gráfica que se consigue en los títulos hace del vagar por el mundo un auténtico deleite para los sentidos.
Imagen: iStock Photo.
NPCs
A veces silenciosos, a veces parlanchines. Los NPCs son los personajes no jugables que aparecen en el juego y que interactúan con el jugador de una manera u otra. Puede tratarse de aliados que te siguen allá donde vas, enemigos que te ponen en problemas, comerciantes a los que vender tus excedentes o simples figurantes que dan vida y realismo al mundo.
Imagen: Youtube.
"Yo solía ser un aventurero como tú..."
En Skyrim, un popular título RPG de la saga The Elder Scrolls, el jugador podía encontrarse con varios soldados que decían “Yo solía ser un aventurero como tú, pero un día me hirieron con una flecha en la rodilla” al hablar con ellos. Esta frase inocente que forma parte de una de las muchas respuestas automáticas que pueden encontrarse en el juego hizo gracia a la comunidad gamer y ha acabado por convertirse en un famosos meme.
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