El videojuego de Sony Interactive Entertainment y Bend Studio nos pone en la piel de un motero que debe sobrevivir en un mundo destrozado y plagado de zombis.
Por algún motivo, los zombis están de moda. Esos seres descerebrados que disfrutan comiendo carne humana llevan décadas protagonizando (generalmente como villanos) numerosas películas, series, libros y productos culturales de toda clase. Cuando, por ejemplo, nos referimos a videojuegos de zombis solemos encontrar títulos que destacan por el suspense, el ambiente de terror y las infinitas hordas a las que hay que hacer frente. Days Gone ha cogido esos principios y los ha llevado un paso más allá.
El último título exclusivo para PS4, desarrollado por Bend Studio y Sony Interactive Entertainment, nos coloca en un mundo hecho trizas en el que una pandemia se extendió y convirtió a gran parte de la población en zombis sedientos de sangre, los llamados “engendros”. La cosa pinta mal, pero el protagonista no es un cualquiera. Deacon St. John es un miembro de un club de moteros, luchador incansable y dispuesto a hacer lo que sea para sobrevivir, y en él pondremos nuestras esperanzas. A lo largo de la historia tendremos que aprender a utilizar los escasos recursos que están a nuestro alcance para ver amanecer un día más y avanzar en una trama que se complica y retuerce conforme avanza.
Subido en una motocicleta de errante, el jugador podrá explorar un vasto mundo en el que poner a prueba sus habilidades. La jugabilidad del título resulta variada y versátil al combinar elementos de shooter, combate cuerpo a cuerpo, exploración, supervivencia y conducción. Cada misión podrá plantearse de distintas maneras según qué estilo de juego decidamos utilizar en cada momento. Pero tendremos que ser rápidos, porque la amenaza es constante.
Days Gone es un desafío que transmite la sensación de soledad y peligro de nuestro protagonista. Para facilitar esos primeros momentos de confusión en los que el jugador se familiariza con el juego, aquí ofrecemos unos cuantos recursos y consejos que pueden (tal vez) servir como guía en un mundo hostil y letal. ¿Tienes lo que hace falta para sobrevivir ahí fuera?
Tu moto es tu mejor aliada
Una moto es el medio de transporte perfecto para un mundo post-apocalíptico por su velocidad y versatilidad. Pero la unión de Deacon St. John con su motocicleta de errante va mucho más allá del aspecto práctico. Esa moto es tu alma, resquicio de tu vida pasada, y como tal pasarás con ella más tiempo que con cualquier persona. Cuídala, mejórala y aprende a domarla porque ella será quien marque la diferencia entre la vida y la muerte.
La vida no tiene tutoriales
Bueno, esto no es del todo cierto. Days Gone sí que cuenta con un breve tutorial y mensajes que te explican qué botones pulsar si quieres hacer esto o lo otro. Pero después de esos conocimientos básicos, estás por tu cuenta y la propia historia te lanza para que te enfrentes al mundo solo. Puedes ir a donde quieras, hablar con quien te plazca y liarte a tiros con total libertad. Prácticamente desde el minuto uno, la historia la escribes tú.
No te olvides de rebuscar
Estás en un mundo en el que todo escasea por lo que la recolección de materiales y el crafteo son dos conceptos que debes grabar a fuego en tu rutina. Ramas de árboles, hierbas curativas, piezas de coches o simple chatarra serán el botín más deseado cuando estés ahí fuera. Vigila tus provisiones y asegúrate de mirar en cada rincón. En Days Gone nunca tienes suficiente de nada.
Tú decides
Tanto siendo jugador como siendo personaje. Days Gone da bastante manga ancha a la hora de elegir qué misiones hacer, cuándo hacerlas y en qué orden por lo que al final cada uno puede vivir la aventura que decida. Además, habrá encrucijadas en las que Deacon deberá tomar una decisión u otra y recaerá sobre nosotros la carga de guiarle, afectando nuestras acciones al propio desarrollo de la historia.
Todo el mundo necesita aliados
Por mucho que el rollo de lobo solitario quede genial en pantalla, hay que aprovechar las pocas ayudas que tienes a mano. Campamentos de seres humanos no infectados, personas a las que encuentres por los caminos e incluso tu propio hermano motero harán más fácil tu paso por Days Gone. El videojuego posee un interesante sistema de relaciones y confianza que debes tener en cuenta y aumentar haciendo encargos para esas personas. Cuanto más confíen en ti, más te ayudarán.
Explora, busca, rastrea
El tiempo que has pasado viviendo en un mundo sin normas ha desarrollado tus habilidades para sobrevivir. La visión de supervivencia de Deacon te ayudará a detectar rastros u objetos de interés cercanos, algo extremadamente útil teniendo en cuenta tu situación. Pero el mundo es muy grande y te tocará a ti recorrerlo y descubrir los secretos que esconde.
Cuida la munición
Ya hemos dicho que en el mundo de Days Gone hay escasez de todo, pero de munición todavía más. Por muy potente que sea el arma de fuego que lleves a la espalda, no servirá de nada si no tienes qué disparar. Los coches de policía abandonados suelen ser una buena fuente de balas, así como los cadáveres de tus enemigos, pero lo más eficaz es evitar convertirse en un gatillo fácil. No malgastar munición es uno de los mandamientos de este título.
Sin gasolina no llegarás lejos
Puedes usarla para quemar cosas, como explosivo improvisado o, porque para eso fue creada, como combustible. Tu querida moto necesitará de esas valiosas garrafas rojas de gasolina que hay desperdigadas por el mundo para funcionar y rendir como es debido, por lo que no pierdas de vista el medidor del depósito.
El sigilo es tu aliado
Por divertido que sea entrar dando una patada a la puerta y liarse a tiros, esto no siempre acaba bien. Days Gone ofrece una versatilidad a la hora de afrontar las situaciones que debe tenerse muy en cuenta. Lo más normal es que Deacon se encuentre en minoría, por lo que escabullirse entre los arbustos y usar su cuchillo, armas con silenciador o su letal ballesta pueden equilibrar la balanza y darnos una gran ventaja.
Conoce a tu enemigo
La causa de que el mundo esté tan patas arriba es la aparición de una pandemia que convirtió a gran parte de la población en una especie de zombis llamados engendros. La observación y experiencia adquirida en nuestros encuentros con ellos nos permitirán aprender a enfrentarlos, ya que los renacuajos (adolescentes convertidos) no actúan igual que los engendros normales ni que los lobos infectados. Sí, además de varios tipos de humanos zombificados más o menos poderosos, también hay lobos.
Cuidado con las hordas
Los grupos pequeños de engendros son relativamente sencillos de matar pero, ¿y si en vez de a tres nos enfrentamos a treinta? ¿O a cincuenta? Cuando ocurre esto es que estamos cara a cara con una horda y las cosas se van a poner chungas. Los engendros se mueven como una marabunta imparable por lo que nuestra mejor opción será correr al tiempo que usamos todo lo que haya a nuestro alcance para que el número baje. Los cócteles molotov, las granadas y las cosas que explotan serán nuestro gran aliado, pero lo más importante es no parar.
Los engendros no son el único peligro ahí fuera
Mientras que hay grupos de gente que intenta mantener algo de cordura y restaurar, a duras penas, la sociedad que conocían, otros han decidido abrazar su lado más salvaje. Además de a los engendros, Deacon tendrá que vérselas con saqueadores, bandas de moteros rivales o un curioso grupo con complejo mesiánico llamado los RIP. Al ser humanos no tienen la resistencia de los engendros, pero como conservan sus habilidades mentales responderán a cualquier amenaza abriendo fuego y se organizarán para acorralarte y acabar contigo. No te fíes de nadie.
Aprende a adaptarte
De noche, los engendros son más numerosos pero si les deslumbras con la linterna ganarás unos segundos muy valiosos. Cuando llueve, el sonido de tus pasos se escucha menos pero los caminos están embarrados y es más difícil manejar la moto. Este tipo de detalles son ejemplos que demuestran cómo afectan los cambios del entorno a la jugabilidad, añadiendo ventajas y dificultades por igual. Conviene tener en cuenta estos puntos para sacarle el mayor provecho a cada situación.
Acéptalo, la Mierda es tu nuevo hogar
‘La Mierda’ es como los supervivientes llaman coloquialmente a las tierras salvajes en las que viven los engendros. Allí, por suerte o por desgracia, es donde pasarás la mayor parte de tu tiempo y donde se desarrollan los hechos más importantes de la historia. Los pocos refugios que encuentres te permitirán descansar y reponer munición antes de volver a lanzarte a las fauces de la muerte.
Sobrevive a porrazos
Antes hablábamos de la importancia de las armas de fuego, pero cuando los engendros corren hacia ti resultan poco eficaces. Para esas situaciones, las armas cuerpo a cuerpo son mucho más manejables y te salvarán en más de una ocasión. Desde un cuchillo para bota que ya tenemos cuando empieza la historia hasta bates de béisbol, hachas o sierras, aprender a golpear y esquivar será uno de los principios básicos si queremos sobrevivir. Es importante reparar o sustituir nuestras armas cuerpo a cuerpo antes de que se rompan.
Antes de actuar, piensa
Deacon es un perro apaleado que ha aprendido por las malas, y por eso la estrategia puede ser lo que nos lleve al éxito o al fracaso. Acercarse a los enemigos sin ser detectado para marcarlos, analizar el terreno y tener preparada la moto en caso de huida son tres consejos relativamente fáciles de cumplir y que aumentan nuestras posibilidades de salir vivos. Demuestra que, además de músculo, Deacon también tiene cerebro.
Huye para luchar otro día
Cuando la sociedad cayó, cosas como la valentía o el heroísmo quedaron desfasadas y fueron sustituidas por un único dogma: sobrevivir. Habrá muchas ocasiones en las que te verás superado y no tiene nada de malo agarrar tu moto y pisarle a fondo. El orgullo puede ser una losa muy pesada en un mundo como el de Days Gone.
No olvides quién eres
Aunque el mundo se haya ido al carajo, Deacon St. John conserva ciertos resquicios de su código moral y muchos recuerdos de una vida que pudo haber sido y no fue. Curiosamente, los momentos más íntimos de Deacon en la historia destacan por el buen guion que tienen y la solidez que otorgan al personaje. Dedicarle algo de tiempo a esta parte de la historia sirve como descanso y mejora la experiencia en conjunto.
Matar no es siempre la solución
Ya lo hemos comentado pero no viene mal repetirlo: las balas escasean y el modo psychokiller (qu'est-ce que c'est?) puede ponernos las cosas muy difíciles. No pasará nada si dejamos con vida a algún enemigo que no nos ha detectado o si completamos una misión colándonos y yendo con cuidadito. La opción está ahí, que nadie la descarte.
Nunca bajes la guardia
A pesar de la desbordante belleza natural que ofrecen los bosques de Oregón, tendremos pocos momentos de verdadera paz para disfrutar del paisaje. Puede que justo hayamos salido vivos de milagro tras enfrentarnos a una horda y de pronto empiecen a dispararnos unos asaltantes o que comencemos a oír ruidos extraños en la zona que creíamos que estaba despejada. No te relajes, el mundo es tu enemigo y no sabes de dónde vendrá el siguiente peligro.
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