Himnotismo
Los himnos, es lógico, siempre han tenido algo de fervor patriótico, de exaltación nacional y no suele faltar alguna amenaza contra el enemigo. Por ejemplo, La Marsellesa anuncia que la revolución regaría Francia con la sangre impura de los invasores, mientras que el himno estadounidense habla de fulgor de cohetes y estruendo de bombas.
En 1976 el director español Fernando Colomo estrenó una película que llevaba el curioso título de Pomporrutas imperiales. Tenía que ver con el himno Montañas nevadas y la letra de uno de sus versos ?"voy por rutas imperiales"?, que los escolares de la época, que lo aprendían de oído, cantaban en su versión deformada. Los himnos, es lógico, siempre han tenido algo de fervor patriótico, de exaltación nacional y no suele faltar alguna amenaza contra el enemigo. Por ejemplo, La Marsellesa anuncia que la revolución regaría Francia con la sangre impura de los invasores, mientras que el himno estadounidense habla de fulgor de cohetes y estruendo de bombas.
El escritor uruguayo Eduardo Galeano menciona en su libro Espejos las letras de algunos himnos nacionales y los valores que reivindican. Por ejemplo, el de su país obliga a elegir entre la patria y la tumba; el argentino exhorta a jurar con gloria morir, como el guatemalteco que llama a vencer o a morir, mientras que el de la patria peruana exalta el valor de sus cañones.
Acordes mudos
En España el himno no tiene letra oficial, aunque a lo largo del tiempo se han intentado cantar algunas que no han terminado de prosperar. Eduardo Marquina escribió una cuyos primeros versos decían: "Gloria, gloria, corona de la Patria, soberana luz, que es oro en tu color". Tiempo más tarde, José María Pemán escribió otra que comenzaba: "Viva España, alzad los brazos hijos del pueblo español, que vuelve a resurgir". Y durante el gobierno de Aznar, un grupo de poetas recibió el encargo de crear una letra para el himno que empezaba: "Canta, España, y al viento de los pueblos lanza tu canción, hora es de recordar".
El último intento corrió a cargo del Comité Olímpico Español, que pretendía dar letra al himno para que los deportistas pudieran cantarlo en el estadio. En 2007 organizó un concurso que ganó un anónimo ciudadano cuya letra comenzaba: "Viva España cantemos todos juntos con distinta voz, y un solo corazón". No terminó de gustar, se produjo un ácido debate y la idea fue abandonada.
Jesús Marchamalo