Si de algo puede presumir Europa es de su larga lista de castillos y palacios reales, sin los que no se podría entender gran parte de la historia mundial. Muchos son los que acuden a ciudades sólo para deleitarse y empaparse de nuestro pasado a través de la visita de sus fortalezas. Aquí podrás ver unos cuantos. Podrían incluirse miles más.
Durante el siglo XII, el castillo formaba ya un conjunto fortificado con la Almudayna, la antigua construcción musulmana, rodeado de un lienzo amurallado con doce torreones. Para prevenir los ataques de los turcos, en el siglo XVI se levantaron las murallas renacentistas y los baluartes que vemos hoy. Todos los monumentos ubicados en el casco antiguo de la ciudad de Ibiza son Patrimonio Mundial por la Unesco desde 1999.
Condes de Oropesa, Cáceres (España)
En el centro del vergel de La Vera y el Tiétar, rodeado de gargantas de agua, piscinas naturales, bosques de castaños y robledales, este castillo destaca por haber servido como residencia del Emperador Carlos I de España y V de Alemania, que llegó a Jarandilla en noviembre de 1556. Después de un tiempo acabó trasladándose al Monasterio de Yuste, en el que pasó sus últimos días. Actualmente, el castillo de los Condes de Oropesa es el Parador Nacional de Turismo Carlos V.
Cashel (Irlanda)
Está ubicado en el condado de Tipperary y fue habitado por los reyes de Munster desde el siglo V, que posteriormente cedieron la fortaleza a la iglesia hasta que las tropas de Cromwell lo destruyeron parcialmente en 1647. Cashel es afamado por ser el lugar en el que San Patricio, patrón de Irlanda, convirtió al rey de Munster en el siglo V.
Hohenzollern (Alemania)
Como puede observarse, este castillo de ensueño se encuentra a 855 metros sobre el nivel del mar en un monte llamado Hohenzollern. La primera parte de la obra se construyó en el siglo XI y perteneció a la Dinastía Hohenzollern, que se hizo con Prusia y Brandeburgo hasta la llegada de la Primera Guerra Mundial.
Chenonceau (Francia)
También conocido como El castillo de las mujeres y erigido bajo un estilo residencial en el siglo XVI, se trata del monumento histórico en manos privadas más visitado de nuestro país vecino. Destaca por sus dos extensos y floridos jardines y por su plantación vitivinícola. Pertenece a un grupo de edificaciones llamadas castillos del Loira.
Guadamur, Toledo (España)
Fue el conde de Fuensalida y señor de Cedillo, Pedro López de Ayala, quien levantó el castillo de planta cuadrada y un foso con puente levadizo, que en el siglo XVIII fue abandonado. Utilizado por las tropas francesas durante la guerra de la Independencia e incendiado, tras ser rehabilitado, volvió a ser pasto de las llamas en las guerras carlistas. Alberga una interesante colección de armaduras, tapices, cuadros y muebles de la época.
Eltz (Alemania)
Desde el siglo XII generaciones y generaciones han podido disfrutar de la belleza de este castillo ubicado sobre el río Mosela. De estilo barroco y ocho torres de hasta 40 metros de altura. Increíblemente, aún sigue en manos de una rama de la familia que habitó en él tras su construcción.
Corvin (Rumanía)
Algunos piensan que este fue el lugar en el que Vlad III de Valaquia, más conocido como Drácula, estuvo preso durante unos siete años después de haber sido depuesto en 1462. El castillo perteneció a la dinastía Hunyadi. Si hay algo que destacar de él, son sus fuertes torres defensivas y su jardín central. De grandes dimensiones, cuenta con altas cubiertas de colores y elementos adornados con piedras labradas.
Colomares, Málaga (España)
Nacido para homenajear a Cristóbal Colón, el edificio fue erigido entre los años 1987 y 1994 en Benalmádena (Málaga). La capilla más pequeña del mundo hasta la fecha (1,96 metros cuadrados) se encuentra en su interior, así como un mausoleo vacío que espera impaciente la llegada de los restos del descubridor de América.
Cochem (Alemania)
Esta bonita fortaleza, conocida también como Reichsburg Cochem, fue construida alrededor del año 1000, y empezó a ser de dominio público en 1942. Ocupado y gobernado por los franceses durante las guerras napoleónicas, el castillo fue destruido finalmente por ellos durante la Guerra de la Liga de Augsburgo.
Coca, Segovia (España)
Este monumento destaca por su fábrica de ladrillo y estilo gótico-mudéjar, con una decoración original e imaginativa de los muros. Además, sus murallas aprovechan como asiento los escarpes del terreno que se alzan desde un foso. La fortaleza fue mandada construir en 1453 por el arzobispo de Sevilla y señor de Coca, don Alfonso de Fonseca.
Ciudadela de Jaca, Huesca (España)
Fue diseñado por el ingeniero militar italiano Tiburzio Spanocchi tras un encargo de Felipe II, a modo de estrategia defensiva contra las tropas procedentes del sur de Francia que habían invadido el valle de Tena en 1592. En torno al gran patio central están los edificios que albergaban a la guarnición, oficinas y almacenes. La ciudadela solo fue utilizada defensivamente en la guerra de la Independencia.
Butrón, Bilbao (España)
De origen medieval y ubicado en el municipio bilbaíno de Gatica, este monumento que más bien parece sacado de un cuento fue levantado fruto de un capricho y no para que fuese habitado, ya que las torres y algunas dependencias de su interior no son del todo funcionales. Actualmente pertenece a un grupo empresarial y se encuentra en venta.
Bodiam (Inglaterra)
Fundado por Sir Edward Dallyngrigge en 1385, su principal tarea era la de defender sus alrededores de la invasión francesa, aunque ciertas líneas de investigación sostienen que la razón principal de la construcción de esta belleza artística fue para lucirlo y aparentar, ya que las paredes apenas tienen grosor.
Alhambra de Granada (España)
La Alhambra (en árabe Fortaleza roja) se halla sobre la colina Sabika, uno de los puntos más elevados de Granada, desde 1889. En sus inicios hacía las veces de alojamiento del monarca y de la corte de Reino nazarí de la ciudad. Su decoración está sustentada en el arte hispano musulmán. En 2011 se convirtió en el monumento con más visitas del país.
Kilchurn (Escocia)
Ubicado sobre el Lago Awe y datado del siglo XV, su estado actual en ruinas da un toque de romanticismo a esta estructura, que es en la actualidad una de las más fotografiadas de la isla. El acceso al monumento abandonado está limitado al periodo estival y puede realizarse por barco (desde el muelle de Lochawe), o a pie desde Dalmally.
La Calahorra, Granada (España)
Este monumento domina las tierras del Marquesado granadino desde una colina en las estribaciones de Sierra Nevada. Fue un edificio pionero en España al introducir elementos arquitectónicos y decorativos del Renacimiento. El impulsor de su construcción fue don Rodrigo de Vivar y Mendoza, un personaje que encomendó la ejecución en 1509 a maestros italianos como Michele Carlone.
Monteagudo, Murcia (España)
Esta impactante fortaleza se levanta sobre un puntual rocoso de 149 metros sobre el nivel del mar y se extiende sobre dos plataformas de 400 metros de diámetro. Sus orígenes se remontan a época islámica, con las primeras referencias documentales datadas en 1078-1079, cuando allí fue encarcelado el rey musulmán de Murcia Abderramán Ibn Tahir tras su destronamiento.
Monte Saint Michel (Francia)
Incluido desde 1979 dentro del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco tras haberse declarado monumento histórico en 1862, su belleza arquitectónica lo convierte en el sitio turístico más concurrido de Francia, con más de tres millones de visitantes cada año.
Trakai (Lituania)
Esta fortaleza se encuentra rodeada de lagos, a unos 30 km de Vilna. Encargado por el monarca Kestutis en el siglo XIV, el castillo sufrió daños durante las guerras contra Mascovia y sus ruinas fueron abandonadas. Es idóneo para una perfecta foto, ya que su puente levadizo y el escenario de lagos con barquitas consiguen completar su belleza.
Tosa de Mar, Gerona (España)
Aunque el actual recinto amurallado fue construido en 1387 por el abad Ramón Dezcatlar, los primeros datos recogidos de esta fortaleza aparecen en fecha tan temprana como 1187. Dispone de siete torres circulares, la mayor de las cuales es la del Homenaje o del Reloj, encargada de defender el acceso a la villa dado su emplazamiento. Piratas provenientes de África protagonizaron varias incursiones, todas ellas repelidas con éxito.
Bojnice (Eslovaquia)
Su existencia se remonta al año 1113 y ha sido escenario de varias películas. Tras pasar de unas manos a otras, la fortaleza fue ocupada por la familia de los Thuzos, una de las más poderosas del norte del reino de Hungría. Su interior acogía antigüedades, dibujos, esculturas, etc., hasta que las colecciones se cedieron junto con el castillo a Ján Bata, el dueño de los famosos zapatos Bata en 1939.
Peñafiel, Valladolid (España)
Desde la plaza Mayor de la localidad, se divisa majestuoso el lienzo defensivo de su castillo, un baluarte fundamental en la línea fronteriza y estratégica del Duero, tanto para musulmanes como para cristianos, durante los siglos IX y X. En la actualidad, su interior se ha convertido en sede del Museo Provincial del Vino.
Peles (Rumanía)
Ubicado en Sinaia, a unos 130 kilómetros de Bucarest, este monumento tiene su origen en 1873, año en el que el rey Carlos I de Rumanía comenzó a construirlo. Su estilo oscila entre el neogótico y neorrenacimiento, y cuenta con unas 170 habitaciones.
Orava (Eslovaquia)
Considerado como uno de los castillos más impresionantes de Eslovaquia, fue construido durante el siglo XIII. Muchas escenas de la famosa película Nosferatu, el vampiro (1922) fueron grabadas en este lugar. Su diseño original era de estilo romántico y gótico, y fue derivando hacia uno renacentista y neogótico. Tras un periodo de deterioro y la Segunda Guerra Mundial, se ganó la etiqueta de reconocido monumento nacional.
Olite, Navarra (España)
Es sin lugar a dudas uno de los castillos medievales más bellos y lujosos de Europa, prueba del esplendor medieval de esta ciudad, situada a 42 kilómetros de Pamplona. Mitad fortaleza, mitad residencia palaciega, el llamado Palacio Real de Olite fue Corte de los reyes navarros hasta la conquista del reino y su incorporación a la Corona de Castilla en 1512.
Neuschwanstein (Alemania)
Esta maravilla monumental con vistas a los Alpes Bávaros fue construida en 1866 por orden de Luis II de Baviera, conocido como “el rey loco”. Lejos de contar con un diseño funcional, se trata de un lugar curioso que alberga en su interior referencias a personajes medievales como Fernando el Católico.
Mota, Valladolid (España)
Este enclave elevado sobre la meseta castellana fue un centro estratégico militar y almacén de artillería, dado su enorme tamaño, además de servir como archivo de la Corona durante el reinado de Enrique IV. Se convirtió en uno de los castillos de mayores dimensiones del reino de Castilla con las intervenciones de Juan II, Enrique IV e incluso los Reyes Católicos.
Los Mendoza, Madrid (España)
Se trata de uno de los últimos ejemplos de la arquitectura militar castellana del siglo XV. Su vocación inicial de baluarte defensivo dio paso a la de palacio residencial de una de las familias castellanas más importantes de la Edad Media: los Mendoza. El castillo está circundado por una barbacana y consta de un patio porticado, un sótano y seis plantas. Aunque sigue siendo propiedad del duque del Infantado, la comunidad autónoma se encarga de su administración.
Loarre, Huesca (España)
Este castillo es un claro ejemplo de arquitectura románica militar y civil del siglo XI, que esconde en su interior la propia roca caliza del monte donde se asienta. Dentro de su conjunto están ubicadas la pequeña capilla y la cripta de santa Quitería, a la entrada, y la iglesia, en la que destaca la cúpula, tan inusual en otras construcciones románicas.
Alcázar de Segovia (España)
Se trata de uno de los monumentos más destacados de esta ciudad perteneciente a Castilla y León. Su construcción data del año 1122. Durante la Edad Media se convirtió en uno de los lugares de residencia preferidos de los reyes de Castilla, especialmente de Alfonso X. En 1931 al fin fue declarado monumento histórico artístico.