Chopin, autopsia de un corazón viajero
En este episodio de Muy Música hablamos de un genio que tenía pánico a ser enterrado vivo.
Un estudio publicado por el American Journal of Medicine en el año 2017 determinó la causa de la muerte de Frédéric Chopin: el pianista habría muerto en el año 1849, a edad de 39 años, víctima de una pericarditis, una complicación de la tuberculosis crónica que padecía. Para realizar este análisis, los investigadores realizaron una autopsia del corazón que se conserva en un frasco bañado en coñac en una iglesia de Polonia.
Un genio de la música
El célebre pianista murió Frédéric Chopin nació en 1810. Su padre, que era músico, se esforzó por estimular el talento natural para la música que observó en Fréderic desde que este era muy pequeño. Chopin compuso su primera pieza a los siete años: Polonesa en sol menor y, con el tiempo, se convirtió en una estrella del piano en toda Europa. Músicos del más alto nivel acudían a sus conciertos y le dedicaban los mayores parabienes.
Chopin tuvo una salud muy delicada durante toda su vida, y en 1938 se mudó a Mallorca con su amante, pero en lugar de encontrar alivio allí alivio a su enfermedad, esta se vio más complicada aún debido a la elevada humedad del lugar.
El corazón viajero
Chopin tenía pánico a ser enterrado vivo y pidió que le extrajesen el corazón justo después de morir. Murió en París, y había encargado a su hermana Ludwika que le llevara el corazón a su padre. Ludwika consiguió cumplir el cometido, e introdujo de contrabando el corazón en Polonia, consiguiendo que este descansase un tiempo en la iglesia de la Santa Cruz de Varsovia.
Pero, durante la Segunda Guerra Mundial, con la invasión de Polonia, un alto mando de las SS que era fan de Chopin robó el corazón y lo llevó al cuartel general. Después de la contienda, el corazón fue recuperado y devuelto a la iglesia, donde hoy reposa y descansa en paz.