¿Qué ver en una visita a Barcelona?
La ciudad de Barcelona es símbolo de modernidad y vanguardia. Aunque son innumerables los edificios, avenidas, parques y rincones para visitar, hacemos una selección de los lugares clave que no pueden faltar en una escapada a la Ciudad Condal.
El paseo por Las Ramblas es una de las actividades imprescindibles en la visita a Barcelona. En este famoso boulevard se pueden comprar flores, asistir a diversos espectáculos callejeros gratuitos, pasear entre mimos y estatuas humanas o simplemente contemplar el incesante ir y venir de vecinos y turistas. En las calles adyacentes a Las Ramblas se encuentran numerosos puntos de interés como el Mercado de la Boquería, la Catedral o el Barrio Gótico, un laberinto de calles serpenteantes y plazas soleadas donde retroceder a la Edad Media.
Muy cerca de allí, el barrio de la Ribera, uno de los más antiguos de Barcelona, espera al visitante con el Palau de la Música Catalana y la Basílica de Santa María del Mar, dos de los edificios más interesantes de la zona. Para los momentos de calor, el paseo marítimo une la Ribera con las playas nuevas de la ciudad.
Gaudí en Barcelona
El nombre de Antoni Gaudí viene inevitablemente asociado al de la Ciudad Condal, ya que el arquitecto catalán dejó en la ciudad las huellas imborrables de su obra. El arquitecto desarrolló un estilo único y creó espacio llenos de formas y colores que se alejaban de todas las normas establecidas. Su obra culmen fue, sin duda, el Templo de la Sagrada Familia, todavía en construcción. Llaman la atención sus elevadas torres puntiagudas, que serán 18 al finalizar el templo: 12 dedicadas a los apóstoles, cuatro a los evangelistas, una a Jesús y otra a María.
Otras obras de Gaudí que el visitante no se puede perder en su escapada a Barcelona son la Casa Milá (o La Pedrera) y la Casa Batlló, ambas en el corazón de L`Eixample, un barrio moderno de calles ordenadas en perfecta cuadrícula, atravesadas por la avenida Diagonal. La Casa Batlló, cuyo exterior ilustra la leyenda de San Jordi, patrón de la ciudad, se sitúa en la llamada 'Manzana de la Discordia'. En esta cuadrícula se localizan la Casa Lleó Morera, la Casa Amatller y la Casa Batlló, que difieren enormemente en su estilo y fueron construidas por tres arquitectos modernistas rivales.
El Palau Güell es otro de los edificios diseñados por Gaudí y fue encargado al arquitecto por Eusebi Güell. El palacio recrea las antiguas fortalezas medievales de piedra caliza, verjas con barras puntiagudas y fieros dragones de hierro forjado. Desde el tejado se disfrutan magníficas vistas de El Raval y del puerto.
También por encargo de Eusebi Güell, Gaudí diseñó el Parc Güell, que pretendía ser una nueva área residencial en las afueras de la ciudad con zonas recreativas y 60 casas, aunque finalmente solo se llegaron a construir dos. El Parc Güell es un lugar muy recomendable para perderse durante horas, disfrutar de sus vistas, acercarse a la fuente-salamandra y leer un libro en cualquiera de los originales bancos ondulantes del parque.
Otro lugar donde se mezclan naturaleza y cultura es Monjuïc, al sur de la ciudad. Lo más recomendable es acceder en funicular y, una vez allí, visitar el museo dedicado al pintor Joan Miró. En las faldas del Montjuïc se encuentran las instalaciones deportivas que acogieron los Juegos Olímpicos de 1992.
El día de turismo en Barcelona puede finalizar en las calles del bohemio barrio de Gracia, repleto de bares y terrazas donde cenar y beber algo para reponer fuerzas y vivir el ambiente nocturno de la ciudad.