¿Por qué algunas marmotas hembra tienen un comportamiento masculino?
Las marmotas hembra que comparten el útero con sus hermanos machos durante la gestación absorben testosterona y tienen comportamiento masculinizados tras el nacimiento, según concluye un estudio publicado en la revista Biology Letters.
Las marmotas hembra que comparten el útero con sus hermanos machos durante la gestación absorben testosterona y tienen comportamiento masculinizados tras el nacimiento, según concluye un estudio publicado en la revista Biology Letters.
La bióloga Raquel Monclús, que realizó el estudio durante una investigación postdoctoral en la Universidad de California (EE UU) y actualmente es investigadora de la Universidad Autónoma de Madrid, descubrió en sus experimentos que las marmotas macho de vientre amarillo (Marmota flaviventris) secretan muy pronto testosterona en el útero, que es absorbida por las hembras, que no comienzan a producir estrógeno hasta mucho tiempo después. Como consecuencia, estas hembras presentan diferencias morfológicas y de comportamiento con respecto a sus congéneres del mismo sexo.
Por un lado, para sexar a estos roedores se mide la distancia entre la papila genital y el ano, que en los machos es mayor. Sin embargo, entre las hembras expuestas a altas concentraciones de testosterona en el útero materno la distancia entre la vulva y el ano es intermedia.
Además de estas características físicas, las marmotas masculinizadas son más agresivas, aventureras y juguetonas. Y no permiten la cópula, por lo que no tienen descendencia. A diferencia de sus hermanas que permanecen en la madriguera para ayudar a sus madres a cuidar las nuevas crías, ellas se alejan del grupo como los machos, obligados por el dominante a abandonarlo.
Según los científicos, los resultados del estudio pueden ayudar a comprender mejor la influencia de ciertos compuestos químicos ambientales sobre los interruptores endocrinos de los mamíferos.