¿Cómo se identifica una serpiente venenosa?
Muestra de la biodiversidad que atesora la geografía española es la, para algunos, impensable presencia de serpientes venenosas en su territorio. Sin que resulten abundantes, su distribución y hábitos exige ser cuidadosos para no tener un encuentro desagradable. Pertenecientes a la familia de los vivérridos, estos reptiles cuentan con un sistema inoculador donde se integran dos grandes colmillos huecos y abatibles. Están situados en posición adelantada y se conectan de manera directa con la glándula del veneno.
Existen varias claves para identificar a los tres ofidios venenosos españoles, sólo presentes en la zona peninsular. El rasgo más llamativo de su anatomía es la cabeza. Por lo general, ésta es muy marcada y de forma triangular, con la parte superior recubierta de escamas pequeñas y numerosas. Los inofensivos colúbridos, con quienes pueden confundirse, tienen esa zona frontal cubierta por grandes escamas. Los ojos de las venenosas son más pequeños que los de otras serpientes y su pupila es vertical. Además, el cuerpo de los vivérridos aparece recubierto por fuertes escamas romboidales que componen llamativos dibujos.
Existen varias claves para identificar a los tres ofidios venenosos españoles, sólo presentes en la zona peninsular. El rasgo más llamativo de su anatomía es la cabeza. Por lo general, ésta es muy marcada y de forma triangular, con la parte superior recubierta de escamas pequeñas y numerosas. Los inofensivos colúbridos, con quienes pueden confundirse, tienen esa zona frontal cubierta por grandes escamas. Los ojos de las venenosas son más pequeños que los de otras serpientes y su pupila es vertical. Además, el cuerpo de los vivérridos aparece recubierto por fuertes escamas romboidales que componen llamativos dibujos.