El sonido tierno y aterciopelado de la flauta travesera
Hoy, en un capítulo más de instrumentos ‘unplugged’, nuestra invitada es Pilar Constancio, flautista solista de la Orquesta Sinfónica de Madrid.
El instrumento del que vamos a hablar hoy es hermano de un viejo conocido, la flauta dulce. Pero, en este caso, equivaldría a la hermana ‘que ha estudiado’, como bromea zapata: esta es la flauta travesera.
En primer lugar hablemos de su denominación. Aunque nos pueda parecer que es de viento-metal, de hecho, la flauta travesera es un instrumento de viento-madera. En un principio estos instrumentos estaban hechos de madera, aunque hoy la mayor parte estén hechos de metal. Por otra parte, siempre toca junto a otros instrumentos de madera, como el oboe y el clarinete, y su trabajo no tiene nada que ver con el de la familia de los viento-metal. Sorprende esta curiosidad, ¿verdad?
Ahora podemos encontrar diferentes materiales en las flautas traveseras: madera, metal, diferentes aleaciones, o incluso oro, plata y platino.
El sonido de la flauta suele ser tierno y aterciopelado. Ya hemos aprendido que la técnica del soplado no basta para tocar instrumentos como el clarinete, sino que hay que morder. La flauta no tiene una boquilla con una caña, por tanto la técnica implica el soplado.
Las flautas suelen pesar, la colocación del músico no es cómoda y la técnica es cansada. Por eso, suelen tener solos más cortos que otros instrumentos, por ejemplo, de cuerda.