Muy Interesante

A los forenses les llegan con relativa frecuencia cadáveres en un estado avanzado de descomposición que dificulta su identificación. En la peor de las situaciones, reciben sólo el esqueleto, total o parcial, e incluso fragmentos del cráneo. Para resolver estos casos difíciles, existen diferentes técnicas que normalmente se complementan. Una de las más espectaculares para el profano es la reconstrucción facial en tres dimensiones, que suele estar asistida por ordenador. Consiste básicamente en la obtención de un molde de plástico a partir de la calavera o fragmentos de ella y modelar la musculatura y la piel a partir de la relación existente entre el hueso y el tejido blando que lo recubre. El resultado es asombroso, pues el busto suele aproximarse al aspecto real de la persona.

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