El mundo es un constante fluir de estímulos que pasan ante nuestros ojos y dejan impresiones en nuestra mente que pueden desarrollarse y convertirse en quién sabe qué. El ser humano lleva creando productos culturales de todo tipo y contando historias desde hace siglos y eso hace que se cumpla ese dicho de “ya está todo inventado”. Sin embargo, además de plagado de estímulos externos, también vivimos en un mundo interconectado.
Los videojuegos empezaron a tomar renombre a finales de los 70, convirtiéndose en el patito feo de la industria del entretenimiento que se convertiría en cisne conforme su fama se extendía más y más. Muchos de los primeros títulos no contaban una gran historia, sino que se centraban en ser divertidos y suponer un desafío para el jugador. Algunos arcos argumentales eran tan planos como “eres un fontanero que debe salvar a una princesa de un gorila gigante” y aunque nos hicieron pasar horas y horas ante la pantalla, no se puede decir que nos conmovieran con su historia.
Pero el tiempo pasó y la construcción de los juegos se hizo más y más compleja. No hablamos de mejores gráficos o más opciones en la jugabilidad, sino de una sucesión de hechos entrelazados que hacían que el jugador avanzase y se sumergiera e implicase en lo que estaba viviendo. La trama empezó a ganar peso dentro del juego y consiguió proporcionar un nivel de complejidad a los títulos que no hubiese sido posible si estos no hubieran tenido historia.
En muchos casos, tanto hace años como en la actualidad, los desarrolladores y guionistas encontraban la inspiración en libros. Infinidad de historias contadas hacía años que proporcionaban una narración estructurada, la ambientación perfecta para historias originales o los elementos de los que surgiría un nuevo mundo. Libros, cómics o manga japonés; las páginas son el hogar de personajes y hazañas que, si se adaptan bien, pueden proporcionar una experiencia tan buena en el soporte de un videojuego como lo hacen en su formato de texto original. E incluso, a veces, también ocurre al revés.
Os ponemos algunos ejemplos significativos y reseñables en los que los videojuegos se han nutrido de la literatura y viceversa.
Astérix y Obélix
Imagen: Microsoft.Estos dos personajillos creados por René Goscinny y Albert Urdezo en 1959 no solo son mitos del tebeo francés y la peor pesadilla de las legiones romanas en la Galia, sino que su simpática temática y estética les convierten en un filón casi inacabable para videojuegos de aventuras y plataformas. El ejemplo más conocido es Astérix & Obélix XXL.
Batman y otros superhéroes
Imagen: Playstation.Otro ejemplo de cómo los cómics pueden ser fuente de inspiración y base para explorar infinitas posibilidades en cuanto a trama nos referimos. Podríamos destacar el horrible sistema de vuelo del Superman para Nintendo 64, los frenéticos combates de Marvel Ultimate Alliance o las más que gratas sorpresas de la saga Batman Arkham.
Drácula
Imagen: Nintendo.Cuando Bram Stoker publicó su novela Drácula en 1897 no solo marcó el género de la narrativa de terror y el mundo de los monstruos, sino que además definió uno de los personajes más populares de la historia reciente. Es precisamente de la historia que se cuenta en ese libro de la que surgirán mil y una variantes en torno a la figura del vampiro, algunas de ellas provenientes del mundo gamer. Nosotros, sin duda, nos quedamos con Castlevania.
'Dragon Ball', 'Naruto', 'One Piece' y el manga
Imagen: Microsoft.El manga, esos cómics venidos de Japón, ganaron fama internacional a mediados de los 80 y actualmente es un fenómeno muy extendido en todo el mundo. Desde los 90 se han producido casos en los que un manga se convertía en videojuego (Dragon Ball, por ejemplo), pero también otros en los que el juego vino primero y, debido a su fama, surgió el manga (Pokémon). Las peleas, el diseño de personajes y las variadas tramas que se desarrollan convierten a esta relación manga-videojuego en una de las más tórridas del sector.
El mundo de Lovecraft
Imagen: Call of Cthulhu.El mundo creado por H.P. Lovecraft, al igual que sus libros, tiene algo que te atrapa (y no, no nos referimos a los tentáculos de cierto leviatán). El horror cósmico y la profunda sensibilidad que sus obras poseen le han hecho ganar cada vez más y más fama, traspasando el mundo de la literatura de forma similar a lo que le pasó a Stoker con Drácula. ¿Quién no querría sumergirse en el lúgubre mundo de Lovecraft a través de la seguridad de una consola?¡Ph’nglui mglw nafh Cthulhu R’lyeh wgah’nagl fhtagn!
El nombre de la rosa
Imagen: Filmaffinity.La novela negra predilecta del autor Umberto Eco planteaba un interesantísimo caso de asesinato en medio de disputas religiosas, debates filosóficos y traiciones detrás de cada estantería llena de libros. Reafirmó su éxito con la película (1986) y, un año después del estreno apareció el videojuego La abadía del crímen, claramente basado en la obra de Eco.
El romance de los tres reinos
Imagen: Microsoft.Este es el nombre de un clásico de la literatura china, una novela que cuenta cómo tres reinos libran una intensa guerra que desembocará en la reunificación de China. La desarrolladora Koei se basó (libremente) en el argumento de El romance de los tres reinos para crear un juego de estrategia militar con el mismo nombre y, más tarde, la saga hack & slash que nos ocupa, Dynasty Warriors.
El Señor de los Anillos
Imagen: Microsoft.La obra de Tolkien es inmensa y parecía imposible que las historias de la Tierra Media no hubieran llegando al mundo de los videojuegos. Desde adaptaciones de las aventuras de Bilbo en El hobbit o las desventuras de la Compañía del anillo en El señor de los anillos hasta juegos que profundizan en épocas menos conocidas como Sombras de Mordor, el escritor hizo un claro favor a todo el mundo de la cultura con su trabajo.
Harry Potter
Imagen: Harry Potter Hogwarts Mystery.J. K. Rowling pegó un pelotazo con su saga sobre un joven mago que tendría que hacer frente a quien no debe ser nombrado y pasó a la historia con él. Por eso, no hizo falta mucho tiempo para que Harry Potter fuera adaptado al cine y a los videojuegos. Con mejores y peores títulos, lo cierto es que el niño de la cicatriz con forma de rayo sigue teniendo tirón aun cuando su historia principal terminó en 2011.
La bajada a los infiernos de Dante
Imagen: Microsoft.El poeta eterno Dante Alighieri publicó su obra maestra, La Divina Comedia, entre 1304 y 1321. Sin tener mucho que ver salvo por el nombre de los personajes, la ambientación en el infierno y alguna que otra pincelada en el argumento, en 2010 se publicó Dante’s Inferno. El juego adaptaba este clásico de la literatura y lo convertía en una masacre a guadañazo limpio.
La saga de Geralt de Rivia
Imagen: CD Projekt.El escritor polaco Andrzej Sapkowski publicó La espada del destino en 1992 y presentó a Geralt de Rivia, un brujo que se gana la vida matando a monstruos a cambio de una suma de dinero. La historia continuaría en otros nueve títulos en los que se combinaba la mitología y el folclore centroeuropeo con un mundo de fantasía. Aunque la saga tenía calidad literaria de sobra como para triunfar, la fama le llegó cuando Geralt hizo su entrada en los videojuegos bajo el nombre de The Witcher. La tercera entrega (2015) arrasó con todos los premios.
Imagen: Editorial Hidra
El rincón de Ani – ¡El castillo virtual!
La joven youtuber Ani lanza un libro lleno de aventuras y curiosidades ambientado en el mundo de los videojuegos, donde tendrá que recorrer distintos escenarios (que resultarán bastante familiares a los jugones) para evitar que una terrible plaga se extienda por el mundo real. El libro conserva la esencia del canal El rincón de Ani y plantea al laector un tono divertido y desenfadado, muchos datos interesantes sobre ciencia y tecnología, humor y un ritmo narrativo que consigue mantenerte enganchado a la historia.
Las novelas de Tom Clancy
Imagen: Microsoft.Tal vez sea uno de los ejemplos más claros que tenemos sobre la relación entre libros y videojuegos. El escritor estadounidense Tom Clancy se especializó en novelas de espionaje e inteligencia militar en las que los tiroteos y las misiones imposibles de escuadrones de fuerzas especiales eran el pan de cada día. El camino estaba hecho para que surgieran videojuegos de guerra y shooters ambientados en el mundo del escritor como Rainbow Six o Ghost Recon.
Los útlimos frikis del mundo
Imagen: Editorial Hidra.¿Qué pasaría si las horas delante de una consola son tu última esperanza para un mundo posapocalíptico lleno de zombies y monstruos? Al contrario de los ejemplos que hemos visto hasta ahora, Los últimos frikis del mundo son una serie de novelas juveniles que nacen para homenajear el mundo de los videojuegos a través de una historia divertida y, en algunos momentos, más madura de lo que podría pensarse.
Ready Player One
Imagen: Filmaffinity.Muchos conocerán ese nombre por la exitosa película (2018), pero lo cierto es que la novela ya había ganado cierta fama antes de que Spielberg le echara el ojo. Todo, desde el título hasta el mínimo detalle que se pueda encontrar entre las páginas, es una referencia a la cultura friki, los videojuegos o el cine.
'The Walking Dead' y 'Juego de Tronos'
Imagen: Microsoft.El primero es un cómic y el segundo una saga de libros, pero ambos se han convertido en fenómenos mundiales tanto por su material original como por las adaptaciones para televisión que se han hecho de ellos. Antes de desaparecer en 2018, la desarrolladora Telltale había creado dos videojuegos por capítulos que crecían a partir del mundo de The Walking Dead y Juego de Tronos.