¿Por qué chirría la tiza?
Si no sujetamos de forma adecuada la tiza, puede que no se deslice correctamente por la pizarra, desplazándose a saltos. Estas bruscas interrupciones en el movimiento causan pequeñas imperfecciones en la punta de la tiza, que son las responsables del chirrido que llega a ponernos los pelos de punta. La vibración que se origina se transmite a la pizarra, que la amplifica como una tabla armónica. La alta frecuencia del sonido se debe a las pequeñas dimensiones de la tiza.