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Según una antigua superstición, algunas personas pueden convertirse por sí mismas o por causas ajenas en lobo, tanto en forma como en comportamiento. En la leyenda, los hombres lobo son seres monstruosos que suelen transformarse por influjo de la luna llena y vagan por la noche, a menudo devorando todo lo que encuentran en su camino, incluidos seres humanos. La licantropía, sin embargo, no es más que una variante de la zoantropía, definida en psiquiatría como un tipo de manía alucinatoria en la que el enfermo imagina que se ha transformado en un animal. En el caso del lobo, el afectado puede incluso imitar sus aullidos.

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