Volkswagen T-Cross, diversión y versatilidad en forma de SUV
El nuevo T-Cross, fabricado en la planta Volkswagen de Pamplona (Navarra), llega al mercado con ganas de demostrar que es mucho más que un SUV urbano, con personalidad única e independiente, gracias a sus múltiples posibilidades de personalización.
Que los SUV están de moda es algo innegable. Así lo demuestran las ventas, pues en un mercado que se ha encontrado en plena recesión durante los últimos meses, los SUV –junto con los deportivos– se han convertido en el único segmento que no ha parado de crecer. Además, los utilitarios y los SUV también fueron los que más ventas registraron durante el pasado año 2018, según datos del sector automovilístico. Poco a poco, los todocaminos se han ido convirtiendo en el tipo de vehículo favorito de las familias, siempre atraídas por la amplitud del vehículo, la capacidad de almacenaje, el estilo aventurero y, como no podía ser de otra manera, el confort a la hora de conducir.
Muy concienciados de la popularidad actual de los SUV, que ya representan el 50% en nuestro mercado, raro es el fabricante que no ofrece ya varias propuestas de todocaminos en su catálogo. Volkswagen lo tiene claro, se debe ofrecer al cliente exactamente aquello que busca. Así pues, tras el Tiguan, el Touareg, el Atlas y el T-Roc, la firma alemana apuesta por un nuevo SUV urbano, preparado para ofrecer una experiencia de conducción dinámica, práctica y eficiente. De hecho, aunque comparta muchas de sus características con el T-Roc, sus caracteres presentan diferencias suficientemente notables como no meterlos en el mismo saco. Para empezar, el T-Cross mide 12 cm menos de longitud, 6 cm menos de anchura y 1 cm menos de altura, convirtiéndose en un modelo aún más urbano que su hermano mayor. Con su atractivo diseño, este todocamino se presenta como un modelo flexible con innumerables posibilidades de personalización adicional.
Volkswagen, con el T-Cross, quiere ofrecer al cliente el acceso a su gama SUV sin que tengan que renunciar a un equipamiento premium que lo coloque como referencia de este segmento en auge, ofreciendo un producto divertido, funcional, práctico y flexible.
El T-Cross, que comparte con el Polo la plataforma modular transversal (MQB) del Grupo Volkswagen, se fabrica en la planta española de Navarra. La marca alemana invertirá en esta fábrica alrededor de 1.000 millones de euros para competir en el creciente segmento de los SUV compactos, que según pronostican los estudios, seguirá aumentando en los próximos diez años.

El T-Cross ofrece el máximo nivel de conexión en red y con el mundo exterior. Además, el uso y la individualización de las funciones de a bordo están dispuestos de modo intuitivo.

Esta aplicación facilita la vida con el T-Cross a modo de asistente personal para el vehículo, conectando al conductor y al automóvil.

Entre todos los sistemas de ayuda a la conducción que incluye, se encuentra de serie el sistema de vigilancia Front Assist.

Entre todos los sistemas de ayuda a la conducción que incluye, se encuentra de serie el sistema de vigilancia Front Assist.

Además, también destacan otros como el asistente de arranque en pendiente Hill Start Assist y el sistema de aviso de salida del carril Lane Assist, entre otros.

Su elegante e imponente frontal acentúa la pertenencia a la familia y, aun así, el exterior resalta la individualidad del nuevo modelo de SUV.

Mide unos escasos 4,11 metros de longitud y 1,58 metros de altura, mientras que el tamaño de la batalla hace que parezca muy grande en comparación con la longitud exterior, lo que favorece la oferta de espacio interior.

El salpicadero coincide en color y estructura con los asientos, el cierre del volante y la consola central, lo que confiere al interior del vehículo una imagen desenfadada y deportiva.

El cliente puede escoger entre tres atractivas líneas para el T-Cross: Edition, Advance y Sport. Además, para Sport, hay disponible el paquete R-Line exterior e interior y paquetes de diseño.

Permite plegar por completo el asiento del copiloto, lo que permite alojar objetos de un máximo de 2,40 metros en caso de abatir el asiento trasero.

Gracias al asiento trasero desplazable, el volumen del maletero pasa de 385 a 455 litros. Con el respaldo del asiento trasero abatible, el espacio de almacenaje alcanza los 1.281 litros.

El cliente del T-Cross puede elegir entre tres motores turboalimentados, aunque próximamente llegará al mercado una cuarta opción. Todas las versiones son tracción delantera y disponen de un sistema automático start/stop.