
Seat lleva el Internet de las cosas a las zonas rurales
Tanto el Internet de las cosas como el coche conectado ya han llegado a las zonas rurales gracias a un dron, y ofrecen información predictiva a los conductores en zonas de baja visibilidad o difícil acceso.
Ya hace tiempo que las grandes ciudades empiezan a ver cómo los coches conectados son capaces de detectar peatones, ciclistas y otros obstáculos gracias a la tecnología 5G, de manera que el automóvil recibe información del entorno urbano antes de que la perciba el propio conductor, y la transmite con la clara intención que el usuario cuente con información predictiva que le permita agilizar y mejorar las decisiones que tome al volante en cada momento. Sin embargo, ahora la implementación de esta tecnología también llega a las zonas rurales de la mano de Seat, lo que podría traducirse en una reducción del riesgo de accidentes de tráfico del 69%. Además, y como consecuencia, la llegada del 5G traerá otras ventajas como la disminución de los problemas de atascos con los que convivimos diariamente.
Pero, empecemos por el principio. Cuando hablamos de 5G nos referimos a la quinta generación, sucesora de la tecnología 4G, de tecnologías de telefonía móvil, que permite navegar a una velocidad de hasta 1.2 gigabits por segundo gracias a su baja latencia –el tiempo que pasa entre que envías una petición hasta que recibes el primer bit de respuesta–, lo que permite multiplicar el número de objetos conectados a la red. Todas estas posibilidades que ofrece serán las que ayudarán a desarrollar las denominadas Smart Cities (ciudades inteligentes) en el ámbito de la movilidad.
Así pues, y con la intención de empezar a implementar este tipo de tecnología, Seat, Telefónica, la Dirección General de Tráfico (DGT), Ficosa y Aeorum han puesto en marcha un proyecto piloto muy interesante. Robledillo de la Jara es un pueblo de 90 habitantes situado en la sierra madrileña, a 80 kilómetros de la capital. Su paisaje está formado por robles, pinos, águilas reales y, desde hace unas semanas, por drones y tecnología IoT (Internet de las cosas). El proyecto se basa en que, gracias a un dron y un coche conectado, se detecta a ciclistas y obstáculos en la vía. Para realizarlo, ha sido necesaria una conectividad móvil celular con las primeras características de esta futura red 5G. El objetivo: dar al conductor un sexto sentido para prevenir accidentes de tráfico.

César de Marco, responsable de 5G Connected Car de Seat, explica que durante años “hemos visto como el coche es capaz de comunicarse en ciudad con su entorno”. Sin embargo, añade que “ahora, también en zonas rurales”.

“En esta prueba piloto incorporamos un dron, que envía la información a la red celular y ésta al vehículo, y el conductor tiene la información en el cuadro de instrumentos”, asegura César de Marco.

El ser humano tarda unos 150 milisegundos en reaccionar al tacto, la vista y el olfato. Con la futura conectividad 5G, el tiempo de reacción desde que se detecta un obstáculo hasta que se comunica con el coche es de cinco milisegundos.

“Gracias a esta tecnología celular, que ya tiene características 5G, podemos obtener una baja latencia y detectar a tiempo real la presencia de ciclistas o vehículos en la carretera”, asegura de Marco.

La cámara del dron captura una imagen, como por ejemplo un ciclista circulando por la carretera. Después, el dron envía la imagen en tiempo real a un servidor MEC (Multi-Access Edge Computing).

El servidor MEC dispone de un software de visión artificial, que analiza la imagen y detecta si hay una bicicleta o algún otro obstáculo. Una vez analizada la información, se envía un aviso al vehículo conectado, y éste enseña una alarma en su cuadro de instrumentos. El conductor ya sabe que hay un ciclista más adelante y debe dejar distancia de seguridad para adelantarle.

De Marco comenta que “lo que queremos es poner la tecnología al servicio de la seguridad en carretera”. Más de la mitad de las muertes por accidentes de tráfico con de los usuarios más vulnerables: ciclistas, peatones y motociclistas.

En Europa, 2.100 ciclistas mueren al año y otros 250.000 resultan heridos. “Los drones van a poder proteger zonas de baja visibilidad, así como zonas con un difícil acceso”, ha concluido de Marco.

Con la futura implementación de la tecnología 5G, se podría reducir un 69% el riesgo de accidentes de tráfico, según datos de las asociaciones automovilísticas internacionales de 5G (5GAA).