La historia del Opel Kadett y Astra
El Opel Kadett, lanzado en 1936, inició la historia del Opel Astra. Un compacto que acumula más de 21 millones de ventas y va ya por su onceava generación.
En 1936 se lanzaba al mercado un modelo que cambiaría la historia de Opel. La primera generación del Kadett causó sensación desde el primer momento, conquistando a los periodistas por sus capacidades dinámicas y su relación calidad-precio. La firma alemana dio en el clavo y se centró en mejorar un vehículo generalista con bajos costes de mantenimiento pero muchas opciones. Este modelo fue el precursor del Opel Astra actual, un compacto que forma parte de una nueva hornada alemana, creada bajo el paraguas del grupo francés PSA al que pertenece. La denominación Astra sustituyó al Kadett en 1991, momento que marcó un antes y un después. Este cambio llegó tras la adopción de ese nombre por parte de Vauxhall (1980), el fabricante británico de los modelos alemanes. Una modificación que pudo traerle suerte dado que ese modelo es, a día de hoy, el modelo Opel más vendido de su historia.
Entre ambos modelos, Kadett y Astra, Opel ha vendido más de 24 millones de unidades. Es más, si uniéramos todos esos vehículos matriculados se superarían los 100 000 kilómetros de longitud. Esa distancia es la misma que dar dos vueltas y media a la Tierra por el ecuador. Pero más allá de los números, el Kaddet primero y luego el Astra, han sido coches capaces de transmitir la pasión por el automóvil y la tecnología. Son más de once generaciones y todas ellas comparten un elemento común: la democratización de sistemas premium en una marca generalista. Este eje vertebrador de Opel sigue presente en 2019 y en la última hornada de Opel Astra, presentada en el Salón Internacional de Frankfurt de 2019.
Como no puede ser de otra manera, el Astra 2019 incorpora ligeros retoques estéticos a la última generación y sus ingenieros han trabajado para crear el modelo más eficiente hasta la fecha. Para conseguir ese hito, los diseñadores han desarrollado una de las carrocerías más aerodinámicas del mercado, con un coeficiente de 0,26 Cx. Tampoco se han olvidado de dotar a este compacto con lo último en equipamiento tecnológico y digital, entre los que destacan los nuevos faros LED eficientes.

El primer Opel Kadett fue presentado en 1936 y contaba con un as bajo la manga: su construcción de carrocería monocasco. Este método de fabricación, que sería el inicio de las plataformas que conocemos hoy en día, redujo drásticamente el coste de producción. Era un vehículo con grandes capacidades dinámicas, suspensión delantera independiente y trasera de ballestas y un motor de cuatro cilindros en línea que rendía 23 CV.

Se fabricaron cerca de 650 000 unidades de la segunda generación del Opel Kadett, en marcha hasta 1965. Era un modelo más familiar, con un espacio interior muy amplio y un maletero realmente considerable para la época. Su motor de 1.0 litro desarrollaba 40 CV pero su diseño fue el que conquistó al mercado.

En esa época, Estados Unidos estaba plagado de fastback con la zaga inclinada. Opel se inspiró en esos modelos para crear la tercera generación del Kadett, un modelo más largo y espacioso. Se vendieron más de 1,6 millones de unidades por todo el mundo y los clientes podían escoger entre el bloque de 45 CV o el 1.1 S de 55 CV.

En 1973 apareció el Opel Kadett C, el último modelo con tracción trasera que incorporó una variante GT/E en 1975. Esta versión montaba un bloque 1,9 de Bosch que rendía 105 CV, una cifra considerable si tenemos en cuenta que este Kadett solo pesaba 900 kilogramos. Se vendieron 1,7 millones de unidades de esta cuarta generación, que estrenó el eje delantero de doble brazo.

En el Salón de Frankfurt de 1979 debutaba el primer Opel Kadett de tracción delantera. Pese a ser más corto que el modelo anterior, ofrecía más espacio en su habitáculo, un maletero de 1 425 litros y presentaba un eje trasero torsional. Además, montaba un bloque OHC de 1,3 litros con 60 o 75 CV. Esta generación también contó con carrocería de dos volúmenes y su variante deportiva, GTE, calzó un propulsor de 115 CV.

Este modelo fue condecorado como Coche del Año en Europa (COTY) en 1984, el premio más prestigioso del viejo continente. Se vendieron más de 3 millones de unidades desde 1984 hasta 1991, y su nueva carrocería lo catapultó a la zona alta de matriculaciones. Era un modelo ciertamente aerodinámico, con un coeficiente de penetración de 0,39 Cx, el mejor dato de su categoría. Muchos recordarán esta generación por la aparición de su versión GSi, un icono de los deportivos de la época gracias al motor 16 válvulas de 1987.

Llegó el cambio de nombre y con él la época dorada de este modelo. Entre 1991 y 1997 se fabricaron cerca de 4,13 millones de Astra F, un compacto que ofrecía un muy buen espacio interior, confort en marcha y sistemas de seguridad de gamas superiores. También fue un avanzado en el aspecto ecológico y todos sus motores montaban un catalizador para reducir las emisiones.

Esta generación se podía adquirir en carrocería tres volúmenes, coupé o descapotable, además de las versiones de tres y cinco puertas y su silueta familiar. Los ingenieros trabajaron en el aspecto dinámico, mejorando su rigidez torsional, y en el aspecto lumínico de sus faros halógenos. Tenía una distancia entre ejes más larga, lo que le permitía ofrecer más espacio en el habitáculo y un maletero de 370 litros de capacidad.

Elegir un Opel entre 2004 y 2009 era coser y cantar. Se ofrecía con hasta doce motores distintos, con potencias que iban de los 90 a los 240 CV, y en siete variantes de carrocería. Era la tercera generación del Astra y había mejorado mucho dinámicamente gracias al chasis adaptativo, con control electrónico de la amortiguación. Este era un sistema reservado a los coches de lujo o deportivos, como también sucedía con muchos de los sistemas de seguridad que incorporaba.

Su diseño se afilaba pero apenas había cambios destacables. Donde sí encontrábamos innovación era en el apartado tecnológico, con la incorporación de la cámara delantera Open Eye. Era el inicio de sistemas que ahora damos por sentados como son la lectura de señales de tráfico, avisos por cambio involuntario de carril o luces automáticas que se ajustan mediante el entorno.

Se presentó en el Salón de Frankfurt de 2015 y era ciertamente continuista respecto a la anterior generación G. Eso sí, su conducción se afinaba todavía más, el confort en marcha era superior y aparecía la iluminación inteligente adaptativa matricial IntelliLux LED. Esta tecnología, reservada a modelos premium como Audi, se introdujo en un coche generalista gracias a Opel. También aparecieron muchos otros sistemas de asistencia a la conducción y seguridad.

La última actualización trae pocas revoluciones estéticas pero muchas mejoras en el campo de la eficiencia. Gracias al trabajo en el aspecto aerodinámico de su carrocería, el nuevo Opel Astra tiene un coeficiente de penetración de 0,26 Cx, siendo líder de su categoría. Este detalle, junto a los nuevos propulsores de aluminio más ligeros, permite reducir las emisiones de CO2 en hasta un 21%.