
El Crossland se viste de actualidad
Opel presenta un restyling profundo del Crossland, el primer B-SUV de la marca que fue presentado en 2017 y que ahora adopta el frontal del Opel Mokka. Sale desde 19 400 euros.
Opel no para. Hace unas semanas hablábamos del nuevo Mokka, presentado de forma oficial y que ya tiene precio de lanzamiento. Este B-SUV ha sido completamente rediseñado y fue el encargado de mostrarnos el nuevo lenguaje de diseño de la firma alemana del grupo PSA. Ahora le toca el turno al Opel Crossland, otro SUV compacto de la firma del rayo. Muchos os preguntaréis ¿Por qué Opel tiene dos modelos tan parecidos en su portfolio? Pues, como todo en esta vida, tiene un sentido. Para la marca es muy importante cumplir con las demandas de todo tipo de clientes, desde los más aventureros y atrevidos hasta las familias que buscan un coche pequeño pero versátil. Ambas cosas las puedes encontrar en el Mokka y el Crossland, pero tienen aspectos que los hacen muy diferentes. Para empezar su precio, el Mokka es ligeramente más caro que el Crossland, con precios que parte de los 19.750 euros y 19 400 respectivamente.
Luego está la funcionalidad de cada uno, siendo el Crossland más adecuado para familias o personas que requieran de un espacio de carga superior. Otro tema clave es el diseño. A pesar de adoptar el frontal Opel Vizor, el Crossland mantiene unas líneas más sutiles y acordes con la tendencia actual de líneas atemporales y germanas. Sin embargo, los retoques le han sentado genial y consigue colocarse a la altura de un segmento muy competido.
Como no es lo mismo leerlo que probarlo, nos hemos acercado a las oficinas de PSA para conducir el nuevo Opel Crossland y dilucidar si existen tantas diferencias con el Mokka. Lo primero que corroboramos es lo que nos dieron a entender sus imágenes: ha cambiado, y mucho. Se trata de un restyling pero, acostumbrados a cuatro retoques, parece más bien otra generación. El nuevo frontal, al más puro estilo Opel Manta de los 70, lo hace parecer más ancho pero también más actual. Los grupos ópticos tienen tecnología LED de serie y parece que formen parte de la propia parrilla, más fina y elevada que de costumbre. Pasamos al interior y nos sorprende la continuidad de su habitáculo, con tal cambio exterior esperábamos más dentro. Nos sentamos frente al volante y os contamos qué tal va este nuevo Opel Crossland 2020.

El nuevo Opel Crossland pierde la X que contenía su denominación anterior, como también ha sucedido con el Mokka. Ambos comparten nuevo logo y también un frontal completamente actualizado, que forma parte de un lenguaje de diseño llamado Opel Vizor. Esta línea estética, que rinde homenaje al Opel Manta de 1970, consigue aportarle una personalidad renovada, fresca y más juvenil.

El Opel Crossland X fue presentado en 2017 como su primer B-SUV y, desde entonces, ha acumulado más de 300 000 unidades matriculadas en todo el mundo. Es el segundo modelo más vendido de la marca, por detrás del Astra, y se fabrica al 100% en la planta que la marca tiene en Figueruelas (Zaragoza).

Pese a adoptar un frontal del pasado, el nuevo Crossland encaja a la perfección con el presente. Los grupos ópticos delanteros, algo inclinados, contienen tecnología LED de serie, algo poco visto en el segmento B-SUV en el que compite. Un mercado en el que también encontramos a su hermano Mokka, el Seat Arona, Volkswagen T-Cross, Hyundai Kona o Peugeot 2008 entre otros muchos.

El perfil permanece inalterable respecto al modelo anterior, con el elemento cromado que recorre las ventanillas desde el parabrisas al pilar C trasero. Ese detalle, que ya poseía el Crossland X, es uno de sus elementos que más personalidad le aportan. El portón trasero cuenta ahora con protectores inferiores negros y bajo la luneta se repite dicho tono, algo que ayuda a aportarle amplitud visto desde atrás.

El Crossland 2020 repite los niveles de equipamiento del Mokka (Edition, Business Elegance y Ultimate) e incorpora el acabado GS Line. Esta última opción, similar al Business Elegance en cuanto a equipamiento, aporta un toque más deportivo con la línea de las ventanillas en rojo, un color que se repite en el interior. También cuenta con un diseño de llantas específicas, barras en el techo y asientos AGR (más confortables).

El habitáculo del Crossland 2020 apenas ha sufrido cambios. Ahora existe una tapicería de Alcantara para el nivel Ultimate, con algo de cuero en el respaldo de los asientos, pero poco más. También encontramos el Head Up Display (opcional) y una pantalla de 8 pulgadas en los niveles superiores. Su funcionamiento es intuitivo y es compatible con Apple CarPlay y Android Auto pero el navegador deja mucho que desear.

Una de las claves del Crossland, frente al Mokka y el resto de rivales del segmento, es su versatilidad. Las plazas traseras se pueden desplazar (adelante o atrás) hasta 15 centímetros en función de nuestras necesidades. Es un sistema que permite modificar el espacio para las piernas de los pasajeros o ampliar la capacidad del maletero, que pasaría de 410 litros a 520 litros.

El Mokka fue presentado con la variante eléctrica, algo que no encontraremos en el Crossland. A cambio, Opel asegura que tiene uno de los coches menos contaminantes del mercado, con el menor CO2 expulsado en ciclo NEDC. Los motores han sido reajustados para priorizar el consumo, siendo inferior a 5 l/100 km en los bloques gasolina y menor a 4 l/100 km en los diésel. Eso sí, son cálculos realizados en ciclo NEDC y, por tanto, distan bastante de la realidad.

El Opel Crossland estará disponible con dos motores gasolina y dos diésel. El primero de ellos es el bloque 1.2T con potencias de 110 y 130 CV. Ambos pueden ir asociados a una caja de cambios manual de 6 marchas, pero el más potente puede montar la automática de 6 velocidades. Los diésel 1.5D tienen 110 o 120 CV y la transmisión es manual y automática respectivamente.

Nos subimos al nuevo Crossland con motor diésel de 120 CV y cambio automático. Alcanza los 183 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 11,5 segundos. Su consumo homologado, en ciclo WLTP es de 5,4 l/100 km, con unas emisiones de CO2 de 140 gr/km. La unidad probada contaba con el acabado Ultimate y su precio de partida es de 25 250 euros.

En una prueba tan breve, de apenas 40 kilómetros, no tienes tiempo para detectar grandes cambios. Sin embargo, la calidad de rodadura sí se percibe superior, algo en lo que Opel suele ser de los mejores. Los asientos AGR son 100% recomendables, con una ergonomía muy buena y sujeción suficiente para todo tipo de cuerpos.

El Opel Crossland 2020 es algo más barato que el Mokka, con un precio de partida de 19.440 euros para el modelo con motor gasolina 1.2T de 110 CV y cambio manual de seis velocidades. El primer diésel, también de 110 CV y cambio manual, sale desde cerca de 20.000 euros. El motor gasolina con el acabado tope de gama cuesta 150 euros menos que el diésel, el modelo probado.