
El coche autónomo de Seat está en camino
El proyecto piloto Diana investiga los sistemas necesarios para lanzar el primer coche autónomo de Seat, ideado para la movilidad urbana inteligente.
El futuro de la automoción parece alejar al ser humano de los mandos del volante, cediendo el protagonismo a los cálculos y la conectividad. El avance del 5G parece clave para la tan ansiada conducción autónoma, aquella que nos permita viajar sin tener que estar pendiente de la carretera y el resto de los usuarios de esta. La legislación es, a día de hoy, el reto más complicado de las firmas europeas. Algo distinto sucede en Estados Unidos, donde algunos estados cuentan con cierto margen para las pruebas y los ensayos con los coches autónomos. De ahí que la tecnología de Tesla sea la más avanzada, por ahora. Seat no quiere dejar el trozo del pastel a los demás y, con la colaboración del Centro Tecnolóxico de Automoción de Galicia (CTAG) ha puesto en marcha el proyecto piloto Diana. Este estudio testeará funciones que pueden anticiparse a los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (ADAS) y hemos empezado a ver sus primeros pasos.
Antes de introducir al vehículo que servirá para poner todos estos avances a prueba, hablaremos de la conducción autónoma. Puede que la tecnología para que el coche vaya solo, con la aparición del 5G en nuestras vidas, sea ya una realidad. Sin embargo, son muchos los pasos previos que deben cumplirse antes de dejarnos llevar por una máquina con cuatro ruedas. Con la intención de marcar ese camino, existen seis niveles de autonomía (valorados del 0 al 5) del vehículo clasificados en función de los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción y su intervención parcial o total. Tal como lo explica Seat:
- No hay automatización, el conductor controla todas las funciones del coche y no cuenta con ADAS que intervengan en su seguridad.
- Tiene algunas funcionalidades de asistencia, como la dirección asistida o el control de crucero, pero es el conductor el que decide si usar o no estas ADAS.
- El conductor sigue controlando la conducción, pero las ayudas pueden regular detalles clave como la dirección o la velocidad bajo la supervisión del conductor. Un ejemplo sería la frenada de emergencia o el asistente de mantenimiento de carril.
- El sistema de ADAS controla todos los aspectos dinámicos de la conducción (dirección, velocidad y entorno) pero con vigilancia. El conductor ya no tiene que intervenir, y el vehículo es capaz de superar cualquier incidente, pero el humano debe estar preparado para actuar en caso de peligro. El proyecto Seat Diana se sitúa en este estadio.
- Es el paso siguiente, en el que el vehículo es capaz de realizar las funciones de manera autónoma en todas las circunstancias. El conductor ya no debe estar pendiente y puede hacer otras cosas durante el trayecto.
- Automatización completa, el conductor deja de serlo e incluso pasa a ser recogido por el propio vehículo casi como si fuera un metro individual.
Diana es un laboratorio sobre ruedas, un proyecto que nace con la única intención de investigar y testear funciones que mejorarán los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (ADAS).

Diana es un laboratorio sobre ruedas, un proyecto que nace con la única intención de investigar y testear funciones que mejorarán los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (ADAS).

El nombre proviene de la herencia griega y homenajea la diosa de la caza, protectora de la naturaleza y la Luna. Este ser mitológico siempre está representado con un arco y flechas, que le servían para cuidar y proteger los bosques y la vida que nace de ellos. Un icono digno de un futuro verde y sostenible, algo urgente para el planeta.

Diana cuenta con la colaboración del Centro Tecnolóxico de Automoción de Galicia y se enmarca en la plataforma Seat Innova. Este espacio, desarrollado con el fin de afrontar un porvenir repleto de desafíos, promueve la investigación en todas las áreas de la compañía mediante la cocreación y el modelo empresarial de start-up.

El Seat León en el que se basa el Diana incorpora 5 sensores lídar, 5 radas, 6 cámaras, 12 ultrasonidos y 8 computadoras que controlan la periferia del coche por completo (360º). Según Oriol Mas, ingeniero de I+D de Seat, estos dispositivos: “permiten que el coche sepa dónde está colocado, qué obstáculos hay en su entorno y es capaz de decidir hacia dónde tiene que ir y ejecutar de manera autónoma las acciones sobre volante, frenos, acelerador y cambio de marchas”.

Diana se enmarca en el nivel 4 de coche autónomo, de modo que el conductor cede el control al coche pero debe estar pendiente para retomar la guía ante cualquier imprevisto. Diana modifica la intromisión de los ADAS en función de tres escenarios: Autonomous Chauffeur, Automated Valet Parking y Summoning.

El primer modelo se refiere a las situaciones de baja velocidad y parada, mientras el Automated Valet Parking se encargará de buscar plaza libre y aparcar el coche solo. En cambio, en el Summoning será el propio vehículo el que pasará a recoger al usuario en un punto concreto y lo llevará hasta su destino.

Desde una aplicación móvil, el usuario solicita la presencia del coche y le marca el trayecto que debe realizar. “Gracias a su gran precisión, de centímetros, del sistema de localización en el mapa HD, el coche sabe en todo momento que está en el carril adecuado”, comentó Oriol Mas.

El proyecto Diana ha contado con un sinfín de retos para su aprobación, tal como nos cuentan los ingenieros de I+D de Seat pero “Es importante dar robustez a esta tecnología, continuar desarrollándola y testeando su funcionamiento para garantizar que el sistema es seguro al 100%”, sostiene Oriol Mas. También considera que será clave para descongestionar grandes ciudades y zonas de movilidad compleja.