
El camino eco de Opel
Opel ha aprovechado al máximo su incorporación al grupo PSA, recurriendo a las arquitecturas modulares que han transformado, evolucionado y electrificado su gama.
Hace unos días os hablamos del Opel Manta GSe ElektroMOD, un ejercicio de desarrollo que ha rescatado la originalidad de los años 70 para montar un propulsor eléctrico con hasta 200 kilómetros de autonomía. Este modelo fue el encargado de inspirar a los diseñadores del actual Opel Mokka, del que os hablamos en este artículo y que pudimos probar en su variante de propulsión y 100% eléctrica: el Mokka-e. Este SUV juvenil y atrevido compartirá ventas con el Grandland, que también ha estrenado propulsión híbrida enchufable hace unos meses. Tampoco se nos ha escapado de las manos el nuevo Opel Corsa-e, el compacto de la firma que está disponible tanto en versiones gasolina, diésel como cero emisiones, bajo la denominación Corsa-e. En resumen, las baterías han llegado a la firma del rayo para quedarse.
El transporte, de personas y bienes, se encuentra en el foco de cualquier gobierno con programas para rebajar las emisiones globales. La crisis climática ha acelerado el proceso de electrificación de forma drástica, exigiendo un nivel de emisiones y revolución mecánica sin parangón para las firmas de la automoción. Los fabricantes se han puesto las pilas, o se han enchufado (depende de como se mire), con el objetivo de desarrollar vehículos menos contaminantes. Este desafío ha llegado acompañado de un movimiento global de las marcas, que han decidido asociarse para poder hacer frente a tanto cambio. Opel, por ejemplo, fue absorbida por el grupo PSA en febrero de 2017. Esta asociación ha permitido a la firma del rayo lanzarse a la conquista del mercado electrificado gracias a la utilización de las plataformas modulares CMP.
Formar parte de PSA, que ahora es a su vez Stellantis tras la unión del grupo FCA al conglomerado, permite reducir notablemente los costes de fabricación. La arquitectura CMP del Corsa, e-CMP para el Corsa-e, es la misma que utiliza el Mokka y su versión eléctrica, pero no solo eso. Esta plataforma también se usa para el DS 3 Crossback, el Peugeot 2008 e incluso el Citroën C4. Para los modelos más grandes está reservada la variante EMP2, centrada en la introducción de la propulsión híbrida enchufable. Te lo contamos mejor en la galería.

Ante tal oportunidad, la firma del rayo se ha lanzado a la renovación de su gama tanto comercial como de turismos. De ahí que en cuestión de un año hayamos asistido a la actualización del nuevo Corsa, Grandland, Mokka y sus furgones Combo, Zafira y Vivaro.

Los modelos nombrados anteriormente darán paso a la renovación completa, que llega con las generaciones venideras del Astra o el Movano-e. Es de suponer que compartan gran parte de la tecnología presentada hasta la fecha, de modo que vamos a repasar qué plantean los lanzamientos de Opel.

Hace 39 años se lanzó el primer Opel Corsa, un modelo que ha recopilado más de 14 millones de ventas. Con la electrificación ha llegado su última renovación, una nueva generación que ha introducido la plataforma modular CMP y sus ventajas.

El Opel Corsa puede adquirirse con propulsores tradicionales, gasolina y diésel, pero también en su variante Corsa-e, 100% eléctrica. Al crearse sobre la misma arquitectura su producción no es tan cara, lo que permite un precio razonable sin llegar a ser económico. Está disponible desde 28 991 euros.

La variante eléctrica del Corsa recurre a un propulsor de 136 CV de potencia capaz de acelerar de 0 a 50 km/h en 2,8 segundos. Se puede gestionar la carga a través de los tres modos de conducción (Eco, Sport y Normal) para alcanzar hasta 337 kilómetros de autonomía (Ciclo WLTP).

La batería del Opel Corsa-e tiene 50 kWh de capacidad y puede cargarse en tomas rápidas de 100 kW en apenas 30 minutos (0 al 80%). Dicho dispositivo está desarrollado por el grupo Stellantis, es la misma que utiliza el Opel Mokka-e.

El Opel Mokka ha sido el gran protagonista de esta nueva hornada de vehículos. Su diseño ha cambiado por completo, estrenando el Opel Vizor extraído del concepto del Manta. En su interior vemos un espacio más limpio y conectado, llamado también Opel Pure Panel y que cuenta con muchas opciones de personalización.

El Mokka, como el Corsa, puede adquirirse en versiones gasolina y diésel. Sin embargo, su lanzamiento se produjo bajo la denominación Mokka-e, el modelo 100% eléctrico. Esta opción llega equipada hasta los topes, con faros de LED de serie, llantas de 16 a 18 pulgadas, pantalla central de 7 a 10 pulgadas e instrumentación de 7 a 12 pulgadas.

Este SUV juvenil y atractivo tiene una potencia cero emisiones de 136 CV y un precio de acceso de 35 400 euros (sin descuentos o promociones). La batería de 50 kWh de capacidad ofrece de 324 a 332 kilómetros de autonomía y llega con un cargador AC integrado de 7 kWh. En una toma rápida de 100 kW alcanza la carga del 0 al 80% en 30 minutos.

El Mokka compite, dentro de su propia marca, por la atención de clientes muy parecidos al del Grandland. Este último es un modelo más racional, pensado para familias con necesidades de espacio y modularidad. A la hora de electrificarlo Opel ha apostado por la tecnología híbrida enchufable que también podemos ver en la gama de Peugeot.

El Opel Grandland Hybrid se conforma de un bloque 1.6 turbo de 180 CV, combinado con un cambio automático de 8 velocidades y un motor eléctrico de 110 CV. El Grandland Hybrid 4, en cambio, usa el mismo motor pero de 200 CV y cuenta con dos bloques eléctricos que elevan su potencia conjunta hasta los 300 CV.

Opel no solo tiene turismos, también furgonetas para el uso comercial. La electrificación también ha llegado a esa vertiente, con el lanzamiento de modelos como el Opel Vivaro-e y Combo-e, con sus versiones Life ( camper) y Cargo (transporte material). Las autonomías de estos modelos rondan los 230 a 330 kilómetros.