Carreteras que te quitarán el hipo
El automóvil ha permitido el acceso a lugares recónditos. Para ello han tenido que crearse las infraestructuras necesarias para que los coches pudieran circular y, en muchos casos, esas carreteras han dejado estampas espectaculares.
Hace meses que coger un avión parece un milagro. Incluso algunos echamos de menos el intenso y tedioso protocolo del control de seguridad, algo a lo que nos acostumbramos a cambio de vivir experiencias más allá de nuestras fronteras. Sin embargo, la pandemia nos ha abierto las puertas de métodos del pasado, como viajar en coche o vehículo de ocio. Si eres de los que aman estar en contacto con la naturaleza y no te va lo establecido, esta lista de los 10 campers más baratos del mercado te interesa. Si lo tuyo es recorrer zonas inhóspitas con destinos sorprendentes, lee con calma esta galería de las mejores carreteras del mundo.
Conducir es un placer para muchos. Un tránsito de calma y de concentración que nos permite relajarnos y sacar lo mejor de nosotros mismos. Los tramos de curvas son nuestra mejor vía de escape, pero también acaban haciéndose repetitivos. En Cataluña existen carreteras de vértigo pero son las que son, lo mismo sucede en la Sierra de Madrid o los pueblos blancos de Andalucía. Por ese motivo, muchos conductores sueñan con cargar las maletas en su deportivo, sea un compacto GTI o un hypercar, y darse el capricho de circular por lugares alucinantes. Si no queremos alejarnos mucho podemos visitar el puente de Storseisundet, en Noruega, reconocido por sus vistas sinsentido y carreteras heladas. Más cerca aún está el viaducto de Millau, que une París con Barcelona por la A-75 y que no es apto para conductores con vértigo.
El riesgo, sin embargo, también es gasolina para los amantes de la conducción. En este artículo os recordamos algunas de las carreteras más peligrosas del mundo, que son, a su vez, de las más bonitas e increíbles que podemos encontrar. ¿Lo mejor de todo? En todo el mundo existen carreteras que te dejarán sin habla. Podrás encontrar parajes nevados en la autopista de James Dalton (Alaska), carreteras que parecen una atracción en Pakistán o tramos revirados casi perfectos en la Transfagarasan (Rumanía), un templo para los auténticos petrolheads. Prepara una libreta para apuntar alguna de las carreteras más alucinantes, bonitas, peligrosas y sensoriales del planeta.

The Guardian destaca esta carretera como una de las mejores del mundo. Es la pista encargada de unir las islas de Molde y Kristiansund, a través del fiero e inestable Atlántico. Las imágenes lo dicen todo. Curvas peraltadas, olas que cruzan la carretera, puentes que se retuercen… Una obra de arte de la ingeniería. La Atlanterhavsveien (su nombre en noruego) tardó más de 6 años en construirse.

El Viaducto de Millau es, por ahora, el puente de circulación más alto del mundo con 343 metros de altura. Son 2,5 kilómetros de carretera que se encuentra en la autovía A-75, que une París y Barcelona. Norman Foster fue su arquitecto y el objetivo de su obra fue reducir las congestiones en la población de Millau. Tardó 3 años en acabarse (2004).

Es una vía que siempre está presente en las listas, ya sea sobre carreteras bonitas como peligrosas. Se construyó en 1 930 por prisioneros paraguayos y se encarga de unir La Paz con la selva amazónica y sus poblaciones más aisladas. Son 80 kilómetros de curvas con vistas increíbles pero, en algunas zonas, apenas caben dos coches. La caída es de más de 1 000 metros y fallecen allí cerca de 300 personas al año.

Del calor y la selva de Bolivia pasamos al desierto helado de Alaska. La autopista de James Dalton se construyó en 1 974 para acceder al campo petrolífero de Prudhoe Bay, a tocar del Ártico. Está tan aislada que solo hay una gasolinera en la milla 56 y, a lo largo de sus 666 kilómetros, solo existen 3 pueblos.

Japón, para quien no lo sepa, es el destino ideal de los amantes del esquí y la nieve pero también para los que quieran viajar por carreteras alucinantes. La Tetayama Kurobe es una carretera que une las ciudades de Omachi y Toyama, cruzando el Parque Nacional de Chubu Sangaku. No se puede circular en coche particular así que deberás cruzarla en bus de noviembre a mayo, junto a centenares de turistas de todo el mundo.

Llamar a este paso carretera es muy optimista pero debía estar en nuestra lista por su preciosidad. Los lugareños tenían la necesidad de unir los pueblos al Nanga Parbat, uno de los picos más altos del mundo. Son 10 kilómetros de grava pero las vistas merecen correr cualquier riesgo. La mejor opción será dejar el coche atrás y recorrerla con bicicleta o andando.

La relación entre las carreteras más bonitas del mundo y las más peligrosas sigue su curso. Ahora os trasladamos a China, a las montañas de Taihang. Esta vía se construyó en 1 972 y todavía no existe una mejor alternativa para llegar a la aldea de Guoliang, desde donde se alcanza el Monte Tianti.

Si lo que queremos es una carretera en la que disfrutar de nuestros coches y sus capacidades, la Transfagarasan no puede faltar en la lista. Esta carretera se hizo famosa por el programa Top Gear y, desde entonces, centenares de aficionados al motor la visitan cada año. Sus paellas y curvas sacan lo mejor de cada conductor, como las vistas de sus copilotos.

Es posible que no tengamos la opción de visitar Rumanía, por falta de días y tiempo. En ese caso, el Col de Turini cumplirá nuestras expectativas con creces. Es un puerto de montaña popular por acoger el Rally de Montecarlo, una prueba histórica del WRC. En función del tramo, los pilotos tienen que superar infinidad de horquillas y las rectas no se encuentran en su vocabulario.