Las barbas a remojar

En las últimas décadas, se pone de moda de vez en cuando y hay decenas de tipos de ellas, algunas con nombre propio. Por ejemplo, se llama completa o corrida a la barba abundante que se extiende por toda la cara; la moderna es recortada y mucho más fina que la anterior, y sotabarba, la usada tradicionalmente por los marineros, que la dejaban crecer sin bigote bajo la barbilla.
Perilla es aquella en la que se afeitan los carrillos y que en algunos países se llama barba de candado, por su semejanza con él, o de ancla si es puntiaguda en la barbilla.
Luego está la de chivo, que crece escasamente en la cara y abundante debajo de la boca; o la mosca, que es como se llama al pelo que nace bajo el labio inferior y que gozó de gran popularidad en tiempos de los mosqueteros. En España era obligatorio llevarla si uno quería ingresar en el cuerpo de alabarderos. Hay barbas Napoleón III, con larga perilla y grandes bigotes en punta; Francisco José, que une las patillas con el bigote, o de pope, larga y cerrada como la de los padres de la iglesia griegos.
En la web www.dyers.org/blog/beards/beardtypes, un simpático personaje posa con 25 tipos de barba diferentes, todo un catálogo. Y ya sabe que si ve usted cortar la del vecino, vaya poniendo la suya en remojo.
Jesús Marchamalo