La ropa que se come

Para dar luz a sus creaciones, la joven diseñadora ha trabajado con químicos, expertos culinarios y costureros innovadores, que le han permitido estudiar y consolidar la base científica de sus trajes. Entre los materiales que utiliza Crane como materia prima destacan la gelatina, las algas y los colorantes alimentarios.
De cara a futuro, Emily espera poder vender sus diseños en forma de "kits" que contengan todo lo necesario "para que una persona cultive sus propios conjuntos a medida". Y quizás, en un futuro no muy lejano, los invitados a una cena no sólo coman del plato, sino que sus propios trajes de fiesta podrían ser una delicatessen más del banquete.