
Todo apunta a que la palabra "verano" viene del latín
verno, que significa "primaveral o de verano", aunque algunos creen que deriva de
ver, veris, "primavera". En cualquier caso, antiguamente se llamaba así a la estación más larga del año, mientras la estación corta (el resto del tiempo) era el invierno. Tras el Siglo de Oro, al comienzo del verano se le empezó a llamar
primo vere, es decir, "primer verano", de donde derivó nuestra "
primavera". La época que le seguía recibió el nombre de
veranum tempus, "
verano". Y al momento de mayor calor se le denominó "
estío". De hecho, en
El Quijote Miguel de Cervantes escribe: "A la primavera sigue el verano, al verano el estío [...]".
Estío deriva de
aestas, "hervir", que posiblemente se formo a partir del griego
hesta, que significa "fuego".