Algunos podrían pensar que el reciclaje dista mucho del concepto de lujo, prestaciones y sofisticación, pero nada más lejos de la realidad. En Jaguar Land Rover son pioneros en la recuperación y reutilización de materiales de carrocería como el aluminio gracias a la colaboración de sus proveedores, que le otorgan los conocimientos necesarios para hacer realidad el proyecto Reality, esencial para su estrategia Destination Zero.
Un destino, cero emisiones, para el que es vital el descubrimiento del nailon Econyl. Este tejido, derivado de residuos procedentes del mar y vertederos, es transformado y moldeado por los diseñadores de la firma para crear interiores sostenibles a la vez que lujosos. La combinación perfecta entre responsabilidad y clase, una filosofía que vuelve a recordarnos el mantra del lujo moderno bajo el que se desarrollan los actuales modelos Jaguar Land Rover. Este material elimina el 90 % de las emisiones respecto a cualquier producto derivado del petróleo, de modo que consiguen limpiar el ecosistema y dejar de emitir CO2.
Un mensaje, el de la huella de carbono, que ha calado entre los ingenieros y diseñadores de la firma. Desde sus despachos utilizan la imaginación y creatividad para mostrar un claro convencimiento: la esencia prémium y elegante puede utilizar métodos tradicionales para ofrecer una gama de materiales responsable con el medio. Ejemplo de ese portfolio llamado “Materiality” es lana Kvadrat de primera calidad, un textil vegetal elaborado con fibras de eucalipto y ECONYL, elaborado con plásticos reciclados.