Restos de tiburón gigante megalodón en Canarias

Este tiburón gigante, hoy fósil, vivió aproximadamente desde hace 20 millones de años (en el Mioceno) hasta hace tan solo 2 millones de años (Plioceno).
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Además del gigantesco megalodón (Otodus megaselachus) se encontraron restos de otras especies como sirénidos (manatí o vaca marina), lo cual aporta más valor si cabe al hallazgo, pues es la primera vez que se registra en las Islas Canarias.
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Según Pedro J. Pascual, investigador del IEO, “la presencia de este super-depredador, así como de las otras especies de tiburones, representantes genuinos de los niveles superiores en las redes tróficas marinas, demuestra la existencia de enormes cantidades de comida como ballenas, focas, sirénidos o bancos de peces en aguas canarias en aquel momento de la historia de la Tierra”.
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Según los investigadores se trató de una especie presente en todos los océanos y un gran migrador. Las pruebas del registro fósil apuntan a que los ejemplares solían permanecer en las zonas costeras mientras que los ejemplares más grandes se alejaban de la costa y viajaban mar adentro. Probablemente este hecho se debía a la mayor cantidad de alimento en las zonas costeras que servirían para alimentar a las crías en su crecimiento.
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Por los restos de dientes que se han encontrado se sabe que el megalodón se alimentaba de grandes seres acuáticos, como ballenas, delfines, focas, etcétera, además de otros peces y tortugas.
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