El huracán Irene

La semana pasada, desde Puerto Rico hasta Bahamas, la costa este de Estados Unidos y Canadá permanecieron en alerta por el huracán Irene, un “monstruo” con un diámetro aproximado de 820 kilómetros, según una estimación de la NASA hecha a partir de imágenes satelitales. Gloria, en 1985, había sido el último huracán que tocó Nueva York. En la imagen, el satélite NOAA muestra el avance del huracán hacia la costa de Florida.

Jack Beven, especialista del Centro Nacional de Huracanes de Miami, monitoriza los avances del Huracán Irene.

Así quedaron las carreteras en la Isla de Hatteras, en Carolina del Norte, tras el paso del huracán Irene el 28 de agosto. La tormenta barrió la costa propvocando cortes en cinco puntos de la carretera, además de cortes de luz.

El huracán causó inundaciones en ciudades como Nuevo Brunswick (Nueva Jersey).
¿Cómo se eligen los nombres de los huracanes?

El huracán Irene llegó a Nueva York con fuertes vientos y lluvias, pero no causó víctimas. Así se veía Manhattan cuando comenzó la tormenta y oscureció la ciudad.

Turistas pasean por Nueva York mientras comienza la tormenta causada por el huracán Irene, que sólo dejó inundaciones y árboles caídos. El metro se cerró por primera vez en la historia de Nueva York.

Los huracanes y las tormentas tropicales pueden generar tornados. Los vientos fuertes y las lluvias copiosas pueden destruir edificios, carreteras y puentes y derribar líneas eléctricas y árboles. En las áreas costeras, las mareas muy altas originan extensos daños.

El satélite TRMM de la NASA, que está dotado de un instrumento de radar para investigar la estructura interna de las tormenta, obtuvo esta imagen tridimensional de la tormenta y las precipitaciones dentro de la masa de nubes justo después de que tocara tierra en Carolina del Norte (EE UU).