La foto del día del espacio

¿Qué ves en esta imagen del Telescopio Espacial Hubble de la NASA? Un delfín, un pingüino, un colibrí... esta imagen nos evoca cualquiera de estos preciosos animales gracias a este particular elemento galáctico: la forma del pingüino o colibrí se compone de una única galaxia NGC 2936, que en su día fue una galaxia en espiral y que se ha torcido y deformado (debido a la interactuación con su vecina, la galaxia elíptica NGC 2937). Lo que antes era el bulbo central brillante de la galaxia es ahora la forma el "ojo" del pingüino. Dentro de un billón de años estas dos galaxias podrían unirse en una sola.

El satélite europeo Proba-2 ha logrado capturar esta instantánea en la que podemos ver grandes bucles de filamentos y potentes erupciones alejándose de la superficie de nuestro Sol. Este disco solar, del que aún desconocemos muchos detalles sobre su comportamiento a pesar de ser la estrella más importante de nuestro firmamento, forma una amalgama de áreas activas y calientes entremezcladas con otros filamentos fríos y oscuros que la rodean. La caótica y misteriosa corona, que apreciamos perfectamente en la imagen, se encuentra alrededor de su superficie, con una atmósfera de plasma sobrecalentado de varios millones de kilómetros de espesor.

Utilizando el Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA, los astrónomos han estudiado una explosión estelar muy particular que puede proporcionar pistas sobre la dinámica de otras erupciones estelares, mucho más grandes. El objeto que vemos en la imagen es GK Persei, que se convirtió en toda una sensación en el mundo astronómico en 1901 cuando de repente apareció como una de las estrellas más brillantes en el cielo durante unos pocos días; luego comenzó a desaparecer gradualmente su brillo. Hoy en día, GK Persei es un ejemplo de una "nova clásica", producida por una explosión termonuclear en la superficie de una estrella enana blanca. Así, las novas clásicas pueden ser consideradas versiones en "miniatura" de las supernovas. La imagen fue compuesta gracias al telescopio de rayos X de Chandra (en azul), los datos ópticos del telescopio espacial Hubble de la NASA (en amarillo), y los datos de radio del Very Large Array de la National Science Foundation (en rosa).

Desde lejos, los anillos de Saturno se ven como un disco sólido y homogéneo pero, gracias a la cámara de gran angular de la sonda Cassini de la NASA podemos apreciar las distintas estructuras tan particulares y grandiosas que conforman los anillos del planeta Saturno. ¿Qué misterios esconden los anillos de Saturno? Las lunas del segundo planeta más grande de nuestro sistema solar serían las responsables de estas variaciones en su estructura. La imagen fue tomada a una distancia de unos 911.000 kilómetros de Saturno y la escala de la imagen se presenta a 54 kilómetros por píxel.

El telescopio espacial Hubble nos muestra en el centro de esta imagen a V1331 Cyg, una estrella joven y luminosa situada en la oscura nube LDN 981. Este tipo de estrella está empezando a convertirse en una estrella de secuencia principal similar a la del sol pero lo que la hace especial es que podemos mirarla casi exactamente a uno de sus polos, sin presencia de polvo estelar que rodea la estrella. Gracias a un chorro impulsado por la estrella, -que disipa el polvo a su alrededor- tenemos esta magnífica visión de esta joven estrella en todo su esplendor.

Lo que vemos en la imagen es una combinación de imágenes de radar del Green Bank Telescope (GBT) de 100 metro y el transmisor de radar de gran alcance del Observatorio de Arecibo (Puerto Rico) que ha permitido a los astrónomos obtener imágenes muy detalladas de la superficie del planeta Venus que, como sabemos se halla envuelta por nubes gruesas hechas principalmente de dióxido de carbono que dificultan su visibilidad. Gracias al radar, las señales, traspasando la atmósfera de la Tierra y la del planeta vecino, golpearon la superficie y rebotaron en nuestro planeta en un proceso conocido como radar biestático.

Descubierta el 5 de septiembre 1784 por el astrónomo William Herschel, la Nebulosa del Velo fue en su día una estrella, incluso más brillante y más grande que nuestro propio Sol. Ahora, tras su explosión estelar hace unos 5.000-10.000 años, se muestra impactante en esta imagen del telescopio espacial Hubble como una masa retorcida de ondas de choque con un tamaño seis veces más grande que la Luna llena en nuestro cielo nocturno. La energía de la colisión calienta el gas a millones de grados, haciendo que estos emitan luz. Apenas cabe en la imagen una fracción de la nebulosa que se encuentra a unos 1.500 años luz de distancia. Por colores, el azul muestra oxígeno, el verde azufre, y el rojo es hidrógeno

El telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA ha captado esta imagen del cúmulo globular de estrellas conocido como Palomar 12. A pesar de que ahora se encuentra a las afueras del halo de la vía Láctea, este cúmulo globular nació fuera de nuestra galaxia, en la galaxia elíptica Sagitario pero fue expulsada de su origen debido a las interacciones de marea entre su galaxia y la nuestra. Una prueba más de que en el universo todo está en continuo movimiento.

El telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA ha captado una nueva imagen de Beta Pictoris, el único disco de escombros conocido con un planeta gigante, que fue descubierto en 2009. El disco de escombros, debido a la influencia del planeta masivo que se encuentra dentro de él y cuya órbita apenas alcanza los 18-22 años, presenta fuertes distorsiones, como podemos comprobar entre la foto tomada en 1997 y la más reciente de 2012. Gracias a que el período orbital del planeta es relativamente corto, podemos ver una gran cantidad de movimiento en pocos años.

Esta imagen que parece una maravillosa obra de arte no es sino la fotografía de una de nuestras vecinas galácticas, la Pequeña Nube de Magallanes. El telescopio Spitzer de la NASA y el Observatorio Herschel de la ESA han colaborado para tan fantástica instantánea. En ella, podemos apreciar que los colores representan la temperatura de la mezcla de polvo y gas que llena la galaxia. Lo que vemos en tonos rojos y verdes revelan el material más frío que se encuentra a unos -260 º C. Las zonas en color azulado representan el material más caliente (a unos 150 º C). Una de las curiosidades de esta estampa es que es 20 veces más pequeña que la Vía Láctea pero sus regiones más brillantes se pueden ver fácilmente a simple vista desde el hemisferio sur del planeta.

La nave espacial Dawn de la NASA captado varias imágenes con alto nivel de detalle del planeta enano Ceres. Por lo que podemos apreciar en las nuevas instantáneas su superficie está cubierta de cráteres y misteriosos puntos brillantes. Estas excelentes imágenes de las dos caras de Ceres, tienen una resolución de 7,8 kilómetros por píxel y representan la mejor visión conseguida hasta ahora del níveo planeta enano.

La nave espacial Voyager 1 tomó el 14 de febrero de 1990 las primeras fotografías de los planetas desde la ubicación en la que se encontraba en aquel momento: a 40 unidades astronómicas del Sol. En este retrato del sistema solar interior se consiguió captar a Neptuno, Urano, Saturno, Júpiter, la Tierra y Venus desde un particular punto de vista. Fue gracias al astrónomo Carl Sagan que tuvo la idea de volver la nave mirando a la Tierra para echar un último vistazo y tomar algunas imágenes. Han pasado 25 años desde que la Tierra se vio como un punto azul pálido en el espacio, “una imagen que sigue inspirando asombro sobre el lugar que llamamos hogar”, según Ed Stone, científico del proyecto de la misión Voyager, en el Instituto de Tecnología de California en Pasadena (EE.UU.)

Los rincones de nuestro cosmos también pueden ser muy románticos. He aquí una pequeña muestra: lo que aparece en la imagen que parece el inicio de un bonito corazón para el Día de los Enamorados o San Valentín, no es sino una imagen captada por el telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA mostrando el choque de dos enormes galaxias a unos 60 millones de años luz de distancia, en la constelación austral Corvus. La impactante y maravillosa imagen que observamos abarca unos 500.000 años luz y su aspecto de estructura de arco le han valido el nombre de las “Antenas”.

El telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA ha captado una imagen en la que el cúmulo de galaxias SDSS J1038 + 4849 parece estar sonriendo como si de un smiley o emoticono sonriente se tratara. En esta “carita feliz”, los dos ojos son galaxias muy brillantes y la gran línea de la sonrisa no es sino un arco provocado por un efecto conocido como lente gravitacional fuerte según la teoría de la relatividad general de Einstein.

El telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA ha captado uno de los cuerpos cósmicos menos comunes del universo. Se trata de la galaxia Arp 230 y forma parte del Atlas de Galaxias Peculiares. En la imagen vemos una galaxia anular polar formada por dos pequeñas galaxias interaccionando entre sí, de ahí que en el proceso de fusión es probable que la más pequeña haya formado la estructura de anillo polar que observamos.

El Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA ha captado cómo una enorme y destacada línea oscura se ha deslizado a través de la mitad inferior de nuestro Sol. El material más frío de este filamento se muestra en colores más oscuros y el más caliente en colores más claros y luminosos, por lo que lo que podemos apreciar con gran claridad en esta instantánea es una franja gigantesca de material frío flotando en la atmósfera del Sol. Si este filamento solar se extendiera, podría alcanzar más de 859.000 kilómetros de largo.

Hubble, el telescopio espacial de la NASA/ESA ha conseguido un particular ángulo de la galaxia en espiral NGC 7814 conocida como la Galaxia del Pequeño Sombrero (la hermana pequeña de la Galaxia del Sombrero. Como podemos apreciar en la imagen, ver una galaxia en espiral directamente desde su borde nos proporcionar una vista espectacular y diferente de la misma. Esta galaxia tiene aproximadamente el mismo tamaño que la Galaxia del Sombrero (unos 60.000 años luz de diámetro) pero al encontrarse más lejos parece más pequeña en el cielo.

Se cumplen 44 años del aterrizaje del Apolo 14 en la Luna. El 5 de febrero de 1971, el módulo de la tripulación del Apolo 14 aterrizó en la Luna. Los miembros fueron el capitán Alan Bartlett Shepard, Jr. (USN), el comandante Mayor Stuart Allen Roosa (USAF) piloto del módulo de comando; y el Comandante Edgar Dean Mitchell (USN), piloto del módulo lunar. En esta foto, Shepard se encuentra con el Modular Equipment Transporter (MET), un carro para llevar herramientas, cámaras y y muestras de la superficie lunar.

Esta imagen combina los datos recogidos por el satélite europeo XMM-Newton en la banda de los rayos X (en color azul) con las observaciones ópticas realizadas por el Telescopio Espacial NASA/ESA Hubble (en colores verde y rojo). ¿Por qué se denomina a esta imagen el fantasma de Júpiter? La nomenclatura astronómica antigua se basaba mucho en la apariencia física de un objeto, de ahí que esta nebulosa planetaria, restos de estrellas de masa baja a intermedia, fuese bautizado con tan poético nombre. Estas nebulosas planetarias como no tienen mucha masa no acaban explotando en espectaculares supernovas, sino que simplemente se van inflando poco a poco y expulsando a la vez sus capas exteriores al espacio, lo que da como resultado estas nubes con formas tan particulares. El Fantasma de Júpiter se encuentra a unos 3.000 años luz de nuestro planeta en la constelación de Hidra, la culebra de agua.

El Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA ha conseguido esta impresionante vista de una fusión galáctica. La galaxia en espiral NGC 7714 se acercó demasiado a su vecina, provocando (hace unos 100 o 200 millones de años aproximadamente) una dramática interacción entre ambas, deformando sus brazos espirales, arrastrando corrientes de materia hacia el espacio y desencadenando brillantes brotes de formación estelar. Todo esto sucedió a 100 millones de años luz de la Tierra.

La noche del viernes 23 de enero al 24 de enero contemplaremos un evento astronómico excepcionalmente raro: Tres de las cuatro lunas más grandes del planeta Júpiter posarán su sombra a la vez dejando tres puntos negros en el colorido planeta tal y como vemos en esta imagen de la NASA. Las lunas protagonistas del evento serán Calisto, Europa e Io y cruzarán el disco de Júpiter durante toda la noche. El espectáculo, que comenzará a las 03.11 a.m (hora peninsular) podrá presenciarse en directo a través del Observatorio Griffith.

El telescopio VLT del Observatorio Europeo Austral (ESO) ha detectado el glóbulo cometario CG4, una nebulosa con un resplandor muy débil y complicada de localizar que sigue siendo un misterio para los astrónomos. Bautizado popularmente como la “mano de Dios”, fue descubierto en 1976 con el telescopio británico Schmidt Telescope en la nebulosa Gum. Debido a su aspecto, fue denominado glóbulo cometario, aunque no se parece en nada a los cometas. Se encuentra a 1.300 años luz de la Tierra en la constelación de Puppis.

La interacción de los vientos solares y atmósfera de la Tierra producen lo que conocemos como auroras boreales, un auténtico espectáculo para los ojos. Lo que vemos en la imagen es el resultado del Mesosphere-Lower Thermosphere Turbulence Experiment o M-tex y el Mesospheric Inversion-layer Stratified Turbulence o MIST, ambos lanzados en cuatro cohetes de sondeo de la NASA con objeto de explorar la respuesta de la atmósfera de la Tierra ante una aurora y todos los efectos asociados a la misma. La composición final representa 30 exposiciones por segundo

2015 ha sido declarado el año internacional de la luz por las Naciones Unidas. Una gran cantidad de organizaciones se unirán para que esta celebración pueda ayudar a difundir información acerca de las maravillas de la luz de la que la astronomía se sirve a diario. Por ello, el Observatorio de rayos x Chandra de la NASA que explora el universo a través de rayos X, para celebrar el principio de este Año Internacional de la Luz nos remite esta imagen con una zona llamada SNR 0519 que muestra los restos o residuos tras la explosión de una estrella masiva en la Gran Nube de Magallanes.

El telescopio Hubble de la NASA ha captado la imagen más nítida jamás tomada de la galaxia Andrómeda. La imagen tiene tal resolución que se aprecian en ella incluso hasta estrellas individuales. Podemos llegar a contar más de 100 millones de astros de esta galaxia que se encuentra a 2,5 millones de años luz de la Tierra. Esta “vecina” galaxia es, junto a nuestra Vía Láctea, una de las más grandes del Grupo Local.

El Espectrómetro de Imágenes Térmicas visible e infrarrojo (VIRTIS) de la nave espacial Venus Express de la ESA (lanzada en 2005) ha captado este vórtice fantasmal de humo que no es sino una masa de remolinos de gas y nubes ubicado en el polo sur del planeta Venus. Este vórtice polar es una mezcla turbulenta de calentamiento y enfriamiento de gases, rodeados de una especie de “cuello” de aire frío. Este remolino se encuentra a unos 60 kilómetros por encima de la superficie del planeta.

El cometa C / 2014 Q2 (Lovejoy) es uno de los más de 32 cometas fotografiados por la misión NEOWISE de la NASA desde diciembre de 2013 hasta diciembre de 2014. En esta imagen podemos apreciar el momento en el que el cometa se encontraba a 1,7 unidades astronómicas del Sol. (Una unidad astronómica es la distancia entre la Tierra y el sol.) El color rojo tan palpable en la imagen no es sino la combinación de gas y polvo en la coma del cometa. Sin duda se trata del cometa más brillante que hemos podido ver en el cielo hasta ahora.

Se trata de la primera llamarada solar de nivel medio o notable que emite el Sol y que ha sido captada por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA que mira al sol constantemente. La instantánea fue capturada el 12 de enero y nos recuerda que si estas llamaradas fueran lo suficientemente potentes podrían afectarnos físicamente a los seres humanos. Por fortuna, con esta intensidad, como mucho pueden perturbar la atmósfera e interferir en las comunicaciones y las señales GPS.

El Observatorio del Teide en Tenerife (España) ha logrado captar esta instantánea del paso del cometa 'Lovejoy', que se encuentra cruzando el Sistema Solar interior y que es visible en el Hemisferio Norte del planeta desde finales de diciembre. El núcleo del cometa puede distinguirse a simple vista sin necesidad de prismáticos.

El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA, que mira a nuestra estrella constantemente, capturó el 19 de diciembre esta impresionante imagen de una llamarada sola bastante potente. Estas llamaradas solares que no son sino explosiones de largo alcance, no pasan a través de la atmósfera de la Tierra pero si son lo suficientemente intensas pueden perturbar las comunicaciones o las señales de GPS.
El sol emite una llamarada solar significativa, alcanzando un máximo a las 7:28 pm EST del 19 de diciembre de 2014.

La cámara de la nave Mars Express de la ESA (Agencia Espacial Europea) ha capturado la primera imagen del planeta rojo del 2015. En la foto, tomada a unos 10.000 kilómetros de distancia, se aprecia perfectamente la capa sólida de dióxido de carbono, marcada en color blanco. Aunque esta cámara no es estrictamente científica, sirve para obtener imágenes que desde la Tierra serían imposibles de lograr.

Las supernovas, esas poderosas explosiones estelares que brillan durante varios días, a pesar de ser poco frecuentes, suceden con tanta fuerza que si ocurren razonablemente cerca, podrían verse a simple vista. Lo que vemos en esta imagen es el remanente de supernova RCW 86 que se encuentra a unos 8.000 años-luz de distancia de la Tierra. La imagen es el resultado de la combinación de los datos del telescopio de rayos X XMM-Newton de la ESA, del Observatorio Chandra de Rayos X de la NASA y de las observaciones infrarrojas del telescopio espacial Spitzer de la NASA y del telescopio Wide-Field Infrared Survey Explorer (WISE). El resultado es una espectacular instantánea multicolor: el azul y el verde representan la emisión de gas caliente; el color rojo marca la emisión de polvo caliente y, las pequeñas notas de color amarillo representan a jóvenes estrellas que brillan de forma muy intensa.

El telescopio MPG de 2,2 metros del Observatorio La Silla del ESO (Observatorio Europeo Austral) ha captado esta imagen del cúmulo estelar Messier 47 situado a unos 1.600 años luz de la Tierra en la Constelación de Puppis. La imagen muestra este joven cúmulo abierto dominado por un grupo de brillantes estrellas azules, las más calientes, y algunas estrellas gigantes rojas, las más frías. Apenas 50 estrellas son visibles en esta inmensa región de aproximadamente 12 años luz.

La misión Planck estudió el firmamento durante cuatro años para analizar la luz más antigua del Universo. Así, lo que vemos en la imagen es el campo magnético a lo largo del plano galáctico: los tonos pastel representan la interacción entre el polvo interestelar y el campo magnético de nuestra galaxia, destacando la compleja relación que existe entre el campo magnético y la estructura del medio interestelar a lo largo del plano de la Vía Láctea. Todas estas observaciones realizadas entre 2009 y 2013 han puesto de manifiesto el fuerte papel que ha jugado el magnetismo en la evolución de la galaxia.

La Navidad llega también a nuestro cosmos. El telescopio Hubble de la NASA/ESA ha captado esta imagen de uno de los cúmulos globulares más brillantes de la Vía Láctea, Messier 92, que es visible a simple vista con buenas condiciones de observación. Como podemos comprobar está repleto de estrellas: contiene 330.000 estrellas que nos hacen pensar en una auténtica muestra de purpurina espacial. Además tiene mucha solera, ya que se trata de una de las agrupaciones de estrellas más antiguas que existen, con una edad que puede igualar a la del mismo universo.

El telescopio espacial Hubble de la NASA y la ESA ha captado una de las galaxias más hermosas que podemos encontrar en el universo: es NGC 4102 y es una espectacular galaxia en espiral, con una de las guarderías estelares más brillantes que existen dentro de un pequeño disco giratorio que tiene alrededor de 1.000 años luz de diámetro y una masa de 3.000 millones de veces la del Sol. Este foco de creación de estrellas está localizado en la constelación boreal de la Osa Mayor.

La misión Cassini-Huygens, lanzada en 1997 como una iniciativa conjunta de la ESA, la NASA y la agencia espacial italiana ASI, ha conseguido esta instantánea de Júpiter desde una perspectiva muy poco habitual. La fotografía ha sido tomada justo por debajo de Júpiter y mirando directamente hacia arriba. La imagen resultante es esta mezcla de colores rojizos, blancos y de color bronce, rodeando un polo sur nebuloso. El polo sur de Júpiter está en el centro de esta imagen, visible como un círculo en tonos grisáceos. Gracias a las 18 imágenes a color tomadas por una de las cámaras de Cassini ha podido completarse este mapa tan detallado de Júpiter de unos 120 kilómetros de diámetro.

Este dramático corte que vemos en esta imagen facilitada por el telescopio Hubble de la NASA/ESA, no es sino una galaxia enana ligeramente deformada conocida como UGC1281. Esta pequeña galaxia se encuentra a unos 18 millones de años luz de distancia de la Tierra, en la constelación del Triángulo. El punto exageradamente brillante de la imagen corresponde a otra pequeña galaxia PGC 6700. El resto de cuerpos prominentes representan estrellas y galaxias más distantes que aparecen dispersas en el cielo.

Esta imagen ha sido captada con la High Resolution Stereo Camera (HRSC) de la nave Mars Express de la ESA y lo que muestra es una región de la cuenca de impacto Hellas Planitia en nuestro vecino Marte, iluminada con colores dorados y un tono bronce cálido. La Mars Express lleva orbitando y fotografiando la superficie del planeta rojo desde hace 10 años y ya ha cubierto más del 90% del mismo.

El telescopio MPG/ESO del Observatorio Europeo Austral en Chile ha conseguido esta bellísima imagen: se trata del cúmulo de estrellas conocido como NGC 3532 y bautizado como el 'Clúster del Pozo de los Deseos' de forma extraoficial. Este impresionante cúmulo abierto y brillante de unas 400 estrellas en total, tanto jóvenes que aparecen en tonos azules como las más masivas que se muestran en rojo, está situado a unos 1.300 años luz de distancia de la Tierra. Su romántico nombre se debe a que las luces de las estrellas parecen las monedas caídas en un pozo de deseos. Se trata, sin duda, de uno de los cúmulos abiertos de estrellas más espectaculares en todo el cielo.

Oculto en una nube de magnesio (un material que absorbe toda la luz en algunas longitudes de onda), un planeta está siendo devorado en secreto por su propia estrella. Se trata de WASP-12b, un planeta 1,4 veces el tamaño de Júpiter descubierto en 2008 y que orbita muy cerca de su estrella (su órbita es de apenas 24 horas terrestres). Ha sido el telescopio Hubble el que ha logrado captar esta estructura alrededor de una estrella, que nunca antes había sido observada.

La NASA presenta la mejor imagen de la capa de hielo de la luna Europa de Júpiter. Gracias a las técnicas más modernas de procesamiento de imágenes y a los datos recabados en la misión Galileo en los 90s, los científicos han generado una nueva versión de la que quizás es la mejor vista tomada por la NASA de la cubierta de hielo de la luna Europa de Júpiter. Esta nueva imagen se aproxima a cómo vería el ojo humano la superficie de este satélite: las líneas largas y curvas en la brillante capa de hielo en color rojizo podrían contener pistas sobre la historia geológica de este satélite y sobre su misterioso océano subterráneo.

A unos 3.000 añoz luz de la Tierra se encuentra la Nebulosa del Huevo, una protonebulosa planetaria (la primera en ser identificada) en la constelación de Cygnus. Su velocidad de expansión es de 20 km/s y, gracias al telescopio espacial Hubble de la NASA, podemos disfrutar del momento en el que los restos de una estrella moribunda (invisible debido a la densa capa de gas y polvo) iluminan la zona más exterior del gas y polvo que la rodean produciéndose un breve pero espectacular momento.

El Observatorio de rayos X Chandra de la NASA nos deja esta increíble vista de una secuela de una supernova que tiene forma de langosta. Chandra estuvo observando detenidamente el remanente de supernova MSH 11-62 dejando una concha irregular de gas caliente, que se muestra en color rojo, con la nebulosa extendida en rayos X de alta energía, que se muestra en azul. El origen de esta imagen de langosta cósmica con sus dos “garras” que sobresalen de cerca de la cabeza de la nebulosa, es completamente desconocido. Este remanente de supernova se encuentra a unos 16.000 años luz de la Tierra.

Esta nueva imagen del telescopio espacial Hubble nos muestra un denso cúmulo de galaxias llamado “Abell 1413”, ubicado entre las constelaciones de Leo y Coma Berenices, a más de 2.000 millones de años luz de la Tierra. Las galaxias del centro presentan una forma altamente elíptica y las de la periferia son más bien esféricas. Sea como fuere, se trata de un vecindario galáctico muy poblado.

La NASA remite esta imagen en la que podemos observar cómo un filamento enorme en forma de serpiente se desgaja del Sol y se adentra en el espacio, lo que en astronomía se conoce como una llamarada Hyder. Este evento eruptivo despidió una gran nube de partículas aunque no en dirección a nuestro planeta. La imagen fue captada en una longitud de onda de la luz UV extrema por el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA.

La sonda robótica Philae ha enviado la primera imagen tomada por una nave espacial desde la misma superficie de un cometa, algo sin precedentes en la historia de la exploración espacial. Tal y como se aprecia en la imagen, la superficie está cubierta de polvo y es plana. Se encuentra en la cabeza del cometa y recibe la suficiente luz solar para recargar sus baterías con eficacia.

Esta es la primera fotografía del robot Philae segundos después de la separación de la sonda espacial Rosetta con dirección al cometa en el momento más esperado y pionero de la astronomía.

El telescopio espacial Hubble ha conseguido captar una imagen de la nebulosa 'NGC 1501', conocida como la Nebulosa de la ostra. Esta compleja nebulosa se encuentra a 5.000 años luz de la Tierra y presenta una estrella variable brillante, caliente y muy luminosa en su interior, lo que la convierten en una nebulosa bastante peculiar y diferente. Fue descubierta por William Herschel en 1787.

Lo que tenemos aquí es una imagen nunca antes vista. La nave espacial Cassini ha logrado una espectacular instantánea en la que la luz del Sol se refleja en los mares de hidrocarburos de la gran luna de Saturno, Titán. En la increíble imagen obtenida con luz infrarroja, que nos hace pensar en planetas de ficción lejanos, aparece una figura en forma de flecha que no son sino brillantes nubes de metano.

Nuestra estrella parece haberse sumado a la celebración de Halloween presentando su particular versión de “calabaza siniestra”. La imagen captada por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA muestra varias regiones activas de nuestro Sol que son las áreas de mayor luz y energía proyectadas (que recuerdan los ojos, la nariz y la amplia boca dibujadas en las tradicionales calabazas de Halloween). La NASA bautizó la foto como “Sol de calabaza”.

El telescopio Hubble de la NASA ha captado una espectacular imagen en la que se ve cómo la sombra de la luna Ganímedes se proyecta en la superficie de Júpiter cual agujero negro en el planeta. La instantánea resultante daba la impresión de que Júpiter era una especie de cíclope gigantesco con un ojo negro de 15.000 kilómetros de diámetro.

Una nueva imagen del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, tomada en luz infrarroja, muestra un evento de la galaxia NGC 1291. El anillo exterior, de color rojo, en este punto de vista, está lleno de nuevas estrellas que están formándose. Las estrellas en la zona central producen menor longitud de onda de luz infrarroja y aparecen en color azul. La galaxia donde se encuentra esta fábrica de estrellas tiene unos 12 mil millones de años de antigüedad y se encuentra a 33 millones de años luz de distancia en la constelación de Eridanus, la sexta constelación más grande de las 88 constelaciones modernas.

¿Ves la forma de una cara en esta imagen? La pareidolia es un fenómeno psicológico muy común en el que reconocemos formas o rostros inexistentes en los sitios más insospechados como pueden ser las nubes o las formaciones rocosas. En esta fotografía en cuestión remitida por la NASA, obtenida gracias al telescopio de rayos X Chandra, tenemos un nuevo ejemplo. Realmente es un púlsar a unos 17.000 años luz de la Tierra pero, ¿qué ves?

A pesar de que lo parezca, por sus tonos turquesas y sus hebras nebulosas, no es un océano. El telescopio Hubble de la NASA ha captado una pequeña parte de la Gran Nube de Magallanes, concretamente una zona de la periferia de la Nebulosa de la Tarántula, un blanco frecuente de este telescopio por las imágenes tan hermosas que nos revela, como ésta.

La NASA captó esta impresionante llamarada solar a través del Observatorio de Dinámica Solar (SDO) que siempre está observando nuestra estrella. Como podemos apreciar en la zona izquierda inferior del Sol la llamarada es claramente visible; de hecho, ha sido clasificada como “X1.1”, esto es, de las llamadas más intensas que existen.

El telescopio Hubble de la NASA/ESA ha captado esta imagen en la que podemos ver la galaxia conocida como NGC 6872 en la Constelación del Pavo Real. La forma inusual de esta galaxia se debe a su interacción con la galaxia de menos tamaño que vemos justo encima. Ambas se encuentran a unos 300 millones de años luz de distancia de la Tierra. Según las estimaciones de los científicos, la galaxia NGC 6872 mide más de 500.000 años luz de diámetro, lo que la convierten en la segunda galaxia espiral más grande descubierta hasta la fecha.

El satélite Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) que se posará el próximo 12 de noviembre sobre el cometa 67P/ Churyumov-Gerasimenko se suma a la moda del “selfie” gracias a la cámara CIVA se su sonda Philae. La foto ha sido tomada a tan sólo 16 kilómetros de la roca y nos muestra el lado de la nave y una de sus placas solares de 14 metros de longitud. Lo que vemos al fondo, es el cometa.

Encontramos belleza en múltiples objetos celestes pero, sin duda, esta escena es de las más llamativas. En la imagen, vemos la agonía de una estrella de masa intermedia, en el momento en el que las enormes nubes de gas ese sobrecalientan y son expulsadas al espacio. Este último aliento de la estrella forma nebulosas planetarias como NGC 6302, capturada en esta imagen gracias al telescopio Hubble de la NASA. Esta nebulosa de la mariposa se encuentra a unos 3.800 años luz de distancia de la Tierra y debido a su peculiar forma, está clasificada como una nebulosa bipolar, donde el gas se mueve más fácilmente por los polos de la estrella que por su ecuador, dejándonos esta impresionante imagen de mariposa cósmica.

En esta imagen podemos observar el increíble hexágono que envuelve el polo norte del planeta Saturno. La instantánea fue tomada en luz roja con la cámara gran angular de la nave Cassini a una distancia de aproximadamente 973.000 kilómetros de Saturno y con una escala de imagen de kilómetros por pixel.

La Estación Espacial Internacional nos brinda esta fantástica instantánea de la Vía Láctea. El astronauta responsable de esta magnífica foto fue Reid Wiseman, quien afirmó en las redes sociales que nuestra galaxia robaba protagonismo desde el espacio al desierto del Sáhara.
Crédito de la imagen: NASA / Reid Wiseman

La imagen, difundida por la NASA, muestra el centro de la galaxia activa 3C75 en cuyo interior aparecen dos fuentes brillantes que están orbitando a la vez un agujero negro supermasivo que alimenta esta fuente de radio gigante. Estos agujeros negros supermasivos están separados por 25.000 años-luz y, según los astrónomos, estos dos agujeros negros supermasivos están unidos por la gravedad en un sistema binario.

La primera nave interplanetaria de la India, Mangalyaan, ha remitido esta nítida y preciosa imagen del disco completo del planeta Marte. La imagen fue tomada con la cámara de color de la nave espacial, uno de los cinco instrumentos de a bordo, desde una distancia de 74.500 kilómetros del planeta marciano.

Esta imagen obtenida a través del telescopio Hubble de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) muestra la galaxia espiral NGC 7793 que se encuentra a unos 13 millones de años-luz de la Tierra. Es una de las galaxias más brillantes en el Grupo Escultor, cercano al Grupo Local, que contiene la Vía Láctea y la Nube de Magallanes, pero no solo podemos ver los brazos espirales de la galaxia, los astrónomos han descubierto un potente micro-cuásar dentro de ella, un objeto que tiene algunas de las propiedades de los cuásares pero en miniatura.

Así de espectacular se ve el cielo desde la Estación Espacial Internacional. La imagen fue tomada por uno de los integrantes de la tripulación 41 el pasado 13 de septiembre. A la izquierda podemos ver parte de la nave espacial ATV-5 que impide ver completamente la constelación de Escorpio. Justo bajo el segundo panel del ATV-5 empezando por arriba podemos ver la estrella roja de Antares.

El sexto planeta del Sistema Solar es, básicamente, una gigantesca nube de gas en continuo movimiento. En la imagen tomada por la sonda Cassini se observa el fenómeno llamado el hexágono y que consiste en un chorro de seis lados situado en el polo Norte de Saturno y que tiene un diámetro de aproximadamente unos 30.000 kilómetros de diámetro. Vientos de unos 320 km/h rodean una tormenta gigante que ocupa justo el centro de la región y que gira en sentido contrario a las agujas del reloj. En la Tierra un huracán dura alrededor de una semana, sin embargo el hexágono lleva décadas activo.
La imagen está tomada en falso color, con varios filtros que permiten distinguir diversas zonas. Por ejemplo el centro azul oscuro de la fotografía muestra la gran tormenta central y su ojo, que es hasta 50 veces mayor que el de un huracán terrestre. Los pequeños vórtices aparecen como manchas de tonos rosados. En la zona inferior derecha hay una zona más blanquecina que es el mayor de los vórtices, con un diámetro de unos 3.500 kilómetros, el doble que el mayor de los huracanes registrado en la Tierra.

Este cráter tiene 34 metros y fue provocado por el impacto de un meteorito de unos 400 kgs a una velocidad de 61.000 kms por hora. Los astrónomos del Instituto de Astrofísica de Andalucía y de la Universidad de Huelva detectaron el pasado 11 de septiembre de 2013 gracias al programa de observación MIDAS, el impacto del cráter en la superficie de la Luna. Ahora, podemos observar la imagen del cráter que dejó ese golpetazo.

La sonda de aterrizaje de Rosetta, Philae aterrizará en el lugar marcado en la imagen, una misteriosa región del cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko que, según los científicos, tiene un potencial científico único. Este lugar ha sido bautizado como "J" y se encuentra en la cabeza del cometa. El módulo en cuestión, que pesa unos 100 kgs, aterrizará en la superficie de Rosetta el próximo 11 de noviembre con objeto de tomar medidas para definir a fondo el núcleo del cometa.

Corrían las 17:42 horas UTC (dos horas más en España) del pasado 10 de septiembre cuando el Sol eyectó esta impresionante llamarada solar. La imagen, captada por el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA muestra el momento exacto en que nuestro astro emitió la llamarada de grado X1.6. La letra X denota las deflagraciones más intensas. Por ejemplo, una eyección X3 es tres veces más potente que una de grado X1. Ya en febrero de este mismo año el mismo observatorio captó una mucho más fuerte, de nivel X4.9.

En la imagen podemos observar los restos de una explosión de supernova en un delicado tapiz de luz de rayos x, gracias al Observatorio de rayos x Chandra de la NASA y XMM-Newton de la Agencia Europea espacial. La imagen muestra los restos de una supernova de hace unos 3.700 años. El remanente se llama Puppis A y es la imagen de rayos x más completa y detallada de Puppis A que se ha obtenido. Así, los rayos x de baja energía aparecen en rojo, los rayos x de energía media en verde y los rayos x de alta energía aparecen en tonos azules.

El telescopio Hubble de la NASA ha conseguido captar esta imponente galaxia en espiral dentro de la Constelación de la Serpiente, una de las 88 constelaciones más modernas, siendo además la única constelación dividida en dos partes: Serpens Caput, que representa la cabeza de la serpiente, situada al oeste y Serpens Cauda, que representa la cola, al este.

Esta imagen del telescopio Hubble de la NASA muestra una gran cantidad de galaxias muy coloridas y de diferentes formas; algunas brillantes y cercanas, y otras un poco difusas, tan lejanas de nosotros que aparecen como pequeñas manchas en el cielo. Los objetos más destacados de la imagen son las dos galaxias de la izquierda - 2MASX J16133219 + 5.103.436 en la parte inferior, y su compañera azulada SDSS J161330.18 + 510 335 en la parte superior. El tercer objeto de mayor tamaño es una galaxia en espiral ubicada en la zona derecha de la instantánea. Todas ellas muestran una excelente "sopa galáctica".

El remanente de una poderosa explosión estelar se vuelve visible a nuestros ojos a través de las imágenes tomadas en los rangos de luz infrarroja y de rayos X, por el Telescopio Espacial Spitzer y los observatorios Chandra y XMM-Newton, respectivamente. La burbujeante nube es una irregular onda de choque generada por una supernova que dejó testigo en la Tierra hace 3.700 años. Las regiones de color rojo y verde albergan calientes partículas de polvo que emiten radiación en el espectro de luz infrarroja, mientras que las regiones de color azul, compuestas del material calentado por la onda de choque, lo hacen en el de rayos X.

El centro de la Nebulosa de la Laguna, también conocida como M8, es un torbellino de brutal formación estelar. Visible en la imagen como dos nubes con forma de embudo de medio año luz de longitud cada una, esta región ha sido esculpida por la acción de los extremos vientos estelares y la intensa luz energética. Herschel 36, una estrella cercana de tremendo brillo, ilumina la guardería estelar, donde las paredes de polvo ocultan y enrojecen las estrellas más jóvenes y calientes. Esta toma del telescopio espacial Hubble abarca unos 5 años luz.

El pasado enero, los telescopios de todos los observatorios del mundo dirigieron ávidos su mirada hacia 2014J, la brillante supernova de tipo Ia descubierta por accidente durante una clase. Hasta la fecha, se pensaba que estas explosiones cósmicas eran desencadenadas por la acumulación de masa en una estrella blanca en acreción, pero las observaciones de 2014J han revelado la ausencia de rayos X en su entorno, que persistirían de haberse producido el impacto entre la onda expansiva de la supernova y la nube de gas de la estrella. El hallazgo obliga a los astrónomos a replantearse las teorías acerca del detonante de las explosiones estelares.

Saturno tiene 62 satélites girando en torno a sí, de los cuales, solo Titán abarca el 96 por ciento del material orbital, seguido por otras seis lunas de tamaño inferior pero que también superan con creces al resto. Una de ellas, conocida como Rea, fue captada en esta imagen de la sonda Cassini junto a uno de los satélites menores, Epimeteo, ambos rodeados por el intrincado sistema de anillos de hielo del planeta. A pesar de la aparente proximidad, la distancia entre las lunas es de 400.000 km. Aunque Rea supera en 10 veces el diámetro de Epitemo, apenas alcanza la mitad del de nuestro satélite.

En la madrugada del 11 de agosto de 2014, se han conjugado dos acontecimientos astronómicos de vital interés; la “superluna” y la lluvia de estrellas Perseidas, visible esta segunda en la imagen inferior, tomada por el astronauta Ron Garan. En ella se aprecia el descenso de un meteoro procedente del cometa Swift-Tuttle desde la posición de la Estación Espacial Internacional, a 380 kilómetros de altitud. Estas incandescentes partículas de polvo viajan a unos 60 kilómetros por segundo a través de la atmósfera más densa, localizada a 100 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.

Este domingo se ha vuelto a producir el fenómeno conocido como "superluna", siendo en esta ocasión, la mayor y más brillante luna de todo el año 2014, al haber alcanzado esta el punto de máximo acercamiento a la Tierra en el recorrido de su órbita. Así lo demuestra esta fotografía, tomada por el astronauta Oleg Artemyev desde la visión privilegiada de la Estación Espacial Internacional, en la que se observa el satélite levemente distorsionado por la acción de la atmósfera.

Esta impresionante imagen tomada por la sonda Cassini en 2012 fue la primera captura de una vista soleada del polo norte de Saturno, aunque sus colores no son los visibles a simple vista, sino en el espectro infrarrojo. En ella se observa una tormenta saturnal, inconcebible en términos terrestres, cuyo ojo central mide cerca de 2.000 kilómetros de ancho, y sus nubes viajan a 500 kilómetros por hora. Otros vórtices atmosféricos se arremolinan dentro de la gran tormenta; de color verde amarillento, se vislumbra el chorro de seis lados conocido como el hexágono. En la esquina superior derecha se aprecian también los anillos del planeta.

Ningún lugar de la Tierra estuvo a salvo hace miles de millones de años, durante el Eón Hadeico, momento en que se formó el planeta y sufrió repetidos impactos de asteroides provenientes del Sistema Solar, también en formación. Así lo muestra la ilustración inferior, que recrea el aspecto de la esfera terrestre en este periodo geológico, en el que las devastadoras colisiones cambiaron por completo su evolución primitiva (de ahí su nombre, que deriva de la palabra "Hades", la cual designaba el inframundo griego). En la cara iluminada por la luz solar, se observan los cráteres generados por los enormes asteroides, y los flujos de lava caliente se hacen visibles en la cara nocturna.

La silueta que se atisba ante el horizonte terrestre en la imagen no es otra cosa que el transbordador espacial Endeavour en su aproximación a la Estación Espacial Internacional para su acoplamiento e instalación del módulo Tranquility. Tras la lanzadera, se puede ver la mesosfera, la capa de la atmósfera más próxima a la superficie terrestre de todas las visibles, en color azul, junto a la estratosfera, de color blanco, y la troposfera, de color naranja. El módulo, acoplado a la ISS a principios de 2010, estaba provisto de la Cúpula, la torre de control de siete ventanas conocida por sus panorámicas.

Ranger 7 fue la primera sonda espacial en enviar imágenes de la cara visible de la Luna, entre las que destaca la fotografía inferior, tomada 17 minutos antes de su impacto contra la superficie del satélite. A la derecha de la misma, se observa el cráter Alphonsus, de 108 kilómetros de diámetro, y bajo este, el cráter Arzachel. Las sondas estadounidenses Ranger, lanzadas en la década de los 60, fueron diseñadas exclusivamente para tomar fotografías de alta calidad de la Luna (esta imagen tiene una resolución de 0.5 metros por píxel) y transmitirlas a la Tierra en tiempo real, a fin de seleccionar la mejor zona de alunizaje para las misiones Apolo.

Esta sobrecogedora fotografía tomada en el espectro ultravioleta muestra en realidad un fenómeno nada inusual: un filamento de plasma retenido en la atmósfera solar que en cuestión de días estallará y eyectará masa coronal hacia el espacio. Una de estas potentes eyecciones, conocidas como tormentas solares, atravesó la órbita terrestre en el año 2012 y por fortuna no impactó contra nuestro planeta, aunque se prevé que volvamos a encontrarnos en línea de fuego en una década. Desde la semana pasada, el número de manchas solares visibles ha disminuido inesperadamente hasta desaparecer del todo, con lo que se especula sobre el fin del periodo de máximo solar del ciclo de 11 años.

El Solar Dynamics Observatory (SDO) captó en esta fotografía un fenómeno que acontece tan sólo un par de veces al año: un eclipse solar parcial causado por el paso de la Luna entre la estrella y el telescopio espacial, de forma que solo puede apreciarse desde este último. Los tránsitos astronómicos más inusuales son los planetarios; no obstante, el tránsito lunar visto desde la sonda espacial es también poco frecuente, siendo fotografiado por primera vez en el año 2010, a pocos meses del inicio de la misión.

Conocida también como la Galaxia triángulo, la M33, a tan solo 3 millones de años luz de la Tierra, es la tercera más grande del grupo local de Galaxias, por detrás de la Andrómeda y de nuestra Vía Láctea. Alberga unos 40.000 millones de estrellas. De hecho, es una de las favoritas de los fotógrafos astronómicos, ya que por su orientación se puede percibir a simple vista su estructura en espiral. En la imagen, tomada por el observatorio espacial Herschel de la ESA , podemos observar unos brazos que salen de la espiral, son bolas de gas y polvo que se forman con el nacimiento de estrellas masivas. La más visible de estas estrellas es la NGC604, situada en el brazo superior izquierdo de la espiral.

Los astrónomos, haciendo uso del telescopio espacial Hubble, han sondeado las proximidades de la galaxia Centaurus A para averiguar más acerca de su tenue halo de estrellas en expansión. Este fulgor, visible en la imagen, se extiende más allá de lo esperado desde el centro de la galaxia y sus brazos espirales; abarca 4 grados en la bóveda celeste, lo equivalente a ocho veces el ancho aparente de la Luna. Sus estrellas son además sorprendentemente ricas en elementos más pesados que el hidrógeno y el helio, lo que parece sugerir una fusión pasada con una gran galaxia espiral, que habría expulsado las estrellas del disco de la misma.

SN 1006 es considerada la supernova más brillante de toda la historia conocida; iluminó el cielo del planeta Tierra durante más de tres años en el siglo XI. El remanente de esta explosión estelar acaecida a 7.000 años luz en la constelación austral de Lupus, ofrece todavía un espectáculo de luz cósmica en el espectro electromagnético, y más concretamente en las longitudes de onda de rayos X (color azul), óptica (color amarillo) y de radio (color rojo). La nube de residuos abarca unos 60 años luz de diámetro y sus ondas de choque aceleran las partículas a energías extremadamente altas, con lo que se cree que es una fuente de los misteriosos rayos cósmicos.

En esta fotografía del telescopio Hubble se observa la nebulosa planetaria NGC 2818 cual mortaja gaseosa de una estrella moribunda similar al Sol. Idéntico futuro le espera a nuestra estrella madre tras pasar otros 5 mil millones de años consumiendo incesantemente hidrógeno y helio en su núcleo. La nebulosa parece estar situada en un cúmulo de estrellas a 10.000 años luz, pero los cálculos de los astrónomos han revelado que se encuentra mucho más próxima a nosotros, y que simplemente se interpone en la línea de visión. La imagen muestra la emisión de nitrógeno, hidrógeno y átomos de oxígeno en distintos tonos de rojo, verde y azul, respectivamente.

Imagen a color de Europa, la luna de Júpiter, tomada por la sonda Galileo. La foto fue capturada a 21,7 kilómetros de Europa, y mezclándola con otra realizada a 143 kilómetros. En ella se aprecian las zonas heladas de agua pura, que adquieren un color azul y blanco. Las regiones que están coloreadas de un tono rojizo indican hielo formado por agua mezclada con sales, como sulfato de magnesio o ácido sulfúrico.

Las observaciones astronómicas de la sonda SOHO a lo largo de 10 años han dado a luz esta increíble composición de imágenes del Sol. Aunque desde la superficie terrestre nos parezca que luce siempre con la misma intensidad, nuestra estrella madre sufre variaciones en su luminosidad y en su campo magnético que no podemos apreciar a simple vista. Estas fluctuaciones son visibles únicamente en los espectros de longitud de onda ultravioleta y de rayos X, en los que opera dicho observatorio espacial. El ciclo de actividad solar dura aproximadamente 11 años y actualmente nos encontramos en el vigésimo cuarto ciclo desde que comenzó a registrarse. Los incrementos en la luminosidad de la estrella, si bien no son significativos a corto plazo, en cuestión de mil millones de años provocarán la evaporación de los océanos.

Aunque a primera vista pueda parecer la Luna por los cráteres que presenta en la superficie, se trata de Mercurio, el planeta que orbita más cerca del Sol. En la parte superior derecha se observa el cráter gigante de Caloris, formado probablemente por el impacto de un gran asteroide o un cometa. Esta imagen de la NASA fue tomada por la sonda espacial Messenger desde aproximadamente 27.000 kilómetros de distancia.
Fotografía: NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Carnegie Institution of Washington

El observatorio espacial Herschel de la ESA ha fotografiado esta región de formación de estrellas conocida como NGC 7538. Se trata de una 'guardería' de estrellas masivas que se encuentra a solo unos 9.000 años luz de distancia, lo que permite su estudio con un gran nivel de detalle. Este tipo de regiones están formadas principalmente de hidrógeno gaseoso, pero también contienen una pequeña pero crucial proporción de polvo cósmico que brilla con intensidad en las longitudes de onda del infrarrojo lejano.Esta región tiene una masa total equivalente a 400.000 soles, y presenta una gran actividad de formación de estrellas masivas.

Esta preciosa imagen tomada por el Jet Propulsion Laboratory de la NASA muestra una nebulosa con forma de precioso reloj de arena. La estrella central, en su última exhalación de vida y tras sufrir grandes dificultades para mantener sus altas temperaturas ha lanzado hacia fuera parte de su material superficial en las dos direcciones que claramente se observan en la imagen.

Una luna llena de un brillo y tamaño insólitos, debido a su aproximación al perigeo de su órbita alrededor de la Tierra, se eleva en el cielo tras el cohete Antares en esta fotografía tomada poco antes de su lanzamiento. En el interior del vehículo espacial, viaja la nave de carga Cygnus, con más de una tonelada de suministros para la Estación Espacial Internacional, incluyendo experimentos científicos, hardware experimental, repuestos y provisiones para la tripulación.

Una galaxia situada a 23 millones de años luz de distancia fue captada en esta imagen cual espectáculo de fuegos artificiales cósmico. Los chorros energéticos que emergen del agujero negro central de Messier 106 calientan el material circundante, haciéndolo brillar con intensidad, al tiempo que generan ondas de choque que impulsan las vastas reservas de gas hacia el exterior. Se trata de una galaxia similar a la Vía Láctea, con la salvedad de que posee dos brazos espirales adicionales visibles en longitudes de onda de luz de rayos X (color azul) y de radio (morado). Estos brazos anómalos no se encuentran en el mismo plano que el resto de la galaxia, como se observa claramente en la imagen, sino que lo atraviesan.

Algunas estrellas explotan a cámara lenta. Las inusuales estrellas Wolf-Rayet son astros tan tumultuosos que sufren grandes pérdidas de masa debido a la acción de los vientos estelares, con lo que se desintegran lentamente ante la lente del telescopio. Así, brillantes globos de gas, de masa 30 veces mayor que la de la Tierra, son expelidos por el violento viento estelar desde la estrella WR 124 (visible en el centro de la imagen), dando lugar a la nebulosa que la rodea. El destino de este tipo de estrellas depende de cuán masivas sean, si bien la mayoría acaba por explosionar como supernova o como brote de rayos gamma.
Fotografía: Hubble Legacy Archive, NASA, ESA. Procesado: Judy Schmidt.

Las estrellas nacientes se pueden clasificar en función de su edad: la región azul de la izquierda de la imagen es la guardería estelar más longeva de todas las visibles en ella. Las estrellas jóvenes y masivas de su interior la han moldeado hasta darle forma de burbuja, y han calentado el gas disperso, haciéndola brillar en longitudes de onda más largas, detectables por el observatorio Herschel. Según los astrónomos, esta secuencia de formación estelar, situada a unos 10.000 años luz de la Tierra, es el resultado de docenas de supernovas que estallaron hace más de 10 millones de años en una superburbuja cercana.

En este fotograma de un vídeo registrado en longitudes de onda de luz ultravioleta extrema, una enorme cascada de partículas de alta energía emerge del Sol. El flujo de partículas carecía de fuerza suficiente para desprenderse del todo, con lo que se replegó hacia la estrella poco después. Las erupciones solares son explosiones registradas en la capa de plasma de la estrella con una energía equivalente a decenas de millones de bombas atómicas, las cuales se producen diariamente en periodos de actividad solar intensa.

En esta nueva imagen del telescopio espacial Hubble, se observa una galaxia espiral barrada frente a una multitud de brillantes galaxias lejanas. Localizada en la constelación de Hidra, a unos 86 millones de años luz de nosotros, NGC 3081 es considerada una galaxia Seyfert de tipo II. Estas se caracterizan por un deslumbrante núcleo que teóricamente alberga un agujero negro cuyo brillo se intensifica conforme devora la materia de su alrededor. En torno a este, se extiende un anillo de resonancia repleto de brillantes cúmulos y estallidos de formación estelar. La imagen se compone de múltiples observaciones realizadas en longitudes de onda de luz infrarroja, ultravioleta y óptica.

El telescopio espacial Hubble es el artífice de esta soberbia imagen de la galaxia NGC 1566, situada a 40 millones de años luz de nuestro planeta en dirección a la constelación austral del Dorado. Se trata de una galaxia espiral intermedia, es decir, que no posee una banda central de estrellas brillantes bien definida, pero tampoco carece de ella. Aunque pequeño, su brillante núcleo se aprecia claramente en la imagen, signo inequívoco de su pertenencia a la clase de las galaxias Seyfert, cuyos centros albergan gas altamente ionizado que gira en torno a un agujero negro supermasivo.

Cuando las estrellas masivas ponen fin a su vida y explosionan como espectaculares supernovas, crean una enorme burbuja con el remanente que se expande en el espacio interestelar y barre cualquier material circundante. En el corazón de estas burbujas, quedan pequeñas estrellas de neutrones o agujeros negros. No obstante, es difícil encontrar una de estas regiones, fruto del colapso gravitario, encerradas aún en una burbuja, ya que estas solo brillan durante unas decenas de miles de años antes de disolverse. Es por ello que esta imagen es altamente inusual, al haber capturado una estrella de neutrones fuertemente magnetizada (también llamada púlsar) y la superburbuja que la contiene.

En esta colosal columna conocida como Nebulosa del Cono no dejan de formarse nuevas estrellas, que azotan con sus energéticos vientos las nubes natales de gas y polvo. Esta región interestelar, constituida por gas de hidrógeno y partículas ínfimas, se observa con una nitidez sin precedentes en esta composición de imágenes tomadas por el telescopio espacial Hubble. Mientras la nebulosa al completo abarca unos 7 años luz, el cono truncado que conforma su cabeza solo se extiende a lo largo de 2,5 años luz, una distancia equivalente a la mitad del camino entre el Sol y su vecino estelar más próximo, Alfa Centauri. En la parte superior de la fotografía se aprecia también la estrella masiva NGC 2264 IRS.

Esta fotografía muestra el conjunto de galaxias que compone el cúmulo de Fornax, situado a 60 millones de años luz de nuestro planeta. La imagen fue tomada por el telescopio WISE y posteriormente retocada para destacar los halos de materia oscura (de color púrpura) que rodean el clúster. La observación de más de 170.000 agujeros negros supermasivos en el espectro de luz infrarroja, ha obligado a los astrónomos a replantearse la teoría clásica sobre el aspecto variable de estos objetos interestelares. Según esta, cada agujero negro está rodeado por una estructura de polvo en forma de rosquilla, y en función de su orientación en el espacio, esta estructura le dotará de una u otra apariencia.

El día sólo dura 8 horas en el planeta Beta Pictoris B, visible junto a su estrella madre en esta recreación artística que nos transporta a 63 años luz de distancia. Así lo han determinado los astrónomos de la Universidad de Leiden y del Instituto de Ciencias Espaciales de Holanda, que han logrado calcular por primera vez en la historia la velocidad de rotación de un exoplaneta. Han empleado para ello el telescopio VLT, de la Agencia Espacial Europea (ESO). El gaseoso planeta gira sobre su eje a 100.000 kilómetros por hora, una velocidad mucho mayor que la de la Tierra y sus congéneres. Este hallazgo extiende a los exoplanetas la relación entre masa y rotación constatada en los planetas que orbitan el Sol.

Los astrónomos captaron a través del telescopio Hubble los destellos de las auroras polares de Saturno. Las detalladas imágenes han proporcionado información clave para desentrañar la dinámica de este fenómeno de luminiscencia. De forma similar a la Tierra, la magnetosfera del planeta anillado se comprime en el lado que recibe la luz solar y fluye hacia fuera en una larga cola magnética en el lado en penumbra. Cuando la ráfaga de partículas procedentes del Sol golpea esta zona, la cola magnética se desploma y más tarde se reconfigura, generando los característicos efectos visuales.

La intensa interacción entre las dos galaxias de esta imagen (NGC 4485 y NGC 4490) está llegando a su fin. Este par cósmico, capturado por el telescopio espacial Hubble, ha alcanzado su máximo acercamiento y comienza ahora a alejarse, dejando entre sí un sendero de brillantes estrellas y anaranjados nudos de gas y polvo que se extiende a lo largo de 24.000 años luz. Muchas de las estrellas nacidas en este nexo no podrían haber existido de no ser por el fugaz romance galáctico, ya que de él emana el gas hidrógeno necesario para la formación estelar.

El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA ha captado un agujero de forma cuadrada en la atmósfera de nuestra estrella madre. Se trata de un agujero coronal, una región del campo magnético cuyas líneas se extienden hacia el viento solar en lugar de retornar hacia el Sol. Aparece oscuro en las imágenes en luz ultravioleta porque en esa zona la temperatura y la densidad del plasma son más bajas que en las zonas circundantes; simplemente no hay suficiente material para emitir en gama ultravioleta, tal y como explica la NASA en su último comunicado.

La atmósfera es la capa de gases que rodea la geosfera del planeta, y que se divide en diferentes estratos según la composición del aire. Los astronautas de la Estación Espacial Internacional son los artífices de esta impresionante fotografía en la que se aprecian la troposfera, de color anaranjado, y sobre esta, la estratosfera. No son visibles sin embargo las tres capas superiores (mesosfera, ionosfera y exosfera). Este tipo de imágenes permiten a los científicos comprender mejor las reacciones químicas que se desencadenan tanto en el interior de cada una de las capas como en las zonas de unión.

Las estrellas nacen a menudo en racimos, en enormes nubes de gas y polvo. Los astrónomos han estudiado dos clústeres a través del observatorio de rayos X Chandra, de la NASA, y sus resultados obligan a replantearse las teorías clásicas sobre formación estelar. Según sus averiguaciones, en ambos cúmulos, las estrellas más longevas se localizaban en las zonas externas y las estrellas incipientes en la regiones centrales, lo que sugiere que estas no nacen de dentro hacia afuera sino al contrario. En la imagen se aprecia uno de los clústeres protagonistas del hallazgo, conocido como NGC 2024 y situado en el centro de la Nebulosa de la Flama, a 1.400 años luz de la Tierra.

Este eclipse es el primero de la tétrada que durante 2014 y 2015 podremos observar. Dependiendo de la posición donde estemos, el tinte que adquiere nuestro satélite varía desde el naranja, pasando por el rojo y en algunos lugares, se aprecia el gris. Este eclipse es el primero de la tétrada que durante 2014 y 2015 podremos observar. Dependiendo de la posición donde estemos, el tinte que adquiere nuestro satélite varía desde el naranja, pasando por el rojo y en algunos lugares, se aprecia el gris. Este fenómeno ocurre cuando el Sol, la Tierra y la Luna se alinean quedando esta última en la zona de sombra de la Tierra.

Un equipo de astrónomos de la NASA ha calculado la masa de El Gordo, el cúmulo de galaxias más grande que se conoce en el universo distante, y ha concluido que hace honor a su nombre, ya que es un 43 por ciento más masivo de lo que se había estimado. La observación del cúmulo a través del telescopio Hubble permitió a los científicos medir la deformación de las imágenes de las galaxias situadas a su alrededor y determinar así que su masa es 3.000 billones de veces la masa de nuestro Sol, y que la mayor parte de esta se concentra en forma de materia oscura, marcada en la imagen de color azul. De todos los clústeres de galaxias hallados a una distancia parecida de la Tierra (7.000 millones de años luz), El Gordo es el más masivo, el más caliente y el que más radiación emite.

El pasado día 2 de abril, el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA capturó esta tremenda imagen de una erupción solar de alta intensidad. La enorme cascada de partículas de energía liberada por estas violentas explosiones no logra traspasar la atmósfera de nuestro planeta, pero sí puede suponer una grave amenaza para los vehículos espaciales y los astronautas que lo orbitan. No ocurrió así en el caso de la llamarada de la fotografía, que se mantuvo en un rango de intensidad moderado-alto (M), pero sí en el de la eyección registrada pocos días antes, que alcanzó el máximo nivel de potencia (X) y provocó severas ondulaciones en el campo magnético de la Tierra.

La galaxia espiral ESO 137-001 se precipita a través de un clúster tras un primer plano de brillantes estrellas en esta colorida composición de imágenes del telescopio Hubble y del observatorio Chandra. A medida que la distante galaxia (situada a 220 millones de años luz de la Tierra) acelera y alcanza una velocidad de casi 7 millones de kilómetros por hora, se despoja de buena parte del gas y el polvo que la componen, lo que provoca la formación de nuevas estrellas a su paso. El material expelido es visible en el espectro de rayos X como una larga y difusa estela azulada que se extiende a lo largo de la imagen y a lo largo de 400.000 años luz en el espacio.

El Quinteto de Stephan es un conjunto de cinco galaxias que interactúan entre sí, situado en la constelación de Pegaso, a 300 millones de años luz de distancia. Se trata del primer grupo compacto del que se tuvo constancia. Esta extraordinaria imagen, resultado de las observaciones de los telescopios Hubble y Subaru, muestra el quinteto de galaxias, aunque solo cuatro de ellas (de color amarillento en la fotografía) están realmente sumidas en una danza cósmica abocada a la colisión. La quinta galaxia, de tono azulado, se encuentra a una distancia de 40 millones de años luz de nosotros, por lo que no forma parte del grupo ligado de galaxias, sino que es una mera proyección. Este efecto visual es el mismo que se produce al observar las constelaciones de estrellas, en las que percibimos el total de ellas sobre un plano cuando en realidad cada una se encuentra a una distancia diferente.

Las estrellas masivas nacen en el interior de tumultuosas nubes de gas y polvo y llevan una breve pero intensa vida, en la que eyectan fuertes vientos de partículas y radiación a su alrededor antes de explosionar como supernovas. Esta imagen de la región de formación de estrellas ON2 tomada por el telescopio espacial Spitzer de la NASA, muestra dicha interacción entre las estrellas masivas y su entorno. La fotografía combina las observaciones realizadas en longitudes de onda de rayos X e infrarroja, de forma que el color rojo corresponde a las nubes de gas y polvo, y el azul a las protoestrellas y jóvenes estrellas masivas. El destello amarillo de la parte superior de la imagen es BC Cygni, una estrella masiva 1.000 veces mayor que el Sol que pierde masa a gran velocidad, dirigiéndose vertiginosamente hacia su estallido final.

Esta nueva imagen tomada por el telescopio Hubble se centra en NGC 5793, una galaxia espiral situada a 150 millones de años luz de nuestro planeta, en la constelación de Libra. Esta galaxia tiene dos características particularmente llamativas: una hermosa franja de polvo y un centro intensamente brillante, cuyo resplandor supera con mucho el de nuestra propia galaxia e incluso el de la mayoría de las galaxias espirales que conocemos. Ello se debe a que es una galaxia Seyfert, un tipo de galaxia activa que alberga un agujero masivo en su centro que produce líneas espectrales de emisión de gas altamente ionizado y genera un destello que puede llegar a eclipsar al resto de la propia galaxia.

El telescopio espacial Hubble celebra el 24 aniversario de su lanzamiento con esta espectacular fotografía infrarroja de una región de formación estelar próxima a nuestro planeta. Situada en la Nebulosa de Cabeza de Mono, a 6.400 años luz de distancia de la Tierra, esta nube de gas y polvo reúne todos los ingredientes para la creación de cientos de estrellas. Estas resurgen en la zona central de la nebulosa, y dispersan el polvo y el gas a su alrededor, dificultando el proceso de formación de otras estrellas. La radiación ultravioleta que emiten las nuevas y extremadamente calientes estrellas esculpe la nube y le otorga su particular apariencia.

En este primer plano espacial se observa cómo las nubes cósmicas y los vientos estelares de la estrella variable LL Orionis interactúan con el flujo de la Nebulosa de Orión. LL Orionis, moviéndose a la deriva a través de la guardería estelar de Orión y todavía en sus años de formación, genera un viento más energético que el viento de nuestra medrada estrella. Cuando estas corrientes de viento impactan con el gas de movimiento lento se forma un frente de choque similar a la ola de proa de un barco. La estructura curva visible en la zona central izquierda es el arco de choque cósmico de LL Orionis, es decir, la frontera entre el viento que emana de la estrella y el medio interestelar, que en este caso se extiende a lo largo de medio año luz de distancia.

El pasado 21 de enero, unos estudiantes británicos detectaron el destello de una explosión estelar mientras probaban un telescopio. El hallazgo captó la atención de astrónomos de medio mundo, que confirmaron la existencia de la supernova SN 2014J, ampliada en esta composición sobre una imagen de la galaxia M82 en la que se encuentra. Se trata de la supernova más brillante que se ha detectado desde hace 27 años, por lo que es visible en el cielo con la simple ayuda de un telescopio de aficionado. Se trata además de una supernova de tipo “Ia”, es decir, una estrella enana blanca que ha atraído materia de un astro vecino hasta explosionar, y que los cosmólogos emplean para medir grandes distancias en el universo.

Esta imagen tomada por el telescopio Hubble muestra la galaxia espiral ESO 137-001 enmarcada ante un fondo brillante en su avance a través del corazón del cúmulo de galaxias Abell 3627. Este clúster está rasgando con violencia las entrañas de la galaxia espiral y dejando unas intensas rayas azules como único rastro del crimen cósmico. Las brillantes estelas se componen de estrellas jóvenes y calientes, encerradas en arroyos tenues de gas que están siendo arrancados de la galaxia por la fuerza de arrastre del Gran Atractor, una anomalía gravitatoria del espacio intergaláctico. Tanto nuestra galaxia como el cúmulo Abell 3627 están siendo arrastrados lentamente hacia esta misteriosa región.

Las estrellas fugitivas pueden ocasionar un gran impacto en su entorno cuando se precipitan a través de la Vía Láctea. Sus encuentros de alta velocidad sacuden la galaxia, creando “arcos de choque”, tal y como se puede apreciar en esta imagen publicada por el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA. En este caso concreto, el resplandor corresponde a la estrella masiva y gigante conocida como Kappa Cassiopeiae, que se desplaza a una velocidad de 1.100 kilómetros por segundo. Las estrellas de movimiento lento como nuestro Sol generan arcos de choque que son prácticamente invisibles en todas las longitudes de onda de la luz, pero las estrellas rápidas como Kappa Cassiopeiae crean perturbaciones que pueden ser vistas por los detectores infrarrojos de Spitzer.

En esta nueva imagen obtenida desde el Observatorio de La Silla, en Chile, se puede ver el brillante cúmulo Messier 7, un conglomerado de estrellas nacidas casi en el mismo lugar y al mismo tiempo a partir de una única nube cósmica de gas y polvo. Fácilmente visible en esta imagen en contraste con los cientos de estrellas más débiles situadas tras él, Messier 7 se localiza en la cola de la constelación de Escorpio, a 800 años luz de la Tierra. En un futuro, las estrellas más brillantes (y masivas) de la imagen, que suponen cerca de una decena de las 80 que forman el grupo, explotarán de forma violenta como supernovas, y las estrellas restantes se irán separando lentamente del cúmulo hasta dejar de formar parte de él.

El Observatorio Solar Dinámico de la NASA capturó hace algunos días esta imagen de una región solar de intensa actividad. En ella, se observan los arcos coronales generados por las erupciones solares a lo largo de dos días, que liberan una cascada enorme de partículas de alta energía al espacio. Los bucles se originan en torno a las manchas solares, donde emergen intensos campos magnéticos de la superficie del Sol hacia la corona. Pueden durar días e incluso semanas, aunque la mayoría de ellos se extingue con rapidez. La imagen fue tomada en el espectro de luz ultravioleta extrema.

El astronauta Koichi Wakata, de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), compartió hace unos días en su cuenta de Twitter esta espectacular imagen tomada desde la ISS de una media luna creciente junto a la cúspide de la atmósfera terrestre. Los distintos colores que se observan en el linde de la capa gaseosa que envuelve nuestro planeta responden a las partículas predominantes en cada uno de sus estratos, que actúan a modo de prisma, dispersando la luz y generando una amplia gama cromática.

Esta fotografía bien podría ser de la Tierra tras el diluvio universal. Sin embargo, se trata del primer plano de Venus, un planeta perpetuamente cubierto por un espeso velo de nubes compuestas de dióxido de azufre y ácido sulfúrico. La sonda Mariner 10 de la NASA tomó esta fotografía con ayuda de un filtro ultravioleta, y posteriormente se alteró su cromatismo para simular el aspecto de la atmósfera venusiana ante la vista humana. La enorme cantidad de dióxido de carbono de la atmósfera provoca un fuerte efecto invernadero que eleva la temperatura de la superficie del planeta hasta los 460 grados Celsius.

Al igual que miles de millones de partículas rodean Saturno, inmortalizando la órbita de la antigua luna de hielo a la que un día pertenecieron, una corriente en chorro hexagonal gira en torno al polo norte del planeta. Esta sinuosa perspectiva de Saturno fue tomada por la sonda espacial Cassini desde la parte iluminada por la luz solar y con una inclinación de 43 grados sobre el plano de los anillos. Para ello, la nave empleó un filtro espectral sensible a longitudes de onda de luz cercanas a la infrarroja. La fotografía se tomó a una distancia de aproximadamente 2.500.000 kilómetros del planeta.

Si alguna vez visitas Herbig-Haro 24, no te acerques a su chorro de partículas. En un futuro habrá que tener muy en cuenta esta advertencia de riesgo potencial, ya que dicho “jet” contiene electrones y protones desplazándose cientos de kilómetros por segundo. El haz de luz que emana de este chorro de materia se aprecia en esta imagen infrarroja tomada por el telescopio Hubble. La información recabada ayudará a los astrónomos a comprender mejor las turbulentas regiones de formación estelar conocidas como objetos estelares jóvenes (YSO, por sus siglas en inglés), a la cual pertenece la nebulosa HH 24. Cuando una estrella se forma, el disco de polvo y gas que rodea el YSO provoca la aparición del poderoso chorro de energía en su centro.

Una tormenta de estrellas se está gestando en la nebulosa Trífida, situada a 5.400 años luz de nosotros, en la constelación de Sagitario. Los diferentes colores de la imagen inferior representan las diferentes longitudes de onda de luz registradas por el telescopio espacial WISE. La región amarilla es una gran guardería estelar en la que se produce el estallido de cientos de estrellas nacientes, mientras que los puntos azules repartidos por toda la imagen son estrellas adultas situadas entre la nebulosa y la Tierra. La zona de color verde es una nube de gas de hidrógeno, en cuyo interior encuentra la nebulosa Trífida. La radiación y los vientos procedentes de las estrellas masivas han soplado una cavidad en el polvo y gas de los alrededores, que en teoría ha provocado el nacimiento de las nuevas generaciones de estrellas.

A las 8:30 del día 30 de enero de 2014, la Luna se interpuso entre el Sol y el telescopio espacial Solar Dynamics Observatory (SDO) dando lugar a esta fotografía sin igual de un eclipse solar visto desde el espacio. El cruce de ambos astros ante los ojos de la sonda acontece entre dos y tres veces cada año. En esta ocasión, el eclipse parcial se prolongó durante dos horas y media, batiendo el record de duración de los tránsitos lunares registrados desde el comienzo de la misión en 2010. Se desconoce cuándo podremos ver el siguiente eclipse “extraterrestre”, ya que el telescopio SDO tiene previsto reajustar su órbita entorno a la Tierra para lograr una mejor observación del Sol.

En esta nueva imagen del telescopio Hubble nos llaman la atención los dos objetos especialmente brillantes de la zona central. Aunque a priori podamos pensar que son dos cuerpos celestes distintos (al igual que hicieron sus descubridores en 1979), se trata en realidad uno solo. El cuásar QSO 0957+561 es una estructura cósmica extremadamente rara, que libera la misma cantidad de energía que cientos de galaxias medianas y emite la misma luz que billones de estrellas juntas. El efecto óptico que provoca que veamos dos cuásar en lugar de uno se conoce como “lente gravitacional”, y fue predicho por la teoría de la relatividad de Einstein. La fuerza gravitacional de la galaxia gigante YGKOW G1, que se interpone en nuestra línea de visión con el cuásar, es capaz de curvar la luz de los objetos situados tras ella, generando así la imagen duplicada.

La Galaxia Remolino, también conocida como M51, es uno de los ejemplos más espectaculares de galaxia espiral, como se aprecia en esta composición de tres imágenes tomadas en tres espectros de luz diferentes. M51, situada a 30 millones de años luz de nuestro planeta, alberga más de cien mil millones de estrellas y está en proceso de fusionarse con su homónima NGC 5195, de menor tamaño. En la captura realizada en el espectro de luz visible y ultravioleta (de color verde), observamos la población actual de estrellas de la galaxia, mientras que la imagen de rayos X (azul) nos muestra las supernovas o estrellas ya extintas. Por otro lado, la luz infrarroja (rojo y amarillo) refleja el brillo del polvo cósmico, un componente minoritario pero fundamental de la materia interestelar que forma los brazos de la galaxia.

Cada 11 años, aparecen en la superficie de nuestra estrella madre unas extensas manchas que pueden llegar a alcanzar el tamaño de la Tierra. Se trata de las manchas solares; regiones oscuras relativamente frías (apenas miles de grados Celsius) con una intensa actividad magnética. Esta imagen tomada en el espectro de luz ultravioleta por la nave espacial TRACE muestra una agrupación de manchas solares. AR 9169, surgida durante el último ciclo solar, se observa en la imagen como una región inusualmente brillante y cercana al horizonte del astro. El gas que fluye en torno a estas manchas solares se encuentra a una temperatura de más de un millón de grados Celsius. La causa de tan altas temperaturas es desconocida, pero se relaciona con los bruscos cambios en los ciclos del campo magnético que canalizan el plasma solar.

A través de esta composición de imágenes de diferentes espectros electromagnéticos, los astrónomos han descubierto uno de los agujeros negros más poderosos conocidos hasta la fecha. Situado en la galaxia RX J1532, a unos 4.000 millones de años luz de la Tierra, este agujero ha creado enormes estructuras de gas caliente en torno a sí mismo (de color púrpura en la imagen) que han impedido la formación de billones de estrellas. Esta región es visible únicamente a través las imágenes de rayos X tomadas por el observatorio Chandra de la NASA, en las que se muestra con un brillo muy intenso que indica que es extremadamente masivo (1.000 billones de veces la masa del Sol). En el centro de la nube de gas, se sitúa la gran galaxia elíptica que contiene el agujero negro supermasivo.

Aunque esta imagen pueda parecernos a simple vista idéntica al resto de imágenes de Saturno, ha sido captada en el espectro de luz infrarroja a través un filtro especial que sólo admite luz polarizada en una dirección. Este instrumento fotográfico se encuentra a bordo de la sonda espacial Cassini, y permite a los científicos indagar sobre la naturaleza de las partículas que dan forma a los anillos del planeta. La mancha luminosa que observamos en la zona central de la imagen es el reflejo de la luz solar visible cuando la sonda se encuentra en un ángulo de cero grados, es decir, desde una perspectiva frontal. Para que esto se produzca, el vehículo debe estar alineado entre el Sol y el planeta.
Fotografía: NASA/JPL-Caltech/Space Science Institute

Dentro de mil millones de años, solo quedará una. Hasta entonces, las galaxias espirales NGC 2207 e IC 2163 continuarán atrayéndose mutuamente, creando así corrientes de materia, mareas de gas impactado, carriles de polvo oscuro, estallidos de formación estelar y oleadas de estrellas a la deriva. Los astrónomos predicen que será la gran galaxia que aparece a la izquierda de la imagen la que absorba a su vecina. El encontronazo más reciente, que alcanzó su punto álgido hace alrededor de 40 millones de años, desencadenó la oscilación de la galaxia de menor tamaño hacia la izquierda, de forma que se sitúa ahora ligeramente por detrás de su amenazante compañera.

Situada a unos 1.500 años luz de distancia la nebulosa de Orión o Messier 42 destaca por su belleza. Esta fotografía tomada por el telescopio espacial Spitzer en falso color a partir de datos infrarrojos abarca alrededor de 40 años luz. La parte más brillante de la nebulosa corresponde a la zona de formación de jóvenes estrellas masivas, conocido como cúmulo del Trapecio, por la forma que crean sus cuatro estrellas principales. En tonos rojos podemos observar las estrellas en proceso de formación. Además, a la izquierda de la nebulosa se puede ver una protoestrella catalogada como HOPS 68 y donde recientemente los astrónomos encontraron cristales de olivino.
Fotografía: NASA / JPL-Caltech

En este mosaico de imágenes tomadas por el telescopio espacial Hubble vemos la galaxia del Molinillo Austral, una galaxia espiral que se encuentra en la constelación de Hydra, a unos 15 millones de años luz de distancia. En la imagen podemos ver miles de cúmulos de estrellas, cientos de miles de estrellas individuales y los “fantasmas” de estrellas muertas, conocidos como remanentes de supernovas. Las nuevas generaciones de estrellas se están formando en grupos en los bordes de las espirales de polvo oscuras. Analizando imágenes como esta, y en especial los restos de las supernovas, los astrónomos pueden analizar y comprender mejor la naturaleza de las estrellas que al explotar y dispersar elementos químicos contribuyen a la generación de nuevas estrellas.

Esta nueva imagen tomada por el telescopio espacial Hubble nos muestra la conocida como nebulosa de la Tarántula en su máximo esplendor. Situada a unos 170.000 años luz de distancia, dentro de la Gran Nube de Magallanes, esta región del espacio está llena de cúmulos de estrellas, gas y polvo. Gracias a este tipo de imágenes los astrónomos pueden analizar los millones de estrellas que la componen y estudiar el esqueleto que estructura toda la nebulosa. Sin duda es una de las más bellas fotografiadas hasta el momento.

Esta serie de fotografías está llena de valiosísima información del Sol. Normalmente lo vemos como una gran bola de fuego, pero la ciencia tiene otros muchos métodos para visualizar los procesos que se producen en nuestra estrella. La imagen muestra 60 imágenes (tres filas de 20 imágenes) tomadas cada 10 segundos por el espectrómetro ultravioleta instalado en el telescopio SOHO (visualizar de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo). Si miramos atentamente las fotografías veremos que al final de la primera fila y el comienzo de la segunda, el centro de las mismas aparece alargado hacia la derecha. Este cambio es característico de los chorros de plasma que expulsa el Sol a una velocidad de unos 100 km/s. En las siguientes instantáneas se observa como la actividad para y vuelve a activarse de nuevo, lo que nos da una idea de la naturaleza y los rápidos y continuos acontecimientos que se producen en la atmósfera solar.

La nebulosa del Rectángulo Rojo, llamada así por su coloración y su forma también es conocida por los astrónomos como la HD 44179. Fue descubierta en 1973 y está situada a unos 2.300 años luz de distancia hacia la constelación de Monoceros. Según los científicos esta curiosa e inusual forma podría deberse a las dos formas cónicas situadas de punta a punta. Sin embargo los investigadores todavía continúan estudiándola para conseguir darle una explicación definitiva a este fenómeno estelar. La imagen fue tomada con el telescopio espacial Hubble de la ESA y la NASA.

Esta preciosa nebulosa conocida como la nebulosa del Ojo de Gato (NGC 6543) está situada a unos 3.000 años luz de distancia y el origen de su nombre es más que evidente. Esta nebulosa fue descubierta por William Herschel en 1786, aunque la fotografía fue tomada cientos de años más tarde por el telescopio Hubble de la ESA y la NASA. En ella se observan numerosas burbujas, que resultan de la expulsión de gas por parte de una estrella central que se acerca al final de su vida. Las estrellas muy masivas mueren en explosiones de supernova, pero las estrellas de masa media, como el Sol, forman ‘nebulosas planetarias’ a medida que su combustible se va agotando. Se llaman nebulosas planetarias porque cuando son observadas con telescopios pequeños su forma las hace parecer planetas. Las nebulosas planetarias se construyen en capas, a medida que la estrella moribunda va expulsando gas y polvo, de ahí su forma redondeada.

En esta imagen tomada por el Telescopio Espacial Spitzer podemos ver la Nebulosa de la Hélice NGC 7293, situada a unos 700 años luz de distancia, en la constelación de Acuario. El diámetro de polvo y gas que rodea una estrella enana blanca tiene unos dos años luz de diámetro y está considerada uno de los mejores ejemplos de nebulosa planetaria, lo que representa una de las fases finales de estrellas como nuestro Sol. Según los científicos el color brillante de la radiación infrarroja de la estrella puede deberse al resplandor del disco de escombros que existen a su alrededor.

La nebulosa del Cangrejo es en realidad los restos de una estrella que explotó y cuya luz alcanzó la tierra en el año 1054. De hecho es uno de los objetos más estudiados en el cielo. En el corazón de una nube de gas en expansión se encuentra lo que queda del núcleo de la estrella original, una estrella de neutrones superdensa que gira 30 veces por segundo. En la imagen, tomada por el observatorio de rayos X Chandra, de la NASA, se observan este tipo de rayos emitidos por la región central de la nebulosa. La imagen tiene 9,8 años luz de diámetro.

En la imagen tomada por el Wide-Field Infrared Survey Explorer de la NASA, conocido habitualmente como WISE, podemos ver la conocida como nebulosa de cabeza de bruja, por su parecido con el perfil de una bruja mirando hacia la derecha. Según los investigadores, las nubes ondulantes de la nebulosa, donde se están gestando las nuevas estrellas, están iluminadas por las estrellas masivas. La luz de las estrellas incide en las nubes de polvo, emitiendo luz infrarroja, lo que permite a los científicos detectarlo con tecnología como la de WISE. La nebulosa de cabeza de bruja se encuentra a unos cientos de años luz de distancia de la Tierra, en la constelación de Orión, junto a la conocida como “rodilla del cazador”.
Fotografía: NASA/JPL-Caltech

Puede que esta fase lunar nos resulte familiar, pero la luna en sí misma seguro que no. Esta fase de transición entre el cuarto creciente y la luna llena corresponde al satélite Europa, del planeta Júpiter, cuyo tamaño es similar al de nuestro satélite pero no su aspecto, ya que no presenta apenas cordilleras ni cráteres en su superficie. El orbitador Galileo fue el artífice de esta imagen, tomada durante la misión que estudió la atmósfera de Júpiter entre 1995 y 2003, y que se saldó con un importante hallazgo científico: la existencia de océanos de agua líquida bajo la superficie helada de la luna Europa.

Este fotograma forma parte de un vídeo de la NASA centrado en nuestra estrella madre y basado en los datos recabados por el Observatorio Solar Dinámico. La imagen muestra un abanico de los distintos rangos de longitud de onda de la luz, invisibles para la vista humana pero no para los telescopios. La luz amarilla emana de la materia que supera los 5.700 grados Celsius, de modo que representa la superficie del Sol. La luz ultravioleta extrema, coloreada en verde, proviene de átomos a 6.300.000 grados propios de las erupciones solares. Esta representación gráfica permite a los científicos rastrear el movimiento de las partículas y el calor a través de la atmósfera de la estrella.
Fotografía: NASA Goddard Space Flight Center

Esta llamativa imagen tomada durante la misión Dawn de la NASA muestra el flujo de material a través del cráter Aelia, localizado en la superficie del gigante asteroide Vesta. Ante el escrutinio del ojo humano, el asteroide se aprecia de color grisáceo y plagado de cráteres de pequeño y gran tamaño. En las imágenes captadas por la cámara de encuadre de la sonda, sin embargo, aparece teñido de siete colores distintos que indican los diferentes tipos de materiales presentes en la roca. Gracias a ello, los investigadores pueden detectar cráteres enterrados o estructuras que precedieron a impactos. La sonda Dawn visitó Vesta hace un año, y en este momento se halla en camino hacia su segundo destino, el planeta enano Ceres.
Fotografía: NASA/JPL-Caltech/UCLAMPS/DLR/IDA

El telescopio Hubblecast ha tomado esta impresionante fotografía de la estrella RS Puppis, situada en la constelación de mismo nombre a una distancia de 6.500 años luz de la Tierra. Se trata de una estrella variable Cefeida, cuya luminosidad varía rítmicamente con un periodo regular. Es además la única Cefeida que se encuentra rodeada por una gran nebulosa, formada por gas y polvo muy fino que refleja parte de la luz emitida por la estrella. RS Puppis, situada en el centro de la imagen, se ilumina y oscurece a lo largo de un ciclo de cinco semanas, generando un estallido de luz repentino conocido como “eco de luz”, por el cual la luz reverbera en la nube que rodea la estrella.
Fotografía: ESA/Hubble

Para tomar esta imagen de color natural de Saturno ha sido necesario procesar 141 imágenes de gran angular tomadas por la sonda Cassini. La fotografía abarca unos 650.000 kilómetros de Saturno y sus anillos interiores y cómo apunta la NASA, se puede observar tanto la Tierra como Marte y Venus. "Este mosaico ofrece una notable cantidad de datos de alta calidad en los anillos difusos de Saturno, mostrando todo tipo de estructuras interesantes que estamos tratando de entender", explicó Matt Hedman, científico de la misión Cassini.La NASA ha aprovechado esta fotografía para realizar un bellísimo collage con las fotos de miles de personas anónimas. Entra aquí y mírala.
Fotografía: NASA / JPL-Caltech / SSI

Un filamento magnético de material solar de más de 300.000 kilómetros recorrió a finales de septiembre la superficie del Sol, atravesando su atmósfera y la corona y dejando a su paso un espectacular cañón de fuego. En realidad, como explican desde la NASA, el Sol no es una bola de fuego, sino que es plasma, un conglomerado de partículas tan sumamente calientes que sus electrones se han evaporado creando una nube de gas cohesionado gracias a diversos de campos magnéticos. La imagen ha sido obtenida gracias a distintas tecnologías que analizan el astro en diversas longitudes de onda desde el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA (el SDO por sus siglas en inglés).

Esta imagen en falso color ha sido obtenida gracias a diversas fotografías tomadas por la sonda Cassini de la NASA. En ella se pueden observar los lagos de hidrocarburos de Titán, la luna más grande de Saturno, el único lugar del Sistema Solar donde se sabe que existe líquido estable en su superficie. El mar Kraken es el más grande de Titán y tiene aproximadamente la misma superficie que el mar Caspio y, como el resto de mares del satélite, están rellenos de etano líquido y metano en lugar de agua líquida.
Fotografía: NASA / JPL-Caltech / University of Arizona / Universidad de Idaho

Tomando la foto original de la sonda Cassini de la NASA, encargada de estudiar Saturno y sus famosos anillos se ha realizado este fantástico collage usando unas 1.600 fotografías particulares tanto del público como de parte de la misión que controla la sonda. Este mosaico es parecido al que ser realizó el pasado 19 de junio cuando la NASA anunció que la misma sonda fotografiaría nuestro planeta desde el Saturno.
Fotografía: NASA / JPL-Caltech / SSI

En el universo, cada final es un nuevo comienzo. Cuando una estrella masiva muere, explosiona como una espectacular supernova, eyectando una gran cantidad de materia y energía al espacio, cuyo reducto (nebulosa) se mantiene activo durante miles de años. Una de las más emblemáticas es la Nebulosa del Cangrejo, una tenue y filamentosa nube de gas y polvo que contiene en su centro un púlsar o estrella de neutrones giratoria. En esta imagen se aprecia en color rojo el resplandor del polvo cósmico captado por el observatorio Herschel y en color azul, las trazas de oxígeno y dióxido de azufre captadas por el telescopio Hubble.

La teoría de la acreción de materia en un agujero negro predice una luminosidad máxima en función de su tamaño, conocida como “luminosidad de Eddington”. Sin embargo, el reciente hallazgo en la galaxia Messier 101 de un pequeño agujero negro ultraluminoso ha desafiado esta teoría. Este agujero negro estelar emite rayos X con una intensidad que se corresponde con su masa (entre 20 y 30 veces la masa del Sol), pero también emite de forma intermitente ráfagas cien veces más luminosas. En esta recreación artística se observa el agujero negro rodeado por su disco de acreción y tras él, la estrella Wolf-Rayet, de la que absorbe la materia.
Fotografía: Observatorio Gemini /AURA trabajo de Lynette Cook.

La silueta del vórtice polar de Titán se adivina fácilmente en esta imagen tomada por la sonda Cassini, al contrastar con la oscuridad de la bruma atmosférica de la Luna. Titán tiene un diámetro de 5.150 kilómetros que lo convierte en el mayor de los satélites de Saturno. Al contrario de lo que puede parecer, en esta captura es visible el hemisferio sur de Titán, ya que el punto más septentrional se encuentra inclinado 32 grados hacia la izquierda. La imagen fue tomada por la cámara de ángulo estrecho de la sonda, a través de un filtro espectral sensible a longitudes de onda de luz casi infrarroja (938 nanómetros). Esta perspectiva fue obtenida a una distancia de aproximadamente 1,3 millones de kilómetros del satélite saturnal.
Fotografía: NASA/JPL-Caltech/Space Science Institute

La galaxia espiral M81, visible en esta fotografía, alberga en su interior un agujero negro 70 millones de veces más masivo que nuestro Sol. Un estudio realizado a partir de los datos recogidos por el observatorio Chandra y los telescopios de observación terrestre, en combinación con modelos teóricos detallados, ha revelado que este agujero negro supermasivo se nutre de la misma manera que un agujero negro estelar, cuya masa sólo es diez veces mayor que la del Sol. Este descubrimiento ratifica la teoría de la relatividad de Einstein, según la cual los agujeros negros poseen las mismas propiedades independientemente de su tamaño.
Fotografía: X-ray: NASA/CXC/Wisconsin/D.Pooley & CfA/A.Zezas; Optical: NASA/ESA/CfA/A.Zezas; UV: NASA/JPL-Caltech/CfA/J.Huchra et al.; IR: NASA/JPL-Caltech/CfA

Esta recreación artística muestra la eyección de materia al espacio pocedente del agujero negro de una galaxia. La mayor parte de la materia cósmica se encuentra en estado de plasma y a una temperatura de millones de grados, permaneciendo invisible ante la mirada de los telescopios ópticos más potentes. Sin embargo, el gas caliente emite radiación que sí es visible en el espectro de rayos X, de modo que resulta imprescindible para los astrónomos trabajar con tecnología sensible a esta longitud de onda. En este sentido, la Agencia Espacial Europea (ESA) acaba de aprobar la construcción de un nuevo telescopio de rayos X, además de un avanzado detector de ondas gravitacionales. Ambos proyectos requerirán dos décadas de desarrollo y construcción.

Al sur de la región de formación estelar conocida como Nebulosa de Orión, se aprecia el resplandor azulado de una nebulosa de reflexión; una nube de polvo que refleja la energía procedente la estrella variable que alberga en su interior. La nebulosa NGC 1999 presenta una apariencia de T invertida y ensombrecida en esta amplia imagen cósmica, que abarca más de 10 años luz. La zona oscura es una nube de gas y polvo llamada “glóbulo de Bok”, que aparece muy delimitada a causa de la luz reflejada por la nebulosa. No obstante, las últimas observaciones en rayos X han revelado que la opacidad de dicha nube no se debe a su densidad, sino a que contiene una región completamente vacía.
Fotografía: Subaru Telescope (NAOJ), Hubble Space Telescope, Robert Gendler.

NGC 4921 es la galaxia espiral más brillante del Cúmulo de galaxias de Coma, una de las mayores agrupaciones galácticas del universo local. Se encuentra a una distancia estimada de 310 millones de años luz de la Tierra. Una mayor precisión en esta cifra permitiría a los astrónomos calibrar, en base a su velocidad de recesión, el ritmo de expansión de todo el universo visible. Para lograrlo, el telescopio Hubble ha realizado multitud de tomas a fin de identificar los marcadores clave de distancia estelar, conocidos como estrellas variables Cefeidas. La magnífica espiral ha sido informalmente apodada “anémica” debido a su bajo contenido en hidrógeno en estado neutro. Sus brazos espirales externos presentan un aspecto difuso, sólo definidos por bandas de polvo, lo que supone a una baja o nula tasa de formación estelar.
Fotografía: Hubble Legacy Archive, ESA, NASA

Gracias a las mejoras implementadas en su tecnología, el telescopio Hubble ha vuelto a tomar la mejor fotografía hasta la fecha de las Galaxias de las Antenas. En ella, las dos galaxias espirales se funden en un abrazo mortal. La colisión entre ambas es tan violenta que sus respectivas estrellas han sido arrancadas y han formado un arco de transmisión. Se encuentran además en un estado de “starburst”, en el que todo el gas intergaláctico está siendo utilizado para formar nuevas estrellas. Las nubes de gas aparecen en la imagen de color rosáceo, y las regiones de formación estelar, de color azulado. Con el tiempo los núcleos de las galaxias NGC 4038 y NGC 4039 se unirán y generarán una gran galaxia elíptica.
Fotografía: ESA/Hubble & NASA

Muchos de los agujeros negros presentes en sistemas estelares se encuentran rodeados por un disco de gas y plasma gravitacional atraído de una estrella binaria cercana. Parte de este material termina siendo expulsado del sistema estelar en potentes chorros o “jets” que emanan de los polos del agujero negro en rotación. Este fenómeno ha sido representado en esta ilustración artística, en la que distinguimos una enorme estrella azul a la derecha y un pequeño agujero negro en el centro del disco de acreción a la izquierda. Las últimas investigaciones evidencian que, además de protones y electrones, estos chorros contienen átomos pesados como el hierro y el níquel, y que alcanzan una velocidad de 198.000 kilómetros por segundo (dos tercios de la velocidad de la luz).
Fotografía: NASA, CXC, M. Weiss

Las galaxias no son las estructuras de mayor tamaño del universo. Estas a su vez se agrupan para formar los clústeres o cúmulos de galaxias, compuestos por miles de ellas y por una gran cantidad de gas intergaláctico. Este clúster lleva el nombre de la galaxia masiva elíptica del centro (NGC 5044), que se encuentra rodeada por decenas de pequeñas galaxias espirales y enanas. Con una temperatura de 10 millones de grados en adelante, el gas de los clústeres está lo suficientemente caliente para brillar en el espectro de rayos X y ser detectado por el observatorio XMM-Newton de la ESA. Este grupo de galaxias en concreto es el más brillante de todo nuestro cielo.
Fotografía: E. O’Sullivan & ESA

Las supernovas son objetos extremadamente brillantes que se forman cuando una estrella alcanza el final de su vida con una dramática explosión en la que expulsa gran cantidad de materia al espacio. La galaxia espiral de la imagen, conocida como NGC 6984, mostró una de estas explosiones el año pasado y ahora ha dejado ver el estallido de otra de sus estrellas. La nueva supernova ha sido captada en esta imagen del telescopio Hubble, en la que aparece como un punto ligeramente más brillante que el resto y situado a la derecha de la zona central de la galaxia. Debido a la cercanía temporal entre ambas supernovas y a que comparten misma tipología de explosión, los astrónomos valoran la posibilidad de que estén vinculadas.
Fotografía: NASA/ESA/Hubble

El espectro multicolor de esta imagen es un objeto “Herbig-Haro”, es decir, una nebulosa asociada con una estrella recién formada. Estas nebulosas de corta vida (solo unos pocos miles de años) se originan cuando el gas expulsado por la estrella central impacta a gran velocidad con las nubes de material gaseoso y polvo interestelar que la rodean. La nube de gas ionizado generada impide su observación a simple vista. Sin embargo, los telescopios Spitzer y ALMA emplean longitudes de onda infrarroja y submilimétrica que sí permiten ver a través de la oscura nube cósmica.
Fotografía: NASA/JPL-Caltech/ALMA

NGC 6946, visible en la fotografía, es una galaxia espiral de tamaño medio que se orienta hacia nosotros de manera frontal y se localiza a una distancia de 22 millones de años luz de la Tierra. Durante el pasado centenario, pudo observarse en sus brazos el estallido de ocho supernovas. Los datos de la imagen registrados por el observatorio Chandra (en color púrpura) han revelado la existencia de tres de las más longevas supernovas en su interior, reafirmando así su sobrenombre de “Galaxia de los Fuegos Artificiales”. Esta captura también incluye datos ópticos procedentes del observatorio Gemini en color rojo, amarillo y cian.
Fotografía: X-ray: NASA/CXC/MSSL/R.Soria et al, Optical: AURA/Gemini OBs

En esta fotografía de larga exposición se observa el ascenso del cohete Soyuz TMA-11M hacia la Estación Espacial Internacional, donde se acopló de manera exitosa el pasado día 7 de noviembre. La expedición 38, formada por el comandante Mikhail Tyurin de Roscosmos, el ingeniero de vuelo Rick Mastracchio de la NASA y el ingeniero de Vuelo Koichi Wakata de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón, pasará los próximos seis meses a bordo del laboratorio espacial.
Fotografía: NASA/Bill Ingalls

Esta inédita imagen publicada por la NASA muestra una gran fuente de radiación bilobular generada por el agujero negro supermasivo situado en el centro de una gran galaxia. Se trata de la galaxia 3C353, que aparece como un punto diminuto y brillante en el centro de la fotografía. Las inmensas columnas de radiación que la enmarcan son visibles en longitudes de onda de rayos X, capturadas por el observatorio Chandra de la NASA (color púrpura), y en longitudes de onda de radio, capturadas por el radiotelescopio Very Large Array (color naranja).
Fotografía: X-ray: NASA/CXC/Tokyo Institute of Technology/J.Kataoka et al, Radio: NRAO/VLA

Cinco de las 62 lunas documentadas de Saturno posan junto al planeta en esta curiosa fotografía tomada por la sonda Cassini sirviéndose de la luz solar. A la derecha y en primer plano se encuentra Rhea, la segunda luna del planeta en tamaño con un diámetro de 1.528 km. Tras esta se esconde Herschel, con una superficie igualmente plagada de cráteres, y a su izquierda y levitando sobre los anillos se sitúa Mimas, con sólo 400 kilómetros de ancho. En la zona más alejada de la imagen, a unos 1, 8 millones de kilómetros de la sonda, se observa la luna Encelado, una de las más estudiadas por los astrofísicos debido a la superficie de hielo que la recubre. Pandora, el quinto satélite retratado, parece estar siendo atravesado por los anillos exteriores de Saturno.
Fotografía: NASA/JPL-Caltech/Space Science Institute

Esta imagen muestra el destello cegador de la estrella más cercana al Sistema Solar, Proxima Centauri, situada en la constelación Centaurus, a apenas cuatro años luz de la Tierra. A pesar del brillo que parece emitir en esta captura del telescopio Hubble, la estrella no resulta visible a simple vista ya que su promedio de luminosidad es muy bajo en comparación a otras estrellas, debido en parte a su masa (una octava parte de la del Sol). No obstante, al tratarse de una “estrella fulgurante”, su luminosidad aumenta súbitamente en momentos puntuales, lo cual es señal de que la estrella tiene una larga vida por delante. Los astrónomos predicen que alcanzará su mediana edad dentro de cuatro billones de años, es decir, 300 veces la edad del Universo.
Fotografía: ESA/Hubble & NASA

Gracias a las imágenes obtenidas por la nave espacial Cassini de la NASA el pasado 10 de octubre se ha podido obtener esta preciosa imagen de Saturno y sus famosos anillos. El autor es un fan de la astronomía, Gordan Ugarkovic, que ha usado 12 fotografías tomadas con distintos filtros para crear este mosaico que, según explican desde la NASA, “no ha sido corregida geométricamente”, por lo que mantiene ciertas diferencias con la realidad a nivel de perspectiva.
Fotografía: NASA/JPL-Caltech/Space Science Institute/G. Ugarkovic

El telescopio espacial Hubble tomó esta fotografía del objeto C/2012 S1, más conocido como el cometa ISON, el pasado 9 de octubre de 2013. El cometa se espera que se pueda ver a simple vista a finales de noviembre, aunque el momento de máximo acercamiento a la Tierra no se producirá hasta diciembre.
Fotografía: NASA, ESA, and the Hubble Heritage Team (STScI/AURA)

Descubierto por el astrónomo estadounidense Harlow Shapley en 1930, lo que se observa en la imagen es la estructura cósmica más grande del universo local. Situada en la constelación de Centaurus, el supercúmulo Shapley está formado por más de 8.000 galaxias y tiene un peso total aproximado de más de 10.000 millones de veces la masa del Sol. Se encuentra a unos mil millones de años luz de la Vía Láctea y la imagen está formada por la nube de gas detectada por el satélite Plank (en azul), los gases detectados por el satélite Rosat gracias a los rayos X (en rosa) y la vista a longitudes de onda del espectro visible del Digitised Sky Survey.

Esta imagen, publicada por primera vez en el año 2007, es un mosaico compuesto por 30 fotografías del polo norte lunar tomadas por SMART-1, la primera sonda europea que alcanzó la órbita del satélite. En ella podemos ver la geografía y las condiciones de iluminación del polo norte de la Luna, dos factores de especial interés para su futura exploración. El borde de algunos cráteres de esta región está permanentemente iluminados por el Sol, dándoles el apodo de “picos de luz eterna”. Por otro lado, el fondo de algunos cráteres permanece siempre a la sombra, por lo que es probable que contengan depósitos de agua congelada. La sonda espacial SMART-1 finalizó su misión el 3 de septiembre de 2006 estrellándose contra la superficie lunar y provocando un destello que fue visible desde la Tierra.

La nebulosa de Toby Jug se trata de una nube de gas y polvo que rodea a una estrella gigante roja, la HD 65750. En inglés se denomina ‘Toby Jug’ a las jarras de cerveza con forma de hombre, y de su parecido con este objeto la nebulosa toma su nombre. Está situada a unos 1.200 años luz de la Tierra, en la constelación austral de Carina, y normalmente esta típica nebulosa de reflexión se conoce como la IC 2220. La estrella central tiene cinco veces la masa de nuestro Sol y está está en una fase mucho más avanzada de su vida, pese a que, es una estrella joven, pues cuenta con unos 50 millones de años.

En esta imagen tomada por el telescopio Hubble observamos el centro de la Vía Láctea, lleno de estrellas. Sin embargo, el objeto más interesante de esta zona del espacio, Sagitario A, un agujero negro supermasivo, no se puede observar. Lo que sí que se pueden ver las estrellas de alrededor gracias a las observaciones infrarrojas, consiguen captar objetos que no pueden verse con los telescopios convencionales. De hecho, esta es la mejor imagen infrarroja de esta región jamás tomada por el Hubble.

Situada a unos 4.300 años luz de la Tierra, dentro de esta colorida burbuja se encuentra una estrella que tiene una masa unas ocho veces superior a la de nuestro Sol. En su formación empujó el polvo y el gas que la rodeaban hasta crear esta estructura fotografiada por el observatorio espacial Herschel de la ESA. La presión que ejerce la radiación a su alrededor es tal que la nube de polvo y gas ya ha empezado a colapsar, dando lugar a nuevas estrellas. De hecho el brillante nudo a la derecha de la base de la burbuja es una estrella embrionaria especialmente grande.

En la zona más meridional de la constelación de Escorpio, situada a 6.000 años luz de la Tierra, encontramos la nebulosa de emisión IC 4628. Las estrellas calientes y masivas cercanas irradian la nebulosa con luz ultravioleta dando lugar a la ionización o liberación de electrones. Cuando estos se reagrupan de nuevo con los átomos producen el resplandor característico de la nebulosa, dominado en este caso por un halo rojizo fruto de la emisión de hidrógeno. Esta nube cósmica abarca 250 años luz (cuatro veces el tamaño de la Luna llena) y es comúnmente conocida como la Nebulosa de la Gamba.

Esta precisa imagen de la Nebulosa de la Pata de Gato fue tomada por la nueva cámara instalada en el telescopio APEX, situado en el desierto de Atacama (Chile). ArTeMiS es el nombre del instrumento implementado, que opera con longitudes de onda entre el rango infrarrojo y las ondas de radio. Esta cámara de amplio campo ha realizado sus primeras observaciones de prueba y el resultado ha sido esta nítida fotografía que supera las expectativas de los astrónomos. El equipo ha tenido que batallar contra las condiciones meteorológicas adversas para lograr el éxito del proyecto, ya que la nieve impedía el traslado del instrumento y la humedad imposibilitaba la captura de las ondas submilimétricas de la luz. La cámara viajará ahora de vuelta a Saclay (Francia) para incorporarle detectores adicionales.
Fotografía: ESO

Esta imagen, tomada por la cámara avanzada para sondeos del telescopio Hubble, muestra uno de los objetos más masivos del universo. Se trata de Abell 1689, un grupo remoto de galaxias que deforma el espacio según la teoría de la gravedad de Einstein, es decir, curvando la luz de las galaxias en segundo plano (de color azul) y provocando así múltiples imágenes en arco. La potencia de esta enorme lente gravitacional es directamente proporcional a su masa, aunque las galaxias más cercanas (de color amarillo) no representen más que el 1%. La mayor parte de la masa requerida para curvar el espacio proviene de la materia oscura. Recientes observaciones de este cúmulo de galaxias situado a dos mil millones de años luz han revelado la presencia de más de 100.000 cúmulos globulares de estrellas

Las estrellas crean verdaderas manifestaciones artísticas cuando mueren. En el caso de las estrellas de baja masa como la que precedió a la Nebulosa Mariposa (M2-9) que vemos en la imagen, las estrellas se convierten en enanas blancas al despojarse de sus capas de gas exteriores. El gas expulsado al espacio da forma a la estructura conocida como “nebulosa planetaria”, que se irá desvaneciendo gradualmente a lo largo de miles de años. Esta nebulosa se encuentra a 2.100 años luz de la Tierra y en su núcleo contiene dos estrellas con un periodo orbital de 120 años, es decir, 10 veces la órbita de Plutón alrededor del Sol.

Esta colorida imagen tomada por el satélite SOHO muestra una eyección de masa coronal, es decir, una emisión de plasma desde la atmósfera del Sol. Las llamaradas se componen de millones de toneladas de gas, y alcanzan nuestro planeta en un periodo de uno a tres días, provocando fenómenos atmosféricos como las auroras boreales o las tormentas geomagnéticas. Los colores de la fotografía representan la intensidad de la eyección, siendo las de color blanco las más intensas y las de color azul las menos intensas. La luz directa emitida por el Sol ha sido bloqueada a través de un disco azul que circunda la corona y permite apreciar el tamaño real de la estrella.

Los anillos saturnales aparecen en esta fotografía tomada por la sonda Cassini como un majestuoso arco que circunda el planeta. Esta vista del lado soleado de los anillos fue capturada por una cámara con un objetivo gran angular y un filtro especial sensible a la longitud de onda de la luz infrarroja. En el momento en que se capturó la imagen, la sonda se encontraba a una distancia de un millón de kilómetros de Saturno, por lo que en términos de escala, un píxel corresponde a 60 kilómetros.

Este mapa tridimensional de la Via Láctea ha sido creado gracias a las imágenes y datos obtenidos por el telescopio VISTA del Observatorio Europeo Austral (ESO). En él se distingue claramente la forma de cacahuete del bulbo central de la galaxia, una zona masiva y extensa en la que coexisten 10.000 millones de estrellas. Esta región es imperceptible desde nuestra situación dentro del Sistema Solar, ya que las densas nubes de gas y polvo lo oscurecen todo a nuestro alrededor. Para componer esta vista tan detallada de la galaxia, los astrónomos realizaron observaciones en longitudes de onda mayores, como la radiación infrarroja, y midieron el movimiento de cientos de estrellas débiles pertenecientes al bulbo central. Aquí podéis leer más sobre este proyecto.