Cazadores de auroras boreales
Cuando una tormenta solar alcanza la Tierra puede dar lugar a un bello espectáculo: las auroras polares, luces de colores que surgen en el cielo de los dos polos. Normalmente se las conoce como auroras boreales.

Gracias a esta fotografía podemos apreciar cómo una eyección de masa coronal o CME surcó el sistema solar interior a unos 3 millones de kilómetros por hora y cuya nube de partículas alcanzó el campo magnético terrestre desencadenando una tormenta geomagnética progresiva que acabó convirtiéndose en la mayor tormenta de este ciclo solar. Este fenómeno de incremento de actividad geomagnética liberó tanta energía en la atmósfera que nos deleitó con un llamativo espectáculo de auroras boreales. La fotografía en cuestión, que parece toda una cortina cósmica, fue tomada por Carlos Gauna el pasado 18 de marzo cerca del lago glaciar de Jökulsárlón, al sur de Islandia.

En la parte izquierda de la imagen, en color azul podemos ver los últimos rayos de sol del ocaso, mientras que un poco por encima se observa la luz reflejada por nuestra atmósfera en color amarillento. A la derecha de la imagen podemos ver las famosas auroras, producidas cuando la radiación solar golpea la parte superior de la atmósfera dejando un maravilloso espectáculo de colores. Además en la imagen tomada por el astronauta de la ESA Alexander Gerst, se observa el brazo robótico Canadarm2 de la Estación Espacial Internacional.

El astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA), Alexander Gerst, publicó esta hermosa fotografía en Twitter, tomada desde la Estación Espacial Internacional (ISS) el 29 de agosto de 2014, describiéndolo como: "no hay palabras para describir lo que se siente al volar a través de una aurora boreal. Ni siquiera sabría por dónde comenzar... ".

El astronauta Alexander Gerst, que comparte con asiduidad impresionantes imágenes de la Tierra en sus redes sociales, publicó hace unos días esta soberbia imagen de una aurora boreal vista desde la Estación Espacial Internacional. La fotografía iba acompañada de un mensaje en el que reconocía que jamás pensó en volar directamente hacia uno de estos fenómenos lumínicos.

El pasado 3 de marzo de 2014 se lanzó un cohete de sondeo de la NASA sobre Venetie, en el norte del estado de Alaska. Lo verdaderamente excepcional no es la tecnología de última generación que porta la misión GREECE, sino la preciosa aurora boreal que atendía como espectadora de excepción. De hecho la misión trata de estudiar los típicos rizos que se forman en las auroras boreales, provenientes de la interacción entre las partículas lanzadas por el sol y nuestro campo magnético.
Fotografía: NASA / Christopher Perry

Durante las tormentas magnéticas como la que estos días se está produciendo debido a una llamarada solar, puede aparecer un resplandor en el horizonte, parecido al que precede al amanecer, que se conoce como "aurora boreal".

Una aurora boreal (polo norte) o austral (polo sur) consta por lo general de muchos rayos verdosos casi verticales, que se estiran como cordones a lo largo del cielo y muchas veces abarcan todo el horizonte.

Las auroras son causadas por electrones y protones solares que llueven sobre la atmósfera de la Tierra. Rojos y verdes proceden de átomos de oxígeno excitados, y azules del nitrógeno.

Aurora fotografiada el 4 de febrero de 2011 en la Laponia sueca. Junto con la Laponia filandesa, Alaska, Noruega o Canadá es uno de los mejores sitios para presenciar este fenómeno celeste.

Imagen de una aurora boreal captada por uno de los miembros de Aurora hunters (http://aurorahunters.co.uk).

Las luces multicolor de las auroras boreales y australes alcanzan una altitud de 80 km a 500 km sobre la superficie de la Tierra.

El cuarteto de satélites “Cluster” de la ESA vuela alrededor de la Tierra para conocer las relaciones de nuestro planeta con el Sol. En su último estudio, Cluster ha investigado las denominadas subtormentas magnéticas. Durante ellas, la cola de la magnetosfera de la Tierra se comprime y poderosas corrientes de plasma de alta energía se mueven hacia nuestro planeta a velocidades de varios miles de kilómetros por segundo.
Este fenómeno permite a las partículas de plasma infiltrarse en la capa superior de nuestra atmósfera y producir auroras boreales como esta, que se observó cerca de Tromsø, en Noruega.

En la estación de investigación Concordia, en la Antártida los científicos de la Agencia Espacial Europea se preparan para futuras misiones de larga duración fuera de la Tierra. En esta imagen, la luz verde de una aurora austral invade el cielo del invierno permanente del Polo Sur, sobre un fondo de estrellas y un fragmento de la Vía Láctea.

Las auroras boreales son un fenómeno visual que se produce cuando el viento solar penetra en el campo magnético de la Tierra a la altura del Polo Norte y sus partículas son conducidas a través de la alta atmósfera dando lugar a una luz verde muy característica. La alta atmósfera o ionosfera abarca desde los 100km hasta los 400 km de altitud.

Cuando las auroras se originan en el Polo Sur reciben el nombre de auroras australes, aunque no hay diferencias entre ambos fenómenos. Desde 2007 la actividad de las auroras ha ido en aumento hasta alcanzar su punto álgido en el presente año, ya que nos encontramos en máximos niveles de actividad solar.

Las auroras boreales se asemejan a cortinas de luz traslúcidas que se extienden sobre el horizonte nocturno, generalmente en dirección este-oeste. Su forma y color va cambiando con el transcurso de la noche, y su duración puede variar entre pocos minutos y varias horas.

La emisión de luz se compone principalmente de átomos de oxígeno, lo que origina los dos colores básicos de las auroras: el verde y el amarillo. El nitrógeno produce luz azulada, mientras que las moléculas de helio son las responsables de la coloración rojo/púrpura de los extremos inferiores y de las zonas más curvadas.

La mejor zona para la observación de las auroras boreales se sitúa en el norte de Canadá, cerca de la isla Ellesmere, ya que el Polo Norte magnético no coincide con el Polo Norte geográfico. El Polo Norte magnético es el lugar en que el campo magnético del planeta es perfectamente perpendicular a la superficie. Las brújulas apuntan realmente hacia este y no hacia el geográfico, por lo que en latitudes altas son bastante imprecisas.

La observación de las auroras boreales es posible gracias a la Red Global de Telescopios Robóticos (GLORIA, en sus siglas en inglés), un proyecto europeo con participación del Instituto de Astrofísica de Canarias a través del Telescopio Abierto Divulgación (TAD).

Durante estos días, el equipo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) se encuentra en plena expedición de captura de auroras boreales en Groenlandia, en el marco de su proyecto "Tierra y estrellas". Sus progresos se retransmiten en directo a través de su página web. Todas las fotografías de esta galería fueron obtenidas durante sus expediciones anteriores.

Estamos en la Estación Concordia de la Antártida. Durante 9 meses ni aeronaves ni vehículos terrestres pueden llegar a este enclave, pues las temperaturas bajan a -80º centígrados y el sol no asoma por el horizonte en al menos 100 días. Vivir y trabajar en estas condiciones es complicado pero se trata de un lugar de gran atractivo para los científicos. Un ejemplo de ello es esta aurora australis que decora de manera espectacular el escenario aislado del mundo en el que permanecen el grupo de 13 investigadores de la ESA.

El astronauta de la NASA, Scott Kelly (@StationCDRKelly) y Tim Peake (@astro_timpeake) de la ESA han compartido una serie de fotografías de una aurora boreal desde la Estación Espacial Internacional. En la instantánea que aquí vemos la fotografía responde a una aurora sobre el noroeste del océano Pacífico que inició una tormenta magnética como consecuencia del viento solar proveniente de la eyección de masa coronal del Sol o CME.

El astronauta de la Estación Espacial Internacional, Tim Peake (@astro_timpeake) de la Agencia Espacial Europea (ESA) compartió esta imagen de una resplandeciente aurora mientras la nave pasaba a través de una verde niebla. Los astronautas de la ISS han sido así espectadores de primera fila de unas espectaculares luces de aurora boreal.

El astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) Tim Peake (@astro_timpeake) ha realizado esta espectacular fotografía de una aurora polar (aurora australis) desde la Estación Espacial Internacional (ISS). En las auroras, el oxígeno es responsable de los dos colores primarios, el verde/amarillo y el rojo.

Lo que vemos en esta imagen es una espectacular aurora boreal (o Luces del Norte como las llaman en el norte de Europa) sobre Canadá vista desde la Estación Espacial Internacional cerca del punto más alto de su trayectoria orbital. En la foto, a la izquierda, se aprecian también las principales matrices solares de la ISS. Esta fotografía fue tomada por un miembro del equipo de la expedición 53 a bordo de la nave el 15 de septiembre de 2017.
Crédito imagen: NASA

Espectacular imagen de la aurora australis (también llamada Luces del Sur), sobre el telescopio Polo Sur en la estación del Polo Sur de la National Science Foundation (NSF) en la base Amundsen-Scott. Esta base representa el lugar más meridional del planeta y su nombre hace honor a Roald Amundsen y a Robert F. Scott, las primeras personas en alcanzar el Polo Sur en 1911 y 1912, respectivamente.
La imagen nos muestra la belleza de una aurora polar, un fenómeno del cielo nocturno, que en este caso, se observa con mayor claridad entre marzo y septiembre en el hemisferio sur del globo.
Estos 'dragones en el cielo', también existen en otros planetas del sistema solar, como Saturno y Júpiter.
Crédito imagen: Keith Vanderlinde, NSF