El huracán Joaquín desde el espacio
El Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. alertó sobre la amenaza del poderoso huracán Joaquín.

Gracias a las imágenes de satélite de la NASA el ojo del huracán era visible en las imágenes del 1 de octubre. Con el instrumento RapidScat a bordo de la Estación Espacial Internacional se pudo determinar el 30 de septiembre qué parte de la tormenta contaba con los vientos más fuertes, según los datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

Conforme avanzaba el huracán, los vientos pasaron a ser de 85 km/h y la tormenta se extendía por 335 km. En los huracanes más poderosos, un nuevo ojo central comienza a desarrollarse alrededor del más antiguo; el nuevo, va sustituyendo poco a poco al anterior y cuando eso sucede la intensidad del huracán suele disminuir, por lo general; sin embargo, esta consecuencia también conlleva que los fuertes vientos puedan propagarse por un área mucho más amplia que la inicial.

Joaquín se convirtió el jueves 1 de octubre en un huracán extremadamente peligroso de categoría 4 y las autoridades temían que este golpeara con fuerza el área metropolitana de Nueva York. Sin embargo, el huracán se debilitó a su paso por el oeste de las Bermudas al registrar vientos máximos sostenidos de 155 kilómetros por hora. Ha causado lluvias torrenciales y grandes inundaciones en la costa este de EEUU, sobre todo en Carolina del Norte y Carolina del Sur.

¿Por qué este huracán se llama Joaquín? Es muy simple. Cada año la Organización Meteorológica Mundial prepara una lista con los nombres que posteriormente recibirán los huracanes que se vayan sucediendo a lo largo de la temporada. La lista, que incluye un nombre por cada letra del abecedario, alterna desde 1978, nombres masculinos y femeninos.

El huracán Joaquín alcanzó categoría 4 (sobre 5) en la escala Saffir-Simpson. Esta escala, desarrollada en 1969 por los expertos Herbert Saffir (ingeniero civil) y Bob Simpson (director del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos) clasifica los ciclones tropicales según la intensidad del viento. Así, el huracán Agnes se quedó en categoría 1 por no causar daños en los edificios y no superar una velocidad del viento de 153 km/h. En el extremo opuesto, el huracán Katrina alcanzó categoría 5 al provocar evacuaciones, inundaciones generalizadas y grandes destrucciones con vientos de más de 250 km/h.

Afortunadamente, el huracán Joaquín modificó su trayectoria y según las previsiones más recientes del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, no tocaría tierra en la costa este de Estados Unidos, tal y como se temía originalmente. El astronauta de la ISS, Scott Kelly, capturó esta fotografía deseando que todo estuviera bien por aquí abajo. Las alarmas volvieron a saltar ante la posibilidad de que el huracán, ahora de categoría 2, afecte a España y Portugal.