Viaje al pasado astronómico

Según publica hoy en la revista Nature un equipo internacional encabezado por Oliver Krause, del Instituto Max Planck de Astronomía, para el descubrimiento han utilizado una nube galáctica como si se tratara de un «espejo» interestelar, lo que les ha permitido analizar la luz que pasó por la Tierra en el siglo XVI. Estudiando su longitud de onda han determinado por vez primera el tipo exacto al que perteneció aquella supernova.
El hecho tiene una gran importancia histórica, ya que aquella supuesta estrella que no se movía con respecto a la Luna inspiró a Brahe a observar más el cielo, iniciando así una carrera de observaciones minuciosas que contribuyeron a fundar la astronomía moderna, según ha asegurado Michael Shank, profesor de historia de la ciencia en la Universidad de Wisconsin en Madison.