Viaje al fondo del Zacatón

El robot submarino, de dos metros y medio de diámetro, realizó varias inmersiones en el Zacatón antes de tocar fondo, y luego navegó sin intervención humana a través de un intrincado laberinto de cavernas y pasadizos. Y todo gracias a sus sensores de última generación, entre ellos un sofisticado sistema de sónar para la navegación que realiza mapas en 3D de su entorno inmediato y que son almacenados y actualizados en tiempo real.
Clementina tomó muestras e imágenes de varios puntos del cenote. Algunas sorprendieron a los investigadores, pues descubrían restos humanos de los antiguos mayas. Esta civilización usó los cenotes como lugares sagrados y de sacrificio dirigidos a Chac, el dios de la lluvia.
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