Una nueva explosión en Fukushima libera material radiactivo

La Organización Mundial de Meteorología informó esta mañana de que el viento está dispersando las partículas radiactivas, que podrían alcanzar ciudades de Japón, así como llegar hasta otros países asiáticos. Y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), Japón está tomando las medidas de salud pública adecuadas para proteger a su población frente a la radiactividad, incluidas la evacuación, el refugio y el acopio de yoduro de potasio, que ha empezado a ser distribuido entre los japoneses. Las autoridades han pedido a los residentes en un radio de 30 kilómetros que no salgan de sus casas.
Además, en el transcurso del día, los elevados niveles de radiación han llevado a desalojar a la mayoría de los empleados que trabajaban en la central esta mañana. Sólo continúan en la planta 50 expertos, que continúan intentando bombear agua de mar en los sobrecalentados reactores para refrigerar las barras de combustible.
Una situación crítica es también la del reactor 4, que la pasada noche sufrió un incendio. Tepco, la compañía operadora de la nuclear, ha anunciado que comenzará en dos o tres días a suministrar agua a la piscina de combustible nuclear del reactor, cuyo contenido podría estar hirviendo. Si no baja la temperatura de las barras de combustible, podrían dañarse y emitir más sustancias radiactivas.