
Un
meteorito marciano descubierto en 1992 en la Antártida podría contener restos fósiles de microorganismos que vivieron en el planeta rojo. La roca, bautizada como
Allen Hills o
ALH 84001, fue originada en
Marte hace 4.000 millones de años. Usando un microscopio electrónico de alta resolución, científicos de la
NASA han analizado por primera vez los discos de carbonato y los cristales minúsculos de
magnetita presentes en el interior del meteorito. Y han llegado a la conclusión de que lo más probable es que hayan sido producidos por
bacterias magnéticas, un tipo de microbios que se encuentra también en los sedimentos lodosos de la tierra, tanto salados como de agua dulce, y que utilizan el geomagnetismo para orientarse .
El hallazgo parece confirmar la existencia primitiva de vida en la superficie de Marte o en sus aguas subterráneas. La noticia, que la NASA hará pública en próximo días, ha sido adelantada por la web
Space Flight now.