No hay dos gotas iguales

Con una cámara de alta velocidad, capaz de capturar el proceso de atomización, Emmanuel Villermaux y Benjamin Bossa filmaron la caída de una única gota de agua de unos seis milímetros de diámetro. La cámara grabó cómo la gota, grande y redonda, se achataba gradualmente y, a medida que se volvía más ancha, "capturaba" el aire para formar una especie de bolsa. Finalmente la gota estalló en un montón de gotitas muy similares a la lluvia. Y todo ocurrió en seis centésimas de segundo.