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La serotonina, responsable de las plagas de langostas

Los científicos, dirigidos por Michael Anstey, estudiaron los niveles de serotonina en las langostas mientras adoptaban tanto conductas solitarias como gregarias. Los resultados revelaron que cuando las langostas se reúnen en enjambres tienen niveles de serotonina casi tres veces superiores que cuando se comportan como insectos tímidos e incluso antisociales. Antes de 1921 se pensaba que las langostas solitarias y las gregarias eran especies diferentes, ya que se diferencian incluso físicamente.
"Hasta ahora, aunque conocíamos los estímulos que causaban esta asombrosa transformación a lo Jeckyll y Hyde, nadie había sido capaz de identificar los cambios en el sistema nervioso que convertían a unas langostas antisociales en monstruosos enjambres", explica Anstey.
El descubrimiento podría dar paso al desarrollo de nuevos métodos para controlar las devastadoras y costosas plagas de langostas, que provocan periódicamente grandes pérdidas a los cultivos, sobre todo en África y en China. Estos ortópteros tardan entre 5 y 8 horas en recorrer 96 kilómetros y pueden consumir a diario el equivalente a su peso. En noviembre de 2008, enjambres de más de seis kilómetros de largo asolaron Australia.
En los seres humanos, la serotonina juega un papel muy importante en el estado de ánimo, el humor, la ansiedad, la regulación del sueño, la percepción del dolor, y la conducta alimentaria y sexual.