
La
sonda Mars Express de la ESA tiene desde ayer todos
sus "ojos" puestos en Fobos, la luna más grande de
Marte. Su propósito es recoger nuevos datos de su superficie para intentar desvelar el misterio de sus orígenes. El próximo 3 de marzo, la investigación alcanzará su "punto culminante" cuando la sonda se sitúe a tan sólo 50 kilómetros de la superficie de Fobos, la distancia más cercana a la que ha estado un aparato de la
luna marciana. A esta distancia, los instrumentos a bordo de la
Mars Express intentarán trazar un
mapa del campo gravitatorio del satélite, que permitirá a los científicos inferir cuál es su estructura interna.
Hay varios escenarios posibles para explicar la formación de Fobos. En uno de ellos, la luna marciana
sería en realidad un asteroide que fue atraído y "capturado" por el planeta rojo. Otra posibilidad es que
se formara "in situ", a la vez que Marte. También se baraja la opción de que Fobos surgiera después que Marte, formado
a partir de los escombros generados por el choque de un gran meteorito contra el planeta.