¿Por qué la corona solar alcanza dos o tres millones de grados?

Ahora, imágenes de alta definición ultravioleta tomadas cada ocho segundos por el satélite de la NASA Solar Dymanics Observatory (SDO) han permitido a Scott McIntosh y sus colegas del Centro Nacional Estadounidense de Investigación Atmosférica detectar gran cantidad de estas ondas. Según explican los científicos en el último número de la revista Nature, las ondas se propagan a gran velocidad (entre 200 y 250 kilómetros por segundo) en el plasma en movimiento. Estas ondas, cuyo flujo energético se sitúa entre 100 y 200 vatios por kilómetro cuadrado, "son capaces de proveer la energía necesaria para propulsar a los rápidos vientos solares y así compensar las pérdidas de calor de las regiones menos agitadas de la corona solar", estiman los investigadores.
Sin embargo, según McIntosh esto no es suficiente para generar los 2.000 vatios por metro cuadrado que se necesitan para abastecer a las zonas activas de la corona. Por lo tanto, se necesitarían instrumentos con mayor resolución espacial y temporal para estudiar todo el espectro de energía irradiada en las regiones activas de nuestra estrella.