
Varios
miles de kilómetros por hora es la vertiginosa velocidad que pueden alcanzar los átomos y las moléculas en estado gaseoso. Los científicos han buscado incesantemente durante años la forma de frenarlos para conocerlos mejor. Un artículo publicado hoy en el
New Journal of Physics anuncia que un equipo de físicos de la Universidad de Texas, dirigidos por
Mark Raizen, lo ha conseguido. ¿La estrategia? Usar una
coilgun atómica (también conocida como arma Gauss o cañón Gauss), es decir, un cañón que emplea electroimanes para generar pulsos de campos magnéticos.
El objetivo final de Raizen y sus colegas es
atrapar el hidrógeno atómico, que se considera la actual "Piedra Rosetta de la física". Y es que estudiar con precisión los isótopos de hidrógeno (deuterio, tritio,...), explican los investigadores, podría responder a muchas de las grandes preguntas actuales de la
física atómica y nuclear.