El pariente cornudo del Tyrannosaurus

Lo más sorprendente del cráneo de Alioramus Altai, como ha sido bautizado el nuevo reptil, es que tenía un largo hocico con ocho cuernos que probablemente medían unos cinco centímetros de longitud. Los investigadores sospechan que esta cornamenta, demasiado corta para servirle en el combate, era utilizada con fines sexuales para llamar la atención de las hembras.
El parentesco de Alioramus con el Tyrannosaurus fue desvelado gracias a las tomografías computarizadas de su cráneo tomadas por Gabe Bever, del Museo Americano de Historia Natural. En ellas se muestran sacos de aire de gran tamaño, grandes bulbos olfatorios, y un oído interno pequeño, todo característico de un miembro de la familia Tyrannosauridae (término de origen latino que significa lagartos tiranos). Sin embargo era relativamente pequeño, con 369 kilogramos de peso, y sus dientes eran demasiado delgados para romper huesos.
?Este fósil espectacular nos dice que hay mucho más variedad anatómica y ecológica entre estos depredadores de lo que habíamos pensado", ha declarado Stephen Brusatte, coautor del estudio, que asegura que "en comparación con el Tyrannosaurus, este nuevo animal es como una bailarina".