El cuerpo estelar Oumuamua resulta ser un cometa
Las últimas observaciones contradicen la teoría original y parecen indicar que el nómada interestelar no es un asteroide, como se creía hasta el momento.
Oumuamua, el primer objeto interestelar descubierto en el Sistema Solar, ha supuesto un foco de discusiones e interés desde su primer avistamiento en octubre de 2017. Ahora, los últimos resultados obtenidos apuntan a que Oumuamua ha aumentado ligeramente su velocidad según las observaciones y datos obtenidos por la NASA y la Agencia Espacial Europea a través del telescopio Espacial Hubble. La operación ha sido llevada con el apoyo de un equipo internacional de astrónomos y de numerosos telescopios en tierra como el Canada-France Hawaii Telescope, el ESO’s Very Large Telescope y el Gemini South Telescope.
El equipo liderado por Marco Micheli, de la Agencia Espacial Europea, afirma que el objeto visitante sigue perdiendo velocidad debido a la atracción gravitatoria que el Sol ejerce sobre él, pero aun con esto muestra una velocidad superior a la esperada. De los distintos escenarios que se han analizado para explicar este comportamiento, parece que la opción más probable es que el cuerpo esté desgasificándose, perdiendo material de su superficie debido al impacto del Sol y provocando una aceleración constante que estaría generando dicho impulso. El 1 de junio, Oumuamua atravesaba el Sistema Solar a una velocidad de 114.000 kilómetros por hora aproximadamente.


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De confirmarse esta teoría, se pondría en duda la idea original al tener que considerar al objeto interestelar Oumuamua un cometa y no un asteroide, como se creía en un primer momento. La característica que más diferencia a un cometa de un asteroide es que el primero posee en su superficie una capa de hielo y materiales volátiles que se desvanecen con el calor generado por el Sol y crean una característica ‘cola’ en estos cuerpos, provocando además una aceleración y cambios en la velocidad del cuerpo. Los asteroides son cuerpos celestes compuestos por materiales metálicos y rocosos que proceden de lugares parcialmente cercanos al Sol y que, por lo tanto, no poseen esa capa de materiales volátiles que forman la cola del cometa.
Confusiones astronómicas
‘Creemos que es un cometa pequeño y raro’, declaró Marco Micheli tras los últimos resultados. Otro factor que refuerza esta nueva teoría es que el impulso que lo acelera parece disminuir conforme se aleja del Sol, comportamiento característico de los cometas que reciben menos calor del astro y pierden menos material de su superficie que lo empuja.
Según declaraciones oficiales, el error deriva de que no se observaban muestras de desgasificación, la acumulación de polvo y gas llamada ‘coma’ o la característica cola del cometa. La responsable del equipo que descubrió el Oumuamua en 2017, Karen Meich, cree que no se detectaron estos elementos porque ‘el Oumuamua posee partículas de polvo demasiado grandes y gruesas’ al haberse destruido las más pequeñas durante su viaje. Esto provocaría que la estela que deja el cometa, formada por las partículas de mayor tamaño, no fuera lo bastante brillante como para que el Telescopio Hubble lo detectara, llevando a confusión al equipo científico.
Pero no solo la naturaleza de este cuerpo celeste parece incierta. Las últimas observaciones se realizaron con el objetivo de determinar la trayectoria de Oumuamua y poder trazar la ruta hasta su sistema solar de origen, tarea que se ha complicado debido a la aceleración detectada. Olivier Hainaut, miembro del equipo europeo, concluye que ‘la verdadera naturaleza de este enigmático nómada interestelar seguirá siendo un misterio’.
Referencia: Marco Micheli & team. ‘Non-gravitational acceleration in the trajectory of 1I72017 U1 (‘Oumuamua)’, Nature Journal (2018). Doi: https://doi.org/10.1038/s41586-018-0254-4
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