
En 2011 la NASA enviará a la Luna la misión
GRAIL (siglas anglosajonas de
Gravity Recovery and Interior Laboratory) para medir el
campo de gravedad del satélite natural de la Tierra y conocer a fondo sus "entrañas". Los astrofísicos esperan que la misión ayude a esclarecer importantes
incógnitas sobre el origen y la composición de la Luna, comprobar si existe algún rastro de
agua bajo su superficie o averiguar si los múltiples impactos sufridos por la Tierra primitiva lanzaron rocas sobre nuestro satélite con los
primeros indicios de vida.
Las dos sondas que integran la misión proporcionarán imágenes en
rayos X de la corteza y el núcleo lunar. El coste total del proyecto se estima en 375 millones de dólares y, según la agencia espacial estadounidense, forma parte de las medidas que están tomando para llevar nuevamente al hombre a la Luna a finales de la próxima década.