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Los mundos oceánicos de nuestro sistema solar

Nuestro sistema solar está lleno de océanos, pero solo algunos de ellos han cautivado nuestra atención.

De hecho, las moléculas de agua (que están formadas por un átomo de oxígeno y dos de hidrógeno) abundan en los sistemas planetarios que se forman alrededor de otras estrellas, según informa la NASA. Se han encontrado moléculas de agua alrededor de la estrella Beta Pictoris de 20 millones de años, donde un enorme disco de polvo y gas apunta a colisiones entre cometas, asteroides y planetas jóvenes.
Mucho antes, durante su sobrevuelo de Júpiter en 1979, la nave espacial Voyager 1 de la NASA descubrió que la superficie de la luna Europa era un amasijo agrietado de hielo de agua, como si estuviera compuesta de icebergs flotando sobre un mar oculto. Conforme seguía su viaje hacia Saturno, tomó medidas de la enorme luna de ese planeta, conocida como Titán, y nos mostró que este mundo helado tenía una atmósfera espesa que podía albergar lagos o mares de hidrocarburos líquidos en la superficie criogénica; siendo el único objeto, aparte de la Tierra, donde se ha encontrado evidencia clara de cuerpos líquidos estables en superficie. Así, esta luna que alberga mares y precipitación de hidrocarburos, podría albergar una "extraña vida alienígena basada en metano", según confirmaba la NASA.
La luna Titán es un lugar un tanto particular de nuestro sistema solar, porque tiene un océano en el subsuelo y también tiene lagos de hidrocarburos líquidos en la superficie, de ahí que se haya abierto la posibilidad de algún tipo de forma de vida basada en metano.
La misión Galileo de la NASA, en su momento, también insinuó que otras dos lunas jovianas, Calisto y Ganímedes, también albergaban océanos. Y la sonda espacial Cassini encontró abundante evidencia de múltiples lunas oceánicas durante todos sus años de estudio del sistema de Saturno. Tanto Galileo como Cassini se estrellaron deliberadamente contra sus respectivos sujetos gaseosos para evitar cualquier posibilidad de biocontaminación de las lunas. La autoinmolación de Galileo ocurrió en 2003, y el final ardiente de Cassini en septiembre de 2017.

Así las cosas, la Tierra no es el único mundo oceánico de nuestro sistema solar como hemos visto. ¿Te animas a dar un paseo por esos mundos oceánicos de nuestro vecindario galáctico?

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