Lynn Margullis:"La vida perdurará después de la extinción de la humanidad"
"La vida perdurará después de la extinción de la humanidad" Codirectora del Departamento de Biología Planetaria de la NASA y catedrática en Massachusetts, es autora de la teoría de la endosimbiosis y defensora de la hipótesis Gaia. Ha presidido el Comité de Biología y Evolución Química de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
En este siglo dominado por la biología y en el que la genética ha conseguido desentrañar los secretos más íntimos de la materia viva, Lynn Margullis aparece como un soplo de aire fresco para la comunidad científica. Con sus peculiares ideas sobre el planeta y su defensa de la hipótesis Gaia, según la cual la Tierra es un gigantesco ecosistema que se autorregula, esta bióloga ha abierto nuevas ventanas al conocimiento de una de las grandes preguntas de la ciencia: ¿qué es la vida? ¿Qué es lo que hace que este tercer planeta del sistema solar sea tan radicalmente distinto al resto del universo conocido?
-Usted sostiene que la vida no puede explicarse sólo en términos de física y química. ¿Pensar que existe una especie de alma que diferencia lo vivo de lo inerte no es apartarse de la ciencia?
-Para entender la vida, como para entender la ciencia, es necesario situarla en su contexto cultural. De todos modos, incluso científicamente, es ingenuo pensar que la vida es sólo un fenómeno -físico. Cuando un organismo muere, los ácidos nucleicos, las pro-teínas, todas las moléculas, siguen ahí, pero hay algo que ha cambiado radicalmente: lo que falta es la organización. La vida es esa organización, ese proceso. Es un flujo de materia y energía. El ADN por sí solo no explica la vida. Un ser vivo no se distingue por su material químico, sino por el comportamiento de éste.
-La historia de la vida sobre la Tierra aún presenta muchas lagunas. ¿Podemos comprenderla realmente con los conocimientos actuales?
-La vida es un fenómeno de cerca de 4.000 millones de años, casi tantos como la propia Tierra, y es en realidad una propiedad de todo el planeta. Él es quien ha mantenido las condiciones ambientales que le son favorables durante todo este tiempo. Hace unos 2.000 millones de años aparecen los primeros organismos distintos de las bacterias, los protoctistas. Mucho más tarde, hace aproximadamente 500 millones de años, surgen los animales, las plantas y los hongos, los organismos considerados superiores. Los ancestros humanos tienen una antigüedad poco importante en la escala geológica: tres millones de años. Es decir, la mitad de la historia de la vida la han ocupado exclusivamente las bacterias, y más de las tres cuartas partes, los organismos que forman el microcosmos. Por eso es tan importante su estudio, y ésa es la razón por la que todos los seres vivos están ligados entre sí por la historia.
-La visión de la vida como un todo no es aceptada por muchos científicos ¿Por qué estas ideas causan tanto recelo?
-Vladimir Vernadsky (1863-1945) publicó una obra en francés en 1929 en la que difundió el término biosfera. Hizo con el espacio lo que antes había hecho Darwin con el tiempo. Para comprender la vida hay que comprender los ciclos de materia y energía en nuestro planeta. Si Darwin dijo que todos los seres vivos están ligados entre sí, Vernadsky dio un paso más: la vida está estrechamente ligada a la superficie de la Tierra; concretamente, restringida a una franja de 20 kilómetros. Ningún ser vivo puede desarrollar todo su ciclo vital fuera de la biosfera. Esto es un hecho. Sin embargo, alguien ha entendido que Gaia es un superorganismo vivo, lo cual es una simplificación de la teoría y dota a la Tierra de un componente de voluntad que los científicos rechazan. Lo que realmente quiere decir Gaia es que la Tierra es un ecosistema enorme que regula, por ejemplo, la concentración de gases reactivos a nivel global.
-¿Cómo ha cambiado en este siglo la concepción que tiene la especie humana de la vida sobre la Tierra?
-Sir Fred Hoyle dijo en 1948: "Cuando seamos capaces de tomar una fotografía desde el exterior de la Tierra, una idea poderosa tomará cuerpo". No creo casi nada de lo que dice Hoyle, pero ésta es una gran frase. Las imágenes que envió el Apolo veinte años después nos hicieron comprender que la vida no se puede esconder. Aparte de las evidencias atmosféricas, astronómicas y oceanográficas, todo en la Tierra nos indica que es un planeta vivo.
-¿Y qué futuro le aguarda al planeta? En especial, ¿qué futuro tiene la especie humana?
-La vida es un fenómeno casi indestructible que ha perdurado durante más de 3.500 millones de años; por lo tanto, seguirá existiendo por lo menos hasta que el Sol se apague. Lo más normal es que los humanos se extingan. De todos los miles de especies que vivían en el cámbrico, hace unos 500 millones de años, hoy no sobrevive ninguna. A la especie humana le pasará lo mismo. Pero la vida perdurará después de la extinción de la humanidad.
-Sin embargo, se ha llegado a decir que el planeta está en peligro...
-Esto es un buen ejemplo de la arrogancia del ser humano. Dependemos absolutamente de los microorganismos, a los que despreciamos, aunque nos proporcionan todo lo que necesitamos para vivir: regulan los gases y la temperatura y reciclan los productos de deshecho. Creemos que los problemas medioambientales sólo competen a la especie humana, porque siempre lo vemos todo desde nuestra perspectiva, aunque es casi inevitable. Cuando Armstrong pisó la Luna, no estaba solo, pues con él viajaron microorganismos: las bacterias de su boca, de sus intestinos, de su piel, etc. Los seres humanos pensamos que la evolución sólo nos afecta a nosotros. Es tan tonto -como pensar que cuando uno muere, muere todo el mundo.
-Pero sí hemos introducido cambios importantes en el medio que tienen efectos incluso a escala planetaria...
-Hemos extendido la biosfera, por ejemplo, construyendo rascacielos, pero no hemos frenado la evolución. Incluso la manipulación genética es en realidad mérito de la propia naturaleza. La ingeniería genética utiliza enzimas de restricción, genes de bacterias, etc. Productos que funcionan desde hace miles de millones de años.
-Volvamos al principio. ¿Por qué después de tantos años de estudios de biología aún no hemos sido capaces de definir la vida?
-En la pregunta hay una trampa lingüística. De acuerdo con las reglas de la gramática, habría que responder con un nombre, una cosa. Pero la vida en la Tierra, más que un nombre, es un verbo. Es un proceso a través del tiempo que se repara, se mantiene, se recrea y trasciende a sí mismo. La vida existe para reducir el gradiente físico, el gradiente solar. Así, espontáneamente, se crea la complejidad. Es difícil definirla. Un juez del tribunal supremo estadounidense declaró en una ocasión que quizá no fuera capaz de definir la obscenidad, pero que seguro que podía reconocerla cuando la veía. Todos tenemos esa aptitud para reconocer la vida. La vida se reconoce a sí misma desde mu cho antes de que hubiera libros de biología.
Cristina Ribas
Esta entrevista fue publicada en mayo de1997, en el número 192 de MUY Interesante