Acabo de ver un lindo monstruito en el lago Ness
El monstruo de lago Ness es una de las leyendas de animales antediluvianos más famosa del mundo. Y eso teniendo en cuenta de que la historia se creó a principios del siglo XX, a partir de testimonios y de dudosas fotografías de escasa calidad.

Dicen que la primera referencia escrita del monstruo se remonta al año 565, cuando el abad del monasterio de la isla escocesa de Iona, Adomnán, escribió la hagiografía Vita Sancti Columbae, donde relata el paso por este mundo de uno de los tres santos patrones de Irlanda, San Columba. Allí cuenta cómo este misionero irlandés que cristianizó Escocia salvó a un nadador del ataque de un monstruo acuático haciendo el signo de la Cruz y gritando “no irás más lejos”. Ahora bien, Adomnán sitúa a la criatura viviendo en el río Ness, no en el lago, y es una narración que forma parte de los milagros que realizó de esta figura cuasimítica de la mitología cristiana irlandesa con el objeto de convencer a los habitantes de la zona -los pictos- para que se convirtieran a la fe cristiana. No parece una referencia muy convincente.

Y lo es menos aún si consideramos que el monstruo no vuelve a aparecer hasta bien entrado el siglo XX. Algo cuando menos sorprendente puesto que el lago Ness no podríamos calificarlo como un paraje aislado y poco visitado: en el siglo XIX la alta sociedad británica acudía allí de vacaciones, desde la reina victoria al príncipe Alberto pasando por el inventor de la máquina de vapor James Watt o el escritor Daniel Defoe.
Y llegó Nessie
La verdadera historia de Nessie empieza el 4 de agosto de 1933 cuando el periódico Inverness Courier publicaba una peculiar noticia: un matrimonio había visto cruzar la carretera que pasaba junto al lago a un animal de casi 8 metros de longitud. En poco menos de un año apareció la fotografía más famosa del monstruo. Conocida como “la foto del cirujano”, en ella se puede ver un cuello y una cabeza sobre la superficie del lago.

Tomada por un ginecólogo londinense, Robert Wilson, en 1974 se reveló que era un fraude, pero muy pocos hicieron caso de ello. Y 20 años más tarde, uno de los 'perpetradores' confesó, antes de morir, su participación en el montaje. De hecho, la famosa foto es un recorte de la original donde se eliminó la orilla del lago. ¿Por qué? Porque entonces podemos darnos cuenta del verdadero tamaño del 'monstruo', que era un modelo de una cabeza de serpiente de mar sobre un submarino de juguete.
Una película para la polémica
La siguiente 'prueba' de su existencia llegó en 1960 en forma de película, cuando Nessie fue el protagonista de 100 metros de película de 16 mm. Durante poco más de 30 segundos se ve que hay algo moviéndose por el lago, pero resulta imposible identificar ninguna forma. La expectación que levantó fue tal que miembros del JARIC (Joint Air Reconnaissance Intelligence Centre) de la fuerza aérea británica analizaron la película y determinaron que, efectivamente, un objeto se movió aquella tarde-noche del 23 de abril de 1960. Ahora bien, el mismo informe afirma que las dimensiones y la velocidad del 'monstruo' son compatibles con un barco de pesca de la zona. En 1998 miembros de la página web The Legend of Nessie -que recoge toda la información publicada sobre el monstruo- reconstruyeron lo sucedido aquel 23 de abril en similares condiciones de luz y usando un equipo idéntico. La conclusión fue que “un pequeño bote de madera aparece exactamente como el objeto que se filmó en 1960”, lo que hace que la famosa prueba solo fuera “un objeto corriente filmado en condiciones de poca luz”.
Lo único verdaderamente inapelable de la caza a la que ha sido sometido este peculiar y solitario monstruo es que no ha producido ningún resultado relevante. Ni las más de dos decenas de expediciones con sonar, ni el intenso escrutinio al que se ha sometido el lago durante más de medio siglo han servido para nada. ¿Y las fotografías y filmaciones? Dejando a un lado que no llegan al medio centenar, en ninguna de esas pruebas gráficas se distingue con claridad nada que pueda desvelar el enigma: estamos ante el 'efecto timidez' que caracteriza a toda criatura de leyenda. Eso sí, toda animal mítico debe tener un nombre y al famoso monstruo el naturalista Peter Scott y el abogado Robert Rines lo bautizaron en un artículo publicado el 11 de diciembre de 1975 en la revista científica Nature: Nessiteras rhombopteryx (El monstruo de Ness con aleta en forma de diamante).

El fin de una era
Con la llegada del siglo XXI los escasos avistamientos de Nessie se han reducido hasta casi desaparecer. En 2003, como parte del programa de televisión Buscando al monstruo del lago Ness, la BBC realizó la búsqueda más exhaustiva jamás realizada en esas aguas y no descubrió prueba alguna de la elusiva bestia. Pero en 2016 una nueva expedición descubrió a Nessie en el fondo del lago: era la réplica de 10 metros del monstruo que se usó en la película de 1970 La vida privada de Sherlock Holmes.
Sea como fuera, y dejando a un lado la ausencia total de pruebas, hay dos cuestiones que ningún criptozoólogo -los aficionados a buscar animales misteriosos- es capaz de explicar: por qué nunca se han encontrado restos de un animal muerto -a no ser que Nessie tenga una vida de varios miles de años -con un límite superior de 12.000 años, cuando el lago Ness se descongeló- ni de dónde saca todo el alimento que necesita un animal que supuestamente pesa entre 10 y 20 toneladas.