En el cielo primitivo nacían más estrellas
En los albores del universo, las galaxias en las que se creaban estrellas contenían entre tres y diez veces más gas molecular que sus homólogas actuales, según un estudio liderado por investigadores del Instituto Max Planck (Alemania) y que hoy publica Nature. El descubrimiento, en el que ha participado el astrónomo español Santiago Garcia-Burillo del Observatorio Astronómico Nacional, explica el alto índice de creación de estrellas en las galaxias jóvenes.
En los albores del Universo, las galaxias en las que se creaban estrellas contenían entre tres y diez veces más gas molecular que sus homólogas actuales, según un estudio liderado por investigadores del Instituto Max Planck (Alemania) y que hoy publica Nature. El descubrimiento, en el que ha participado el astrónomo español Santiago Garcia-Burillo, del Observatorio Astronómico Nacional, explica el alto índice de creación de estrellas en las galaxias jóvenes.
Las galaxias masivas típicas en el Universo distante, y por ello más primitivo, formaron estrellas a un ritmo mucho más rápido que las galaxias similares de la actualidad. En teoría esto implicaría que, o bien la formación de estrellas era más eficiente en los primeros tiempos del Universo, o la materia prima para la formación de estrellas, es decir, el gas molecular frío, era más abundante en aquellas primeras galaxias formadoras de estrellas.
Para salir de dudas, los científicos del Instituto Max Planck, dirigidos por Linda Tacconi, han sacado partido de las recientes mejoras en la sensibilidad de los instrumentos para medir los gases en las galaxias típicas donde se formaron estrellas de dos épocas pasadas: cuando el Universo tenía un 24 y un 40 por ciento de su edad actual. Usando el interferómetro del Instituto de Radioastronomía Milimétrica (IRAM), han demostrado que, en aquellos tiempos, las galaxias estudiadas contenían, respectivamente, alrededor de un 44 y un 34 por ciento de gas frío, en comparación con entre el 3 y el 10 por ciento de las galaxias espirales actuales. El hallazgo proporciona una explicación natural para la baja tasa de formación de estrellas de la actualidad.