La Niña favorece las pandemias de gripe
Un nuevo estudio que examina los patrones climáticos de las pandemias de gripe que causaron muertes en todo el mundo en 1918, 1957, 1968 y 2009 revela que estuvieron precedidas por el fenómeno climático de La Niña. Todo apunta a que La Niña altera los patrones migratorios de las aves, reservorios primarios de la gripe humana.
Un nuevo estudio que examina los patrones climáticos de las pandemias de gripe que causaron muertes en todo el mundo en 1918, 1957, 1968 y 2009 revela que estuvieron precedidas por el fenómeno climático de La Niña. Jeffrey Shaman, de la Universidad de Columbia, y Marc Lipsitch, de la Escuela de Harvard, concluyen en un artículo que publica PNAS que La Niña altera los patrones migratorios de las aves, reservorios primarios de la gripe humana, lo que promueve el desarrollo de nuevas cepas peligrosas de gripe.
Para examinar la relación entre los patrones climáticos y las pandemias de gripe, los investigadores estudiaron los registros de las temperaturas oceánicas en el Pacífico ecuatorial durante el otoño e invierno anteriores a las cuatro pandemias de gripe más recientes. Así, observaron que las cuatro pandemias fueron precedidas por temperaturas debajo de lo normal en la superficie del mar. Este patrón de La Niña se desarrolla en la zona tropical del Océano Pacífico, aproximadamente cada dos o siete años.
Los autores citan otras investigaciones que demuestran que el patrón de La Niña altera la migración, el tiempo de parada y la mezcla entre especies de aves migratorias. Estas condiciones pueden favorecer un tipo de intercambio de genes o redistribución genética, que crea nuevas variaciones del virus de la gripe. "Sabemos que las pandemias surgen de cambios dramáticos en el genoma de la gripe. Nuestra hipótesis es que La Niña sienta las bases para estos cambios, mediante la reorganización de los patrones de mezcla de las aves migratorias, que son un importante reservorio de la gripe", afirma el doctor Jeffrey Shaman, profesor de Ciencias de Salud Ambiental y coautor del estudio.
Los cambios en la migración no sólo alteran el patrón de contacto entre las especies de aves, sino que también podrían cambiar la forma en que las aves entran en contacto con animales domésticos, como los cerdos.