Resuelto el misterio de los soles gigantes
En la galaxia de la Gran Nube de Magallanes se encuentra una región de formación de estrellas que ha intrigado desde hace años a los astrónomos de todo el mundo. Se llama Nebulosa de la Tarántula y es un objeto tan luminoso que, si se encontrara a la misma distancia de la Tierra que la nebulosa de Orión, llegaría incluso a producir sombras sobre nuestro planeta. Esta luminosidad se debe a la presencia de cuatro estrellas supermasivas de dimensiones descomunales que fueron descubiertas en 2010 por un equipo de investigadores.
En la galaxia de la Gran Nube de Magallanes se encuentra una región de formación de estrellas que ha intrigado desde hace años a los astrónomos de todo el mundo. Se llama Nebulosa de la Tarántula y es un objeto tan luminoso que, si se encontrara a la misma distancia de la Tierra que la nebulosa de Orión, llegaría incluso a producir sombras sobre nuestro planeta.
Esta luminosidad se debe a la presencia de cuatro estrellas supermasivas de dimensiones descomunales que fueron descubiertas en 2010 por un equipo de investigadores. Estos cuatro soles gigantes desconcertaron a la comunidad científica, que hasta ahora consideraba que las estrellas más masivas podían alcanzar, como mucho, 150 veces la masa de nuestro sol. Pero los cuatro astros de la Nebulosa de la Tarántula la aumentan hasta 300 veces, algo que desmontaba todas las teorías. ¿Sería inválido el modelo de formación de estrellas que se tenía por cierto hasta ahora?
Un grupo de investigadores de la Universidad de Bonn acaba de demostrar mediante simulaciones en ordenador el proceso de formación de estas cuatro estrellas súper masivas. Para alivio de los astrónomos, la teoría cumple a la perfección con los mecanismos hasta ahora conocidos.
La explicación, publicada en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, es relativamente sencilla: los cuatro soles monstruosos se formaron por colisiones múltiples de estrellas masivas más pequeñas.
La explicación más sencilla suele ser la correcta
Los investigadores simularon un cúmulo inicial con más de 170.000 estrellas distribuidas de forma normal. Como están relativamente `apretadas´, según pasa el tiempo se van produciendo colisiones entre pares de estrellas, hasta que al final se obtienen astros de masa descomunal. "Imaginemos dos estrellas muy voluminosas que orbitan muy cerca entre sí pero que son separadas por la atracción gravitatoria de las estrellas vecinas. Si su órbita circular inicial se estira lo suficiente, entonces las estrellas chocan entre sí a medida que pasan, lo que provoca una sola estrella ultramasiva", ha explicado Sambaran Banerjee, uno de los autores.
Parece, por tanto, que el misterio está resuelto. "Esto nos hace respirar tranquilos", ha indicado Pavel Kroupa, otro autor. "Las colisiones implican que las estrellas súper masivas son fáciles de explicar, y que la universalidad de la formación de estrellas prevalece por encima de todo".