Matemáticas para predecir ataques terroristas
Pedro Pinto y sus colegas de la Escuela politécnica federal de Lausana (Suiza) han desarrollado un algoritmo que permite desde detectar el origen de ataques terroristas hasta trazar la propagación de epidemias. Las simulaciones por ordenador de las conversaciones telefónicas mantenidas durante los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 ha servido para ponerlo a prueba, según relatan en la revista 'Physical Review Letters'.
Pedro Pinto y sus colegas de la Escuela politécnica federal de Lausana (Suiza) han desarrollado un algoritmo que permite desde detectar el origen de ataques terroristas hasta trazar la propagación de epidemias. Las simulaciones por ordenador de las conversaciones telefónicas mantenidas durante los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 ha servido para ponerlo a prueba, según relatan en la revista Physical Review Letters.
Según Plinio, "al reconstruir el intercambio de mensajes durante el atentado, nuestro sistema obtuvo los nombres de tres posibles sospechosos, uno de los cuales resultó ser el autor intelectual de los ataques, según la investigación oficial". El algoritmo también se puede emplear para encontrar la fuente primaria de una enfermedad infecciosa, como el cólera. En ese caso, los investigadores usaron la modelización de redes fluviales y redes de transporte humano para hallar el lugar donde aparecieron los primeros casos de infección.
El método también sería útil para responder a ataques terroristas, como el ataque con gas sarín en 1995, en el metro de Tokio, en el que el gas venenoso en los túneles subterráneos de la ciudad mató a 13 personas, e hirió a cerca de 1.000. "Nuestro algoritmo no necesitaría detectores en todas las estaciones, ya que una muestra sería suficiente para identificar rápidamente el origen del ataque", señala Pinto.
Según Plinio, "al reconstruir el intercambio de mensajes durante el atentado, nuestro sistema obtuvo los nombres de tres posibles sospechosos, uno de los cuales resultó ser el autor intelectual de los ataques, según la investigación oficial". El algoritmo también se puede emplear para encontrar la fuente primaria de una enfermedad infecciosa, como el cólera. En ese caso, los investigadores usaron la modelización de redes fluviales y redes de transporte humano para hallar el lugar donde aparecieron los primeros casos de infección.
El método también sería útil para responder a ataques terroristas, como el ataque con gas sarín en 1995, en el metro de Tokio, en el que el gas venenoso en los túneles subterráneos de la ciudad mató a 13 personas, e hirió a cerca de 1.000. "Nuestro algoritmo no necesitaría detectores en todas las estaciones, ya que una muestra sería suficiente para identificar rápidamente el origen del ataque", señala Pinto.
Además, con este método se puede encontrar la fuente de todo tipo de rumores que circulan en una red, con un número limitado de miembros de dicha red. Así, suponiendo que alguien encuentra un rumor acerca de sí mismo, que se ha propagado en Facebook, y que se ha enviado a 500 personas, a sus amigos o, incluso, a amigos de sus amigos, se podría encontrar a la persona que inició el rumor. Este método también puede utilizarse para identificar el origen de un mensaje de spam, o de un virus de ordenador, utilizando solo un número limitado de sensores dentro de la red.