¿Cómo es la vida en las grietas de un volcán submarino?
No podemos verles, pero están en todas partes. Fueron los primeros en habitar nuestro planeta y son capaces de sobrevivir en las condiciones más extremas, desde las aguas súper saladas del Mar Muerto hasta el último rincón de nuestros estómagos. Hablamos de los microorganismos, seres diminutos que están por todas partes y viven en los lugares más insospechados.
No podemos verles, pero están en todas partes. Fueron los primeros en habitar nuestro planeta y son capaces de sobrevivir en las condiciones más extremas, desde las aguas súper saladas del Mar Muerto hasta el último rincón de nuestros estómagos. Hablamos de los microorganismos, seres diminutos que están por todas partes y viven en los lugares más insospechados.
Los científicos estiman que una tercera parte de los organismos terrestres viven en rocas y sedimentos. Sin embargo, el día a día de estos supervivientes es un misterio. Ahora, un trabajo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences arroja algo de luz y revela por primera vez algunos detalles de la vida de unos microbios que producen metano y viven en las grietas más profundas de los volcanes submarinos.
"Nos interesaban los microorganismos de las rocas profundas, y el mejor lugar para estudiarlos es en las fuentes hidrotermales y en los volcanes submarinos. El agua caliente les proporciona la energía y nutrientes que necesitan", explica James Holden, uno de los autores, de la Universidad de Massachusetts-Amherst.
Los científicos tomaron muestras de fluidos hidrotermales en el volcán Axial y en el segmento Endeavour, que se localizan en una cordillera submarina cerca de la costa de Oregón (EEUU) y a más de un kilómetro de profundidad. Las muestras fluían en fumarolas con una temperatura de hasta 350 grados y en grietas del fondo marino con temperaturas algo más bajas, lo que indica que los organismos que allí viven son hipertermófilos, es decir, capaces de soportar muchísimo calor.
Pistas sobre la vida hace millones de años
Entre los resultados más interesantes, los investigadores han descrito una relación de mutuo beneficio entre estos organismos: algunas especies se `ganan la vida´ alimentándose de los residuos de hidrógeno producidos por otros. Muchos de estos organismos son metanógenos, es decir, inhalan hidrógeno y dióxido de carbono y producen metano como deshecho.
Además de arrojar luz sobre los procesos biológicos que tienen lugar en estos ambientes hostiles, estos trabajos podrían ayudarnos a imaginar cómo era la vida en nuestro planeta hace millones de años, comprender el origen de nuestra atmósfera tal y como hoy la conocemos, e incluso adivinar el tipo de organismos que podrían habitar en otros planetas.